Capítulo I

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CORREGIDO

—Buenos días, Zelena. —dijo Regina acercándose a una pelirroja con ojos expresivos la cual se encontraba detrás de una computadora trabajando ella supone como recepcionista.

— ¿Cómo sabes mi nombre? —pregunto hilarante la pelirroja, ella no era amable con muchas personas principalmente con personas que no conocía y ya la llamaban por su nombre.

—Disculpa, soy una aprendiz la cual está a prueba para poder formar parte del equipo de trauma Alpha. —respondió la morena acomodando un mechón de su cabellera detrás de su oreja apenada por la situación analizando a esta mujer con un carácter bastante grosero para ser parte de Brookwood.

—Así que eres la nueva.
—suspiro la pelirroja sonriendo con burla olvidando por un momento su actividad en el monitor. —La matadita de la universidad. —completo riendo escaneado a la morena con su mirada.

— ¿Perdón? —preguntó la morena molesta, siempre había personas que la llamaban así y jamás le había gustado pero gracias a evitar fiestas, grandes borracheras y churros llenos de marihuana ella estaba aquí hoy. Eso era lo que importaba.

—Lo que escuchaste, seguro eras esa cerebrito a la que nunca invitaban a las fiestas y era la niña del diez, consentida de los maestros. —respondió Zelena recargándose en el mostrador haciendo un puchero el cual solo Regina pudo identificar como burla.

—Pues al menos no termine como tú. —respondió Regina tomando una carpeta llena de documentos para presentar a los médicos a cargo.

— ¿Triunfadora y con una historia que contar? —preguntó la pelirroja acomodando su cabello con garbo mientras regresaba a mirarla intentando infundirle miedo a la pequeña Mills, algo que claramente no logro. Aquellas historias siempre terminaban en desgraciadas resacas y exámenes reprobados, algo que Regina identificó enseguida.

—No. —respondió Regina mirándola formando una sonrisa. —Patética y de administradora en un hospital. —completo dándose la vuelta no sin antes agregar. —Con permiso, secretaria.

—Idiota. —murmuro la pelirroja tomando su lugar de antes para continuar con su trabajo.

Regina solo ignoró el mal momento con aquella pelirroja mientras sin dejar de sonreír se dirigía a la oficina para conocer al director de trauma, el señor Frederick Benson a quien le presentaría su equipo de trauma del cual muy pronto formaría parte si las cosas salían bien. Ella solo esperaba una cosa, que sus compañeros fueran agradables y se sintiera cómoda en su prueba el día de hoy.

— ¿Buenos días? —preguntó Regina entrando a una oficina color blanco adornada con un sillón el cual se veía bastante cómodo, asientos de piel frente a un escritorio de cristal pulido, la mayoría de estos muebles eran color café y tomo asiento cuando el doctor se lo pidió.

—Buen día, señorita... ¿Mills? —pregunto el doctor sonriendo extendiendo su mano para estrecharla, era un hombre alto, pero no con tanto musculo, su cabello era color negro junto a sus ojos los cuales resaltaban por un característico color café. Era bastante atractivo y su voz gruesa digna de un americano hacia poner a la mujer frente a él un tanto nerviosa.

—Regina Mills, un gusto doctor Benson. —respondió la morena sonriente justo después de analizarlo, definitivamente era apuesto, pero no su tipo, definitivamente no.

—Bienvenida al Brookwood Medical Center. —el hombre se sentó justo después de que ella lo hiciera.
—Necesitó tus documentos. —pidió sonriendo mientras extendía su mano para recibir aquellos papeles.

—Aquí tiene. Espero que todo se encuentre en regla. —Regina sonrió notando una mirada a su carpeta parte de él a sus diplomas y postgrado que acreditaban sus habilidades.

Dependo de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora