I'm Bad | JJK©

Cinco

me levanto rápidamente de el suelo, ya me da lo mismo el peluche, estoy tan avergonzada, mi padre ha visto eso y no solo él, sino el padre de Jungkook, quien está detrás del mío observando con los ojos bien abiertos a su hijo especialmente.

—Papá yo...

—No se preocupen, nosotros no quisimos interrumpir...

—Papá ¡no es lo que piensan! —le grito apenada por la situación, ellos cierran la puerta rápidamente sin querer algún tipo de explicación. Me giro para ver a Jungkook que ya se ha levantado del piso. —¡fue tu culpa! —lo encaro molesta y a la vez avergonzada.

—¿Mi culpa? ¡déjame recordarte que tu has sido la que se abalanzó de esa manera! —protesta molesto

—¡Porque tu has estado tomando mis cosas desde que me seguiste hasta mi habitación! ¡Intruso!

—¿Qué más quieres que hiciera? ¡estoy aburrido! Ojalá me hubiera quedado en casa —dice el regañadientes molesto.

—¿Para hacerte quien sabe qué cosas con las revistas porno? —digo sin pensarlo.

—Já, eso no es de tu incumbencia, deberías preocuparte por madurar y botar todos estos peluches viejos y feos que tienes —me comenta tomando al peluche roto del suelo.

—Estos no son mis peluches —le admito mirando como ha roto el peluche que tiene en sus manos.

—Entonces ¿De quién son? ¿De tu padre? —confiesa sarcásticamente. Me quedo en silencio por unos segundos y dudo si decirle o no.

—Eran de mi mamá —confieso. —Les pusimos nombres a todos cuando era pequeña...

—¿Así? ¿Dónde está tu mamá? ¿Acaso ella es capaz de jugar con estas porquerías? —insulta tirando el oso al suelo.

—Mi mamá murió hace unos años —le sincero sin pensarlo. De inmediato se queda en silencio y su expresión cambia radicalmente a una más relajada y algo decepcionada. Hay un silencio muy incómodo que quiero acabar pero no encuentro cómo, recojo el oso de peluche, pero él me lo quita de las manos.

—¿Tienes aguja e hilo? —asiento tímidamente, voy hasta unos estantes que hay en mi escritorio y saco una aguja y un ovillo de hilo. Me acerco a él y se lo entrego. —gracias —lo toma y se va, no sé a dónde. Luego de unos minutos escucho como se despiden amigablemente.

Se va a llevar mi osito y de paso mi aguja y el hilo que por cierto no es tan importante, corro hacia abajo en busca de Jungkook a pedirle explicaciones.

—Lo lamento, tu novio ya se ha ido, hija —me molesta soltando carcajadas.

—Papá... No somos novios, recién lo conozco hoy, y no es como parece. Él es muy rebelde, no ha hecho nada de lo que dijo —le admito mirando al rededor de la sala por si ha dejado mi peluche.

—¿Hablas en serio? Él es un buen chico, tiene muy buenas calificaciones y además es de confianza, es un buen candidato para ti, deberías pensarlo mejor, cariño —insiste nuevamente con un ápice de alegría.

—Por ahora no, papá —le digo volviendo a mi habitación.

Escucho un suspiro de su parte junto con un murmuro pero prefiero pasar y dejarlo estar. Y por cierto ya me he convencido de que se ha llevado mi peluche, debería darlo por perdido, sé que va hacer lo que se le plazca con mi peluche.

{...}

Me pongo lo más rápido que puedo mi uniforme sin dejar que se arrugue ni un poquito, me calzo como nunca los calcetines negros y luego las zapatillas. No usamos mucho los hábitos coreanos ya que es muy complicado siempre quitarnos los zapatos dentro de casa, es por ello que vivimos como si estuviéramos en nuestro país natal. Pienso si hacerme desayuno o irme simplemente... ojeo el reloj con prisa, no alcanzo a desayunar... Diablos.

—Hija, segundo día de clases y ya vas tarde —me recuerda viendo como me cepillo los dientes apresurada.

—Sí, lo lamento papá, te quiero —beso su mejilla y me voy lo más rápido que puedo.

Mis pasos al caminar son densos y rápidos, no me detengo para mirar hacia atrás porque simplemente ya no puedo, el autobús se ha demorado demasiado en pasar a recogerme es por eso que ahora he llegado diez minutos tarde.
Meto todo en mi taquilla dejando solo el cuaderno y los libros que me tocan.

—Vaya, la niñita llorona de peluches ya ha llegado tarde a su primera clase del segundo día, que pena —me molesta Jungkook que se acerca para abrir su casillero. Me sorprende ver como ya le han quitado la pintura... ¿Cómo...?

—Tú igual has llegado tarde, así que no me molestes Jeon.

—¿Te ha molestado preciosa? Pues me da absolutamente lo mismo. —cuando abre su casillero veo las revistas pornográficas que lleva ahí, incluso deja algunas para luego llevarse otras, es asqueroso.

—No me digas preciosa —le ordeno entre dientes, asqueada.

—Entonces fea —se burla sacando una revista de las cinco que tiene, la mete a su mochila y se relame los labios.

—Eres un...

—No me interesa escucharlo, sé lo que vas a decir así que, mejor me voy a mi clase ya que voy doce minutos tarde, no quiero seguir perdiendo mi tiempo —me guiña el ojo y se va. Gruño, me giro para decirle algo

—¡Jungk...! —veo a un tipo que se acerca a nosotros, tiene pinta de ser alguien importante de la escuela y eso me aterra. No quería tener problemas y menos él segundo día de escuela.

—¿Qué cree que está haciendo señorita Young? —me llama la atención, veo como Jungkook se da vuelta y observa como a unos dos metros.

—Yo solo estaba...

—Ella está conmigo —interviene Jungkook poniéndose delante de mí despreocupado. Me sorprende que lo haga aún cuando estaba molesto.

—Joven Jeon, eso no explica absolutamente na...

—¿Quieres perder tu maldito trabajo Kim? —el hombre niega lentamente, jungkook le hace un gesto y se va.

—Graci...

—No es necesario tn_____, no me lo agradezcas, no creas que porque lo he hecho ya me caes bien —su palabras hieren un poco pero de todas formas da lo mismo, será siempre así.

—Oh joder, sólo te agradezco —camino delante de él.

—Genial ahora voy quince minutos tarde a clase por tu culpa —me saca en cara con un gesto rebelde. Pongo los ojos en blanco y suspiro agotada de él y sus comentarios sarcásticos.

—No te pedí que intervinieras en esto, tu lo haz hecho solo —digo entrando a la sala, todos están en silencio y al abrir la puerta nos miran impresionados, susurran cosas entre sí como si fuera novedad. El profesor se da cuenta de nuestra nueva presencia y suspira por haber interrumpido su clase.

—¿Qué necesitan? —dice confundido.

—Pues... Llegamos algo tarde ¿podemos pasar? —murmuro mirando a YoonGi quien mira a Jungkook de una forma extraña.

—Pueden pasar pero para la próxima, serán enviados al despacho de la directora, adelante—asiento pasando al aula junto con jungkook quien me sigue por detrás. Me siento en el asiento de ayer, sin embargo, Jungkook se sienta en otro pupitre en la fila de al medio.

—Hola tn____ ¿puedo sentarme contigo? —me pregunta YoonGi tomando sus cosas aprovechando que Jungkook se ha cambiado.

—Sí, claro —le respondo con una sonrisa. En un movimiento brusco Jungkook se levanta de su asiento y vuelve a sentarse al lado mío. YoonGi gruñe y aprieta sus dientes tensándolos.

Miro a Jungkook impresionada por su acto. ¿Cuál es su problema? Es un idiota. Se pone los audífonos y mira hacia la ventana haciéndose el indiferente y desinteresado.
Es el segundo día y ya me estresa tenerlo al lado.