NARRA JARED.
Seguía incomodo por lo que había sucedido horas atrás con Helena. Miraba y miraba impacientemente mi reloj, Elke tardaba en llegar y la necesitaba ahí, así estando los tres Flavia no se daría cuenta de nada. -Aunque me conoce muy bien y sé que no le costó mucho deducir que algo andaba mal en mi.- Transcurrieron lentamente los minutos cuando al fin llegó esta mujer.
-J: ¡Elke llegaste! -Dije un poco aliviado y levantándome de la silla para recibirla.
-E: Lo siento. Es que tuve un pequeño problema, por eso llegué tarde. Hola, Flavia.
-F: Hola Elke. -Ambas se acercaron para besar sus mejillas.- No sabía que vendrías.
-J: Yo le pedí que viniera, amor; así nos vamos todos juntos para la fiesta.
-E: No te molesta, ¿Verdad?
-F: No, para nada. -Respondió Flavia con una sonrisa en sus labios.- Vamos, siéntate. -Eso era lo que más amaba de ella; era tierna y no le molestaban este tipo de cosas.- Hey, dijiste que tuviste un pequeño problema, ¿Pasó algo malo?
-E: No, no te preocupes. Es sólo que venía en camino y el maldito auto se detuvo, no quería arrancar.
-J: A lo mejor no le quedaba combustible. -Dije metiéndome en la conversación que ambas estaban entablando.
-E: Hey, querido amigo; soy loca, no tarada. -Flavia rió ante el comentario de Elke.- Es obvio que le revisé el estanque antes de salir.
-J: ¿Entonces?
-E: No lo sé, sólo le dio la rebeldía y se detuvo ese maldito. Créeme, que si hubiera tenido un bate a la vista, con eso mismo le doy para que arranque.
-F: ¿Y qué hiciste para hacerlo andar?
-E: Pues insistí e insistí hasta que le dio la gana de arrancar y me vine rápidamente. Aunque igual tuve que pedirle a un tipo que me ayudara.
-J: ¡Aja! mira tú, amiga, ya andas buscando hombres.
-E: ¡No seas estúpido, Leto! -Dijo Elke dándome un leve golpe en el hombro.- Sabes muy bien que luego de lo que paso en California no puedo hacer eso.
-J: California. -Dije riendo al recordar ese viaje.- Tú te acuerdas de ese viaje, ¿Verdad, amor? - Elke y yo volteamos inmediatamente a ver a Flavia, esperando su respuesta.
-F: Claro que lo recuerdo, Jared. En ese viaje pasaron tantas cosas.
-E: ¡Lo sé, lo sé! -Dijo Elke en un tomo molesto.
Sabía que a Elke le molestaba que hablara de ese tema. Nombrarle tan siquiera la cuidad o el bar, era un viaje al pasado, soy un mal amigo, lo sé, pero ya ha pasado un año y no creí que le afectara tanto el tema. Flavia se dio cuenta de su cambio inmediato, y le pidió que la acompañara al tocador, creo que para tener una pequeña "Charla de chicas". Mientras tanto yo aproveché de pedir la comida y algo para beber. Una buena botella de vino añejado estará bien... Flavia ama el vino añejado, dice que mientras más años tiene, más delicioso se pone. Los minutos pasaban y Flavia y Elke aun no llegaban, la comida ya estaba servida en la mesa... Menos mal ordené ensaladas, de lo contrario la comida ya estaría fría.
-F: Lamentamos la demora, amor. -Dijo Flavia regalándome un cálido beso en la mejilla.- Se nos fue la noción del tiempo.
-J: No te preocupes, nena. -Dije mientras le sonreía.- Aproveché de pedir la comida.
-E: Así me doy cuenta. Veo que pediste vino también. -Comentó Elke mientras se sentaba.- Hey Jared, lamento mi cambio de humor.
-J: No te preocupes, yo me desubiqué. No debí haber comentado nada.
-E: Ya no te preocupes, hombre. Para la próxima te mato y listo. -Dijo seguido de una carcajada.
-F: Bueno, menos mal y todo está bien. ¿Comamos? No vaya a ser cosa que nos atrasemos. Recuerden que tenemos una fiesta que nos espera.
-E: Si, tienes razón. No tiene gracia llegar tarde, menos tú que eres la festejada. Ah, por cierto, les traje algo desde Londres; pero con lo tarada que soy se me quedó en casa.
-J: Tú y tu memoria. -Dije mientras servía las copas de vino.- Espero que no hayas olvidado otras cosas por allá. jaja.
-E: Jajá! que gracioso. -Dijo ella de manera sarcástica.
-F: Ya Jared, córtala! Deja a Elke en paz y disfrutemos de la cena.
Y así fue, cuando Flavia dice algo hay que obedecerle. Continuamos conversando y riendo a medida que pasaban los minutos; era agradable estar con ellas dos en todo momento. Cenamos y acabamos toda la botella de vino, y luego otra, y luego otra... Creo que a pesar de ser una cena para tres a mi novia le encanto y eso es lo que importa. La vi disfrutar de cada segundo. Ya habían pasado varias horas y era tiempo de encaminarse a la fiesta.
-J: Ya son más de las 23:00 horas. Será mejor que nos vayamos.
-E: Si, tienes razón. La noche es larga.
-F: Entonces pide la cuenta, Jared, y nos vamos.
-J: ok. -Llamé al mesero, pague la cuenta y nos retiramos del lugar.
El camino hacia la fiesta fue entretenido. No parábamos de contar anécdotas de nuestra juventud.
Al llegar haya habían varios amigos nuestros... Modelos, músicos, familiares, etc. Estaban casi todos menos Shannon. Le dije a ese enano que llegara temprano, menos mal estaba mi cuñado ahí poniendo música, así los invitados no se aburrían en nuestra ausencia.
Estaba platicando con algunos amigos cuando he ahí, lo vi llegar por fin....
