Cómame señor lobo «Hey Arnold!»

Capítulo X

Nota:  Esta historia fue creada en el 2013 y subida a fanfiction.net. El año pasado le dediqué un tiempo a re-editarla por tercera vez y subirla aquí también. Lamentablemente la extensión de cada capítulo me robaba mucho tiempo de otros proyectos y comencé a postergarlo. Hasta el punto en que no terminé de subir la historia en esta plataforma. Así que prefiero subir los siguientes capítulos no re-editados, por lo menos para que quienes siguen la historia por aquí puedan terminarla. "Cómame señor lobo" es parte de una saga llamada "Instinto de Caza" en fanfiction.net, la cual procederé a subir completa a Wattpad. Gracias por su tiempo. 

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- ¿Algún otro participante, Chloe? –Helga estaba cómodamente sentada sobre James.

Realmente había sido una pelea extremadamente difícil, pero necesitaba mantener la apariencia segura y tranquila.

Obviamente la última vez había logrado tanto contra él por haberlo tomado por sorpresa. Y aunque no fuera a admitirlo, le había costado recuperarse después de los primeros ataques. Le dolía toda la espalda porque al chico le había parecido fascinante lanzarla sobre la montaña de sillas una y otra vez para demostrarle lo débil y fácil que era de manejar.

Al parecer alguien estaba más obsesionado con la lucha libre que ella misma...

Claro que eso lo había hecho porque ella le clavó las uñas en la cara y le había dejado diez perfectas marcas rojizas y sangrantes, algo que a James pareció no gustarle tanto. Pero esa había sido la única forma en que él había dejado de golpear su cabeza contra el suelo. Para su mala suerte, en uno de los impactos contra las sillas, su playera se había roto en el cuello y ahora se abría en V, peligrosamente cerca de relevar su blanco sostén nada atractivo y algo vergonzoso por las florecillas que tenía estampadas ¿Qué estaba pensando al ponerse eso? Claro, había estado pensando que nadie iba a ver su ropa interior... Tonta de ella, se juró que daría por hecho que en cualquier momento tendría que correr en lencería por el mundo, así estaría preparada. Además en el lado derecho de su cintura tenía toda la tela estirada. En cuestión de moretones sabía que en los brazos tendría círculos a honor de todas las veces que James la había agarrado par que dejara de luchar contra él y sus rodillas le quemaban por las veces que había derrapado sobre el césped.

James había sido casi imposible de vencer en un inicio, se había tomado muy personal todo el asunto y la había golpeado sin parar. Primero contra el suelo, hasta que ella le había clavado las uñas en la cara. Luego, el chico decidió lanzarla contra el montón de sillas, como si fuese una bola de boliche. Y cada vez que ella se defendía y buscaba llegar a su cara, él la tomaba por los brazos y atentaba con rompérselos dada la presión.

Por supuesto, el sujeto había terminado peor, Helga se había centrado en darle golpes en la cabeza y atrás de sus rodillas para debilitarlo y que se moviera más lento. Cuando notó que ya se había cansado de lanzarla lejos de él como único modo de defensa, simplemente había corrido contra él, se había hecho de los hombros del chico y comenzó a azotarlo contra la pared. Una y otra vez. No demasiado duro, aun no quería terminar en la correccional. Pero si lo suficientemente fuerte para atontarlo. Cuando pareció lo suficientemente desconcertado, lo tomó de la nariz y se la torció lentamente. James comenzó a sangrar y a llorar diciendo que se había hecho una contusión y moriría. No suplicó, aunque no era necesario, el miedo que mostraba en frente de Helga, la manera en que se sentía aterrado porque ella fuese a partirle la nariz en la mitad fue suficiente premio. No tardó demasiado que el aroma de su propia sangre hiciera desmayar al chico. La rubia simplemente soltó su agarre y vio como este se deslizaba al suelo.

Chloe había comenzado a gritar histérica, buscando llamar la atención de alguien, de quien fuese, al ver que Helga estaba obstruyendo todo el muro que podría sacarla de ahí y su campeón no había resultado como había querido.