Capítulo 39

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- No puede pedirme tal cosa. Usted y yo hicimos una promesa, no estoy dispuesta a ofrecer mi cuerpo para satisfacer sus necesidades más bajas.

- Dijiste que harías lo que sea. ¡Lo que sea! ...No me vengas con niñedades. No trates de engañarme con esa cara....todos saben que eres una...

- ¡Ya basta! No tengo la intención de escuchar como alguien que dijo protegerme se encarga de degradar mi imagen.
¡No voy a venderme! ¡No estoy dispuesta a perder  mi integridad por unos míseros dólares...

- ¡Corte!-
Se escuchó decir a una voz ajena.
....

- Estoy sorprendido Nico, tienes madera para estas cosas; creo que la elección de casting contigo fue más que atinada. Te felicito- expresó el director.

- Gracias- respondió ruborizada.

- Bien. Es todo por hoy. Mañana recuerden llegar temprano- mencionó el director: Albert Wallace.
-Nico, necesito que vengas un momento- ordenó.

- ¿Qué sucede? ¿Alguna escena salió mal? - preguntó preocupada.

- Por el contrario, escucha; he hablado con el guionista y hemos decidido cambiar el final de la historia, lo que significa que ya no estarás con nosotros sólo dos semanas...
Sino hasta el final. Creemos que tu personaje tiene una fuerza imponente, no podíamos sentirlo solo en el papel ¿si me entiendes, no? Por ello hablaré con Paul para que haga los trámites necesarios para extender tu contrato. Felicidades Nico- expresó Albert dándole una palmada amistosa en el hombro a la chica.

Nico por supuesto estaba feliz de recibir tal noticia pues éste era su primer papel y todo le estaba yendo de maravilla en el trabajo aunque al llegar a casa las cosas se complicaban pues pensaba en Maki y recordaba cada momento que pasó con ella: sus besos, su risa, su forma de ser y hacerla sentir, esto último la llevaba a querer volver a repetir aquellos actos llenos de pasión con ella. Por eso Nico en ausencia total de alguno de sus familiares, usaba el tiempo para pensar en Maki a su manera.

En traerla de nuevo para ella por medio de la autosatisdaccion.

 En traerla de nuevo para ella por medio de la autosatisdaccion

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En jamás dejarla ir de su mente.
Nunca.

Y mientras tanto en la soledad de su habitación una pelirroja preparaba sus maletas.

Había tomado una decisión:

Tentar al destino.

El sonido de las teclasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora