Todo el departamento estaba en profundo silencio. Eso era bueno, no quería dar explicaciones a nadie.
Helga revisó sobre su hombro una vez más, Gerald seguía en el suelo indiferente a lo que ocurría a su alrededor, Will se había despertado un momento cuando la rubia entró a la habitación y se puso una bufanda de su prima, pero el pelirrojo apenas murmuró un par de cosas sobre viajes en el tiempo y algún "Doctor" pero ella no le dio importancia dado que el chico volvió a caer dormido. Helga había descubierto una botella de vino en el suelo con la que casi había tropezado al rebuscar en el revoltijo de la habitación. Le seguía sorprendiendo que Gretel se hubiese animado a salir a trabajar después de todo lo ocurrido. Algo le decía que Will y la alemana se habían dado un festín entre juegos de terror y la embriaguez total. Helga se alegraba de no haber participado en tal combinación. Phoebe se había metido en la cama de la rubia y había caído en el sueño de los justos.
Helga se dio cuenta, mientras miraba a su alrededor, que lamentablemente, cuando volviera, tendría que limpiar todo ese desastre. Ella simplemente suspiró, salió sin hacer ruido y comenzó a bajar las gradas, revisando el dinero que tenía con ella.
- ¿Helga?
La chica se detuvo en el segundo que agarraba la perilla de la puerta de la salida y con el cúmulo de animales luchando entre sus piernas, listos para huir. Lo cual volvía esa situación la peor para detenerse, pero la voz de Miles la había congelado en su lugar.
- ¿Saliendo a hurtadillas?
- Buenos días. –retomó sus pasos y pudo escuchar un par de gatos maullar frustrados ante la puerta aun cerrada- No, solo voy a recoger a mi prima. –explicó, ingresando a la cocina,
El hombre estaba cómodamente sentado revisando unas anotaciones, en la mesa descansaba un humeante desayuno con huevos rancheros y carne al jugo. Helga contuvo la respiración, el aroma le recordó el poco apetito que sentía.
Junto al hombre estaba Arnold, comiendo a buen agrado y sirviéndose de la jarra otro vaso de jugo. Por unos segundos se miraron pero apartaron la vista rápidamente con un notorio sonrojo que el padre del chico percibió obviamente.
- Me parece bien, pero ¿No prefieres desayunar antes? –ofreció Miles.
- No... muchas gracias. Ya comí arriba. –mintió, sonriendo un poco para que no se notara sus nervios.
Gretel y ella habían hablado por horas sobre lo incómodo y raro que era tener a la familia de Arnold siendo tan... familiares con ellas. Ambas habían vivido, de una u otra manera de forma independiente, construyéndose como fortalezas vivientes. La sorpresiva preocupación y familiaridad que las dos recibían dentro de la casa de huéspedes las hacía sentir como Gulliver en Lilliput, expuestas y extremadamente visibles. Así que decidieron evitar ese tipo de encuentros. Por suerte no se iban a morir de hambre en su departamento.
- ¿Y no tienes sed? Anoche parece que se divirtieron mucho. –los dos rubios se congelaron ante las palabras del hombre pero este sonrió comprensivo- Yo también fui joven, me alegra saber que son lo suficientemente responsables para beber en casa y por lo bien que se les ve, sin excederse. Yo diría que hasta se divirtieron como nunca ¿No?
- Señor... -se apresuró a decir Helga, visiblemente apenada al ser descubierta.
- Miles. –le corrigió el hombre, levantando su mano para detener las palabras de la chica- Y no importa. No debes darme explicaciones, es tu departamento. No soy tu padre, no te preocupes. Tú debes estar tranquila. –la chica se relajó despacio- Y mi hijo tenía permiso. Además, aun si no lo hubiese tenido, habría sido él quien se hubiese ganado los problemas, no tú ¿Entendido? –ella sonrió- Entonces... ¿Vas a recoger a tu prima? –Helga sintió- Permite que te acompañe Arnold.
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Cómame señor lobo «Hey Arnold!»
Fanfiction[Todos los capítulos subidos a la vez] Instinto de Caza. Primera Parte. 6/29/2013 Helga era una cazadora, un lobo, un depredador, era puro instinto... Arnold, era un manso corderito, por fuera y por dentro. Pero eso cambiaría... porque debajo de es...