Capítulo 14

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- Papá yo amo a otra mujer- dijo de golpe.

El señor Nishikino realmente lucía demasiado imponente sentado sobre esa silla de cuero en su despacho. Decidió girar hacía el gran ventanal que tenía a sus espaldas, por supuesto no miraba a Maki. Y Maki por supuesto no tenía visión de rayos X pero sabía que su padre había adquirido un semblante serio.
 
- Esta ha sido una de las noches más largas que me he enfrentado en toda mi carrera- dijo con una voz apacible.

Maki parecía no entender porqué de pronto su padre había cambiado el tema.
El señor Nishikino continuó hablando:

- He visto más sangre el día de ayer que en todos los años que cursé en la Universidad. Es una noche que jamás será olvidada por nosotros ni por esta ciudad; mucha gente lloró y sufrió en la sala de espera del hospital. Otros se debatieron entre la vida y la muerte. Niños, adultos, ancianos. Creía que esta pesadilla jamás terminaría. Por fortuna, varios colegas míos vinieron al llamado de auxilio. Realmente son buenas personas. Apasionados de su profesión- El hombre hizo una pequeña pausa y miró a su hija por fin. Tenía una cara seria y triste. Maki sólo se limitaba a escucharlo.

- Siempre dicen que las tragedias ajenas hacen que uno valore lo suyo- dijo el hombre con una media sonrisa. - Quien haya dicho esta frase debió sufrir mucho. Pero ese no es mi caso; yo soy un hombre feliz. Soy un hombre que se ha casado con el amor de su vida y tiene una hija de la que se siente y se sentirá profundamente orgulloso. ¿ Sabes porqué?- cuestionó el papá de Maki. -... porqué yo así lo prometí. Y creo (bromeó) que he cumplido como padre y como esposo.

- Papá - dijo Maki con un llanto entrecortado.

El señor Nishikino se levantó de su asiento y miró de nuevo a la ventana.

- Cuando me casé con tu madre yo le aseguré que nada le faltaría. No estaba refiriéndome exclusivamente a lo material. Yo tenía la certeza de que ella y mis futuros hijos (interrumpió) , bueno, de que a  ella y a ti no les faltaría nada. Yo le juré que ella iba a ser la mujer más feliz no solamente de todo Japón sino de cada rincón del planeta. Aún si la muerte me llevase mañana mismo, tu madre no tendría porqué llorar de tristeza porque yo le he dado y a ella a mi,  suficiente felicidad para afrontar un futuro sin ninguno de nosotros. Un futuro que pensamos heredarte a ti.
Yo he cometido muchos errores en mi vida, ¿Sabes porqué? Porque no soy perfecto. La humanidad no lo es y jamás lo será. Jamás seremos comprendidos y eso me duele porque hoy has decido amar a alguien de tu mismo género y los retrógradas no lo aceptarán. Estoy triste,  pero no por tu decisión, sino por lo que la gente carente de sentido pudiera hacerte. No permitiría jamás que alguien te lastimase. No estoy dispuesto a seguirme quedarme sentado viendo como personas ignorantes hacen mal a otros. Yo, hija. Quiero que seas feliz. Quiero que hagas lo que amas hacer y estés con quien quieras estar; y sobretodo, quiero que nunca permitas que alguien te haga daño. Sólo así podrás entender y valorar lo significativo de la vida. Sólo de esa forma descubrirás de qué tipo de felicidad te estoy hablando.

Hubo un silencio en toda la habitación.

Ya todo estaba dicho.
 

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