Lo tenga o no

Capítulo 5

Estar así de cerca de él se sentía genial, pero sabía que no estaba haciendo lo correcto. Una parte de mí deseaba quedarse en sus brazos para siempre bailando esta canción, pero otra parte , y quizá la más dolida, no quería volver a saber nada más de hombres hasta dentro de un largo tiempo. La canción terminó y pasaron "Felices los 4" en versión salsa. 

-¿Te animás a bailar salsa conmigo? -Me invitó sin soltar mi cintura- Aunque no estoy segura de que seas capaz de seguirme el ritmo, mirá que ya estuve ensayando...

-No le tengo miedo a nada. -Me pegué más a él y comenzamos a bailar de nuevo. Nunca podría haberme imaginado a Peter moviendo las caderas de esa manera. Yo había dado clases de baile y reconocía que se me daba muy bien, pero cuando comencé a trabajar dejé las clases de lado, aún así no había perdido la práctica en este ritmo. Me dio vueltas, me tiró e hicimos un par de acrobacias. Se notaba que había ensayado con una bailarina, y que teníamos una química especial. A nuestro alrededor nos estaban mirando casi todos los amigos de Nico, y Euge estaba sonriendo más que nunca, sabía que después de esta noche no iba a parar hasta convencerme de que me jugase. 

"Y siempre que se va regresa a mí... No importa el qué dirá, somos tal para cual..." La canción acabó y todos nos aplaudieron, nosotros estábamos ajenos al mundo mirándonos a los ojos hasta que Eugenia nos sobresaltó.

-No me puedo creer lo bien que bailás. ¿Qué más cosas escondés? -Me agarró del brazo y me apartó- Te tengo que presentar a un coreógrafo, para que tomes clases de baile. Es el mejor, te juro. 

Negué con la cabeza sonriendo. -Euge hace siglos que no bailo, no, no... 

-¿Vos no decías que te aburrías, que querías hacer algo? Acá lo tenés: bailar. Dale, se te da muy bien, y aparte no te digo que ensayes para ser bailarina porque con 25 años llegás tarde, pero te distraés... Daleee, yo también voy a empezar. Podemos ir juntas, van algunas amigas, así te las presento... Y por el precio no te preocupes porque nosotras vamos gratis. -Estaba tan entusiasmada que no respiró a lo largo de la frase.

-Euge yo... -Puso una cara tan enternecedora que no pude decirle que no- Está bien, voy a ir, pero quiero pagar.

-De ninguna manera, ninguna pagamos, y yo se que en cuanto Mati te vea bailando va a agradecerme que te haya llevado -Me dio un corto abrazo y luego comenzó a reirse- Me voy porque Pitt me está matando con la mirada -Levantó la mano y lo invitó a acercarse, le guiñó el ojo y le dijo algo por lo bajo que no logré escuchar- Bueno Romeo, te dejo con Julieta, no los interrumpo más... Chau culo, mañana te llamo-Me sonrió por última vez y se fue con sus amigos.

-Así que sos bailarina y no me dijiste... -Se cruzó los brazos haciéndose el ofendido.

-No te dije porque no soy bailarina, y porque no me preguntaste. Es un hobby, tomé clases y luego las dejé. -Me encogí de hombros- No es nada del otro mundo... Pero estuvo bien bailar contigo. -Le sonreí cortamente y cogí mi chaqueta- Creo que me voy a ir, que Nico me comentó antes que cerraba él. Nos vemos en otra ocasión, mucha suerte en el Bailando si no te veo antes, seguro que lo haces genial. -Me iba a girar pero Peter me agarró de la mano.

-¿Por qué te esfuerzas en rechazarme?

-Porque no eres un hombre para mí.

-¿Y eso cuándo lo decidiste?

-Cuando te escuché decirle a tus amigos que tardaría cinco segundos en meterme en tu cama con solo decir quien eres. -Solté su mano y me crucé de brazos. Estaba volviendo a resurgir el Peter irritante, el que eclipsó al que bailó conmigo abrazados.

-Así que era eso... Estuve mal, lo sé, y ahora entiendo que lo de pedirme el número de mi amigo fue una estrategia para patearme el ego, y te salió re bien... No quería ser un idiota, y soy consciente de que lo fui, te pido perdón. Pero algo cambió después de hablar con vos esa noche. Yo se que lo notás aunque te hagas la boluda, hay una conexión única, y te diría que veo incluso las chispas que saltan cada vez que nos tocamos -sacudí la cabeza incrédula, por todo el verso barato que me estaba contando- Y sé que me miras así porque crees que estoy salido de un guión, pero sé que la química que había en la primera canción no era ningún tipo de alucinación. -Acercó su rostro al mío y miró mi boca, dejando muy claras sus intenciones. Iba a besarme en ese momento, pero yo no estaba preparada.

-No Peter -Negué echándome hacia atrás y rompiendo el hechizo de sus palabras- No quiero que pase. Sé como sigue esto, tú me besas, con suerte salimos unos días, me ilusiono, y tú vas a desaparecer. Siempre supe quién eras, he seguido tus noviazgos y sé que pasa con las mujeres que sales. Saltan a la palestra y yo no quiero eso. Fui sincera cuando te dije que vine a sanarme -Se me aguaron los ojos porque sentía que estaba siendo una idiota y estaba dejando ir una oportunidad única- No quiero salir herida de nuevo, y si eso implica perder esto, esa química que dices... Asumo el precio.

Él acarició mi mejilla para frenar una lágrima que se me había escapado, y asintió. -Entiendo que no confíes en mi, entiendo que estés herida y que yo no te pueda prometer que esto va a durar -Cogió mi mano y la colocó en su pecho- Esto es real. NO te puedo decir que te amo, ni que estoy enamorado, pero es distinto a cualquier cosa que he sentido al ver a una chica en un bar por primera vez... Vos te estás dando por vencida... Está bien, te respeto y no voy a intentar nada que vos no quieras, pero no me vas a poder obligar a rendirme. No sé que te pasó, ni si lo voy a intentar durante una semana, un mes, o un día... Pero no voy a pensar con la cabeza, voy a pensar con esto -apretó mi mano de nuevo- Y espero que en algún momento vos también... Te prometo que estoy siendo 100% sincero contigo. Voy a dejar que te sanes, que pienses y que decidas... Pero no me voy a quedar sin intentarlo

Asentí, para dejarlo tranquilo y porque tenía razón: estaba siendo sincero. Había aprendido a entender sus miradas, y cuando hablaba desde el corazón su mirada era cristalina. Besó mi frente y luego mi mejilla, cerca de la boca.

-¿Querés que te acerque al hotel?

-Ya no vivo ahí, me mudé a un apartamento. No te preocupes, voy a coger un taxi, prefiero estar sola. -Asintió y me dio una sonrisa tibia. Me despedí de los que quedaban y salí a por un taxi. 

Llegué a casa y no pude parar de pensar en todo lo que me había dicho Peter. Era todo muy repentino, nunca me había sentido así en tan poco tiempo, pero sentía lo mismo que él cada vez que estábamos juntos. Esa conexión y esa electricidad no los había sentido ni con Luis. Me tumbé e intenté olvidarme de todo. Mañana sería un nuevo día.