Capítulo 28

214 16 0
                                    

Tres días más tarde volvimos a grabar la tira. Peter y yo sólo intercambiábamos alguna que otra palabra referente a las grabaciones, de manera cordial, pero ninguno de los dos se acercaba de más. Habíamos grabado la primera escena de cama de nuestros personajes y habíamos intentado acercarnos lo menos posible el uno al otro, todo lo hicimos con mucho cuidado de no tocarnos o besarnos de más, aunque durante algunos segundos nos resultaba imposible no irnos del papel con toda la tensión que manejábamos entre los dos. Nunca habíamos llegado a ese punto de intimidad y resultaba irónico que hubiesemos llegado por nuestro trabajo.

Mi vida siguió así las siguientes semanas, entre el trabajo y mi hermana que junto con Eugenia se habían propuesto encontrarme pareja, porque creían que yo todavía esperaba que Peter llamase a mi puerta y me dijese que me elegía. 

-¿Sabés lo que no es sano? -Dijo Euge de repente dirigiéndose a mi hermana, estábamos hablando de comidas sanas porque últimamente nos alimentábamos básicamente de comida a domicilio- Que la boluda de tu hermana no haya tenido sexo en los últimos meses. DAAAAAAALEEEE Lali, por dios, hasta tu hermana te adelantó. No puede ser -Lucía reía y yo tuve que hacerlo también.

-Es cierto Lali, no has estado con nadie desde que llegaste, sólo con Peter. Y para eso fueron un par de besos... Y llevas semanas esperando que en vez de un repartidor llegue él

-Para empezar, sí tuve sexo con Chela -ellas me miraron sorprendidas- no me miréis así, no era muy bueno- Y para seguir os recuerdo que en mi año sabático tenía sexo cada 3 horas, con todo tipo de hombres... todo tipo: etnia, complexión, edad... Así que me aburrí, quiero estar tranquila -sonó el timbre- sólo quiero come la rica pizza que acaba de llegar y vivir mi vida sin que os metáis en si tengo suficiente sexo o no -dije esto último mientras abría la puerta, pero allí no estaba el repartidor, había un hombre alto, moreno y con los ojos claros. Era extremadamente guapo e iba muy elegante vestido.

-Perdón si interrumpí algo -dijo intentando ocultar una risa porque seguro que había escuchado lo último que dije.

-Alta pizza va a comer Lali... -se escuchó la voz de Euge detrás de mí, acompañada de la risa de mi hermana

-¿Qué se te ofrece? -intenté no mirarlo a los ojos porque los tenía increíbles, y a decir verdad no sabía muy bien a dónde mirar, estaba buenísimo.

-Sí,perdoname -él me estaba mirando descaradamente porque solo llevaba una camiseta escotada y un short a modo de pijama- Mi nombre es Juan, Juan Guilera -extendió la mano y yo se la apreté- Me mandó la casera, por una llave, soy el nuevo vecino de enfrente 

-Si, pero... La casera nos habló de Soledad, ¿puede ser? -él asintió, seguro que tenía novia, era obvio que ese hombre NO PODÍA ESTAR SOLTERO- Bueno, quizá tu novia o..

-No, no... Estoy soltero -dijo sonriendo- Soledad es mi hermana, al principio lo iba a arrendar ella pero finalmente me lo quedo yo... Igual si te quedás más tranquila y preferís llamar a la casera 

-No, me fío. no te preocupes -sonreímos y nos quedamos mirando, de repente aparecieron Euge y mi hermana saliendo por la puerta-

-Permiso... Nosotras nos vamos a dar una vuelta La, porque quedamos con nuestros chicos -dijo mi hermana, ¿de qué hablaban? Sólo Euge tenía una especie de relación con Nico, pero ni siquiera estaba en la ciudad- No te invitamos porque bueno, no tenés pareja, estás soltera hace un montón y te vas a sentir como un pegote entonces te ahorramos el mal rato -sonrió y luego salió por la puerta- Buenas noches, quizá esta noche no volvemos o sea que no te preocupes puedes cerrar con llave o quedarte con este agradable sujeto porque hay una oleada de robos en la zona y es mejor estar acompañada de alguien. Hasta mañana!! -me dio un beso y se fueron volando. No me podía creer que eran tan desubicadas.

-Yo... Perdonalas... Deberían estar medicadas -dije riendo, el hizo lo mismo y negó-

-No te preocupes, mi hermana tiene la misma verborrea que ella... -se me quedó mirando y me dijo- ¿Te parezco desubicado si te pido un vasito de jugo mientras me das la llave? Llegué recién y no tengo nada en la heladera

-No claro, adelante -cerró la puerta detrás de él y le serví el zumo en la cocina- Ahora mismo te doy la llave y creo que la copia del contrato también está aquí.

Fui a la habitación y cogí todo lo que le tenía que dar. Cuando volví a la cocina vi que se había quitado la chaqueta y que se había desabrochado el primer botón de la camisa y que además se la había arremangado un poco. La camisa era entallada y dejaba entrever un físico trabajado, y no pude evitar preguntarme a qué se dedicaría.

-Aquí está todo -le iba a entregar las cosas cuando volvió a sonar el timbre, esta vez sí era la pizza, una pizza enorme que íbamos a cenar las tres, regresé a la cocina y él me miró sorprendido.

-Si que debés de tener hambre ¿no? -negué riendo- ¿Por qué pediste una pizza tan grante para vos sola?

-Porque mi hermana nos dejó estretégicamente solos, iba a cenar con ellas pero me parece que ya no -él sonrió- ¿Te quieres quedar a cenar? Como dijiste que no tenías nada en el frigorífico y que... No, perdón, estoy siendo super extraña

-No, no. Tenés razón yo estoy cagado de hambre y no tengo nada... Si a vos no te importa, te acompaño en la cena -asentí sonriendo-

-Vamos a la salita de estar, estamos más cómodos quizá.

Nos acomodamos allí y empezamos a charlar mientras comíamos. Era muy inteligente, se dedicaba a hacer asesorías económicas, era freelance y tenía 28 años. Iba a mudarse con su hermana Soledad pero al final ella decidió mudarse con su novio.

-Así que vos sos española, ¿no? -asentí mientras comía- ¿Sos la de la novela de Suar? No sabía cómo preguntartelo. 

-Soy, si... Es todo una locura, jamás pensé en dedicarme a la actuación, pero se dió y ahora estoy muy contenta la verdad -él asintió-

-Es lindo eso... ¿a qué te dedicabas en España?

-Era profesora

-¿y por qué viniste acá a ser actriz? -preguntó interesado-

-Larga historia... la verdad es que no me apetece contarla -dije sonriendo y él lo entendió-

-Entendido, nada de pasado, solo futuro a partir de ahora... -puso la mano para que se la chocase y lo hice-

-Solo futuro -inconscientemente sonreí, era un chico divertido e inteligente. Quizá era esta la oportunidad de olvidar a Peter.

Lo tenga o noDonde viven las historias. Descúbrelo ahora