I'm Bad | JJK©

Uno

—lo sé papá, te llamo luego ¿si? Bien, adiós.

Camino por el pasillo haciendo sonar mis zapatillas contra el suelo. Guardo mi celular en el bolsillo de mi chaqueta escolar color negro y volteó ligeramente hacia atrás buscando alguna dirección interesante.
El uniforme es muy bonito, es bastante similar a los que utilizan en kdramas, aunque no estoy muy segura. Me bajo la falda de atrás y me aseguro de que todo esté en orden. Temo que soy la única que no tiene amigos en su nueva escuela. Todos están es sus respectivos grupos de amigos conversando o escuchando música en el campus. No tenía en mente hacer muchos amigos pero si los necesarios; me empeño en ir a buscar mi taquilla que es lo primero que he intentado asegurarme al llegar aquí.
El inmobiliario de la escuela en general es muy elegante y limpio; las áreas verdes son abundantes. Hay tres canchas muy grandes por lo que he leído en el folleto de la escuela, una de basquet, fútbol y voleibol. También cuenta con un restaurante que para profesores y estudiantes es totalmente gratis con comida de un alto costo; sustenta de unos baños muy ordenados y limpios. También, sin duda es una escuela bastante prestigiosa y sinceramente muy poco económica. ¿Cómo he llegado a parar aquí? El amigo de mi padre es de una familia lo suficientemente acomodada con un sueldo triplicado. Mi papá no lo es y como el señor Jeon es muy buena persona (Como cuenta mi padre) Ha querido pagar toda mi escolaridad aquí en Corea, se podría decir que es la primera vez que tengo suerte, esto no se vive todos los días, por lo que estoy y estaré agradecida con el señor Jeon el cual no conozco aún.

El hijo del señor Jeon también va en esta escuela y espero conocerlo, para tener algún amigo cercano aquí para poder orientarme en lo que queda de mi año escolar, si no es así, seré la única solitaria de la escuela, es hilarante pensarlo de esa manera, además de penoso.

Encuentro por fin mi taquilla que curiosamente está justo al lado de la enfermería. Busco mi número de ésta, que es el 136.
Justo al lado hay otra taquilla la cual está cubierta con pintura de spray color negro, tiene un graffiti pintado, no logro descifrar qué es realmente o qué sentido tendría. Da miedo. Me concentro y guardo todos mis libros que no necesito por ahora. El timbre suena justo cuando ya he guardado todo; la mayoría de los estudiantes se van a sus respectivas aulas. Estoy muy desorientada, no sé a dónde tengo que ir realmente. Y lo mío no es de preguntar porque al hacerlo me pondría muy nerviosa y el idioma aquí se me hace un poco complejo aún.

Entro a mi aula cuando ya me puedo ubicar al menos un poco, viendo los letreros y las inútiles flechas inciertas. Aún no ha llegado algún profesor, pero veo a todos sentados en sus pupitres mirándome como si fuera un animal del zoológico, o tal vez como un bicho extraordinario, ¿Nunca han visto a una latina en toda su vida? Me siento muy incómoda. Busco algún pupitre vacío, pero no hay ninguno más que al lado de un chico con cabello negro.

Usa una chaqueta de cuero en vez de la del uniforme, lo que me hace pensar en que es un desinteresado chico que solo viene a darle un uso a su pupitre. Por como todas las chicas se dan vuelta mirarlo puedo suponer que es el chico más codiciado del salón ¿No?

Me acerco hasta a él con pasos inseguros; todos los demás del aula me siguen con sus miradas. Me siento a su lado tímidamente y trato de hacer mi mejor intento de carisma con tal de sociabilizar. Él se da vuelta a mirarme y le sonrío amablente, como lo haría con cualquier persona. Por cortesía y amabilidad.

—Hola, soy...

—No me interesa —me interrumpe de una forma que no puedo descifrar muy bien pero me da un escalofrío de inmediato; Me quedo con mi boca hasta los pies, me ha sorprendido que hiciera eso apenas le he dicho unas palabras, a lo mejor está de mal humor. Los chicos que están adelante de nosotros se dan vuelta de inmediato porque han escuchado como él groseramente me humilló.