NARRA HELENA.
Salí de casa y comencé a caminar sin rumbo fijo; encendí mi Ipod, puse los auriculares en mis oídos y empecé a escuchar música. Nirvana para ser exacta. -Sí, leyeron bien, Nirvana, soy una chica que ama la buena música.- A medida que avanzaba, me enamoraba más del lugar; tenía muchas áreas verdes. Que era lo que más me fascinaba.- Y las casas.... ¡las casas eran preciosas!
Estaba tan concentrada, tan encantada con ellas, que juro que parecía que nadie mas estaba en el mundo. De repente, de la nada, tropiezo con alguien.
X: Disculpa, no te vi venir.
H: No te preocupes, yo también estaba distraída. -Dije mientras alzaba mi barbilla para ver quién era.
X: Hola, soy Jared. -Dijo alzando su mano para estrecharla con la mía.
H: Hola, me llamo Helena. -No podía creerlo, era el chico que estaba en ese grupo de jóvenes; el que había llamado por completo mi atención.
J: Eres nueva, ¿Verdad?
H: ¿Se nota? - Él rió ante mi pregunta, mientras me miraba con unos profundos ojos azules.
J: La verdad, es que si. La mayoría de las chicas acá son iguales, y por lo visto, tú tienes un estilo muy particular.
H: Si, es que no me gusta ser igual al resto.
J: ¡Excelente! -Exclamó.- Éste lugar necesita gente especial como tú.
H: ¿Por qué lo dices?, no me digas que en esta ciudad no hay chicas con estilo parecido al mío.
J: En realidad no.
H: Que mal! Creo que me quedaré sin amigas.
J: Aunque esta Elke.
H: ¿Elke? ¿Quién es Elke?
J: Es mi mejor amiga. Ella tiene un estilo muy parecido al tuyo.
H: Bueno, creo que tendrás que presentármela.- Dije riendo.
J: Pero que linda te ves cuando ríes.
H: Muchas gracias. -Lo miré y le regalé una sonrisa. Nos quedamos mirando directamente a los ojos y en silencio, cuando comienza a timbrar mi celular.- Lo siento, debo contestar.
J: Descuida, yo ya debo irme. Espero volverte a ver.
H: Lo mismo digo. -Se acercó dulcemente a mí y besó mi mejilla. Sus labios se sintieron tan cálidos y suaves, que provocaron que fuera a Marte nuevamente.
J: Me encantó tropezar contigo. -Susurró Jared en mi oído. Creo que me sonrojé al oírlo.
H: Cuídate Jared. Debo irme. -Dije separándome de él.
J: Adiós Helena. -Me alejé y contesté mi celular que seguía timbrando.
H: Aló?
A: Aló Lena, ¿Cómo estás pequeña vampira?
H: ¡Hola Adri!, yo muy bien, dando un paseo ¿y tú mi nena, cómo estás?
A: Si. Bien... Hey cuéntame ¿cómo es el lugar? ¿Y la casa?
H: ¡Todo está increíble!, la casa es gigante y el lugar es hermoso.
A: ¿En serio?
H: Si, debes venir, te va a encantar.
A: Jajaja, ya lo creo. ¿Y los chicos? ¿Están lindos?
H: No lo sé aún, sólo llevo un par de horas aquí, aunque... -Me quedé en silencio.
A: ¿Aunque qué? -Adrianne odiaba que me quedara en silencio, ella es demasiado impaciente.- Vamos Helena, no te quedes callada, cuéntame. -Se los dije.
H: Si he visto un chico, y es el hombre más encantador y bello que han visto mis ojos.
A: ¡¿Qué?! ¿Ya conociste a un chico?
H: Si, tropecé con él. Se llama Jared.
A: ¿Jared cuánto?
H: No lo sé, no le pregunté el apellido.
A: Vaya, creo que te olvidarás muy rápido de Caleb.
H: ¿Caleb?, ¿quién es Caleb? -Ambas carcajeamos ante mi comentario.
A: Menos mal que no te casaste con él, Lena.
H: No digas eso Adrianne; a pesar de todo fue un buen novio.
A: Si claro, hasta que te engañó con tu mejor amiga.
H: Bueno, no quiero hablar de eso, ya es pasado. Ahora comienzo una nueva vida, en un lugar nuevo, nueva universidad y nuevos amigos.
A: Si, ahora sólo debes fijarte en ti, en nadie más. -Adri tenía razón, ahora sólo yo importo.- Hey Lena, debo colgar, mamá me llama.
H: De acuerdo, cuídate. Mañana hablamos.
A: OK! Te quiero. Adiós.
H: Y yo a ti. Bye.
