U n d é c i m o

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Sintió que su estómago le dió un vuelco al escuchar aquel nombre. Su corazón se aceleró un poco y sus manos empezaron a sudar. Sus ojos se desviaron y miraron por detrás de Natalie, quien la observaba confundida.

Buscó con la mirada al muchacho por toda la habitación, pero no lo encontró. Se puso de pie y caminó sin saber a dónde se dirigía realmente.

Atravesó la sala a la que habían convertido en pista de baile. Ingresó a la cocina de la cual se retiró rapidamente. Salió al patio por el gran ventanal.

Afuera la luna brillaba. Las estrellas repartidas por todo el cielo la acompañaban.

Olivia notó a varias personas sentadas en el cesped. Entre ellas la mayoría estaba de a pares, pero el único que estaba sólo era un joven de camisa leñadora roja y negra.

Como si se hubiera dado cuenta de que alguien lo observaba a pesar de estar de espaldas, giró su cabeza y miró hacia el ventanal con sus ojos verdes.

Olivia sintió que estos brillaban aún más que cualquier estrella..

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