Pasaron dos días y medio desde que Robin había despertado. El avance había sido progresivo con Robin pues su cada vez sentía más y hoy había sido su última terapia, él se iría por fin del hospital.
—¿Y bien? —preguntó Zelena quien había tenido un descanso de quince minutos junto a la morena—
—¿Bien que? —regresó la pregunta comiendo sus papas fritas—
—¡Oh vamos! —gimió la pelirroja enojada— Le diste terapias en la alberca... —sonrió robándole una papa—
—¡Hey, mis papas! —exclamó en forma de berrinche pegándole a su mano— ¿Que tiene que ver? Tuvo un rápido progresó y vengo de darle la última sesión, él abandonara hoy Brookwood. —finalizó tomando un sorbo de su botella de agua—
Zelena la observó un poco triste, ella sabía lo que sentía por Robin y el gran secretó que le habían ocultado. La pelirroja había llegado a apreciar a Regina como una hermana pues ella no tenía familia, sus padres adoptivos habían fallecido y su madre biológica la había dejado en una misera caja e cartón frente a un convento cuando apenas tenia dos días de nacida, no tenia a nadie. Regina era su única familia hasta el momento aunque no se lo hiciera saber a la morena, ella la amaba como a su hermanita menor.
—¿Es grande? —preguntó Zelena intentando mejor el ambiente y cuando vio los grandes ojos de la morena se echó a reír—
—¡Zelena! —gritó sonrojada bajando su mirada poniéndola fija en sus papas—
—Eso quiere decir que es una decepción. —hizo un puchero Zelena tomando de su Coca-Cola—
—No es una decepción. —aseguró Regina en defensiva levantando su mirada—
—Eso quiere decir que si lo viste. —afirmó la pelirroja con aire de triunfó levantando una ceja—
—¡No! —gritó en voz baja nuevamente— No lo hice, mi profesionalismo es mucho más que eso. —aseguró Regina tomando más agua al darse cuenta de la cuartada de Zelena—
—Pero tus necesidades como humano pueden decir mucho. —aseguró la pelirroja nuevamente mientras veía a su amiga poner sus ojos en blanco riendo un poco—
—Eres una idiota, Oz. —rió usando su apellido como alternativa fingiendo enojo pues sabía que cuando reía nadie le creía esa expresión—
—Y me amas por eso, alma hermosa. —sonrió triunfante robándole dos papas más mientras Regina asentía accediendo a compartir de su preciada comida por fin—
Mientras las chicas continuaban con su platica Robin se encontraba en su habitación junto a su madre quien le había entregado algunas de sus cosas para que se cambiará esa ropa de hospital.
—Gracias mamá, definitivamente me siento más cómodo con esto. —sonrió a la mujer mayor que estaba sentada en el sillón de la habitación-
—Verte con ropa de hospital no me hacia tan feliz. —confesó la mujer mientras posaba su vista en unas hojas que estaban encima de una mesa— ¿Y esto? —pregunto sosteniendo aquello—
—Es una historia. —sonrió a medias Robin cerrando una mochila con sus pocas pertenecías y cosas para su aseo personal— Regina... —se dio cuenta de su error, enseguida corrigió— Mi traumatologa personal me leía cuando yo estaba en coma, supongo. —término carraspeando un poco sentándose en la cama—
Catalina sonrió genuinamente cuando su hijo nombró a cierta morena. Ella estaba agradecida y encantada con Regina, salvo a su hijo y lo cuido hasta hacer que despertara. Catalina prácticamente sentía que le debía la vida. La morena le había devuelto a su pequeño príncipe.
ESTÁS LEYENDO
Dependo de ti
FanficRobín de Locksley es un hombre esta en riesgo de perder la vida al tener un gravé accidente en su automóvil tras chocar contra un carro de carga, es llevado al "Brookwood Medical Center" donde los médicos más prestigiados del mismo intentarán salvar...