Cap. 5

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Tomaron su desayuno en silencio pues Jake les mandaba miradas asesinas a ambos obligándolos a sentirse incomodos por el simple hecho de estar 1 metro alejados el uno del otro.

-Bueno... muchachos... Tengo que salir así que se quedaran... solos... - la última palabra la pronuncio con dificultad.

Los chicos lo miraron con seriedad esperando que dijera algo más.

-Procuren no estar tan juntos. – añadió el perro alejándolos con sus brazos mágicos -Si... así está mejor. Y manténganse ocupados, los adolescentes de hoy en día hacen barbaridades cuando se aburren.

- ¿Jake? ¿Te sientes bien? – pregunto el chico.

- ¿Qué si me siento bien? ¡Solo me preocupo! Por ambos.

-Aja. – repuso la chica.

-Está bien... me voy... - comenzó a caminar hacia la puerta – Estoy saliendo... Me estoy lleeeendoo... - y cerró la puerta.

Finn y ______ se miraron mutuamente.

- ¡Los vigilo! – grito abriendo la puerta de nuevo haciéndolos sobresaltar, pero enseguida volvió a desaparecer.

-Muy bien... creo que esta vez sí se fue. – dijo Finn después.

-Si... Genial ¿no? – dijo con una sonrisa maliciosa buscando y empuñando secretamente su arma a sus espaldas.

-Te llevare al dulce reino. – exclamo el de repente rompiendo el silencio sonriente.

- ¿Para? – pregunto esta algo confundida escondiendo el arma de nuevo.

-Te gustara.

-Pero...

No le permitió hacer ninguna objeción y tomo su mano para hacerla salir.

- ¡Espera! – se quejó ella, pues al no estar preparada dejo caer su cuchillo al suelo.

- ¡Vamos! Sera genial. – le dijo apurándola – Conocerás mucha gente y ese lugar es fantástico, todo está hecho de dulce, la tierra, las paredes de las casas ¡Es asombroso!

- ¿Y? – ella ya conocía ese lugar, había deseado destruirlo muchas veces, odiaría tener que ir de nuevo y verse impotente de hacer cualquier maldad.

De cualquier forma, antes de que se diera cuenta Finn ya la había llevado hasta ahí.

-Es aquí... - dijo haciendo ademanes con las manos cuando se encontraban a unos pocos metros de la entrada.

- ¡Guau! Que aburrido. Volvamos a la casa. – dijo ella dando media vuelta.

- ¡Espera! – dijo el tomando su mano. Ella se giró y vio con desaprobación su mano tomando la de ella. Él se apartó rápidamente. - ¡Lo siento! Pero... por favor ven. Te gustara, te lo aseguro. - ella miro a otra parte y se resigno a seguirlo.

-Que se supone que haremos.

-Te presentare a la dulce princesa para que... te conozca, creo que es conveniente.

-Aja...

Llegaron a la puerta del castillo y el mayordomo les abrió.

- ¡Oh! Hola Finn. Bienvenid... ¡¿Pero qué rayos?! – se abalanzo sobre la chica con un arma en su mano. - ¡Corre Finn! ¡Aléjate! ¡Lo detendré mientras este débil...! – la chica entro en pánico por unos milisegundos, pero al instante reacciono y lo abrazo contra su pecho con mucho cariño.

- ¡Awwww! ¡Que linda cosita! – dijo acariciando al dulce mientras este forcejeaba intentando apartarse.

- ¿Qué le pasa? Nunca se comporta así... bueno a veces... pero ¿Por qué contigo?

- ¡Ni idea! Todavía no me tiene confianza es eso. ¡Pero apuesto a que seremos grandes amigos! – exclamo ella sonriente – Y dime... ¿Qué es esta preciosura? – añadió sin despegarlo de su cuerpo para que este no pudiera hablar.

-Él es un mayordomo, se llama Mentita, y como todos aquí es una criatura de dulce, es la Dulce Gente del Dulce Reino de la Dulce Princesa, que ahora te presentare... solo me entero de donde está.

- ¡Ah, perfecto! ¿me permites un segundo?

-Claro, aquí te espero. – dijo entrando al castillo ignorando por completo el hecho de que la chica se llevó al sirviente.

El Lich [Finn x Tu] Hora de AventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora