I'm Bad | JJK©

Catorce

—¡Jungkook! —me levanto de la cama en un gran salto, tropiezo y caigo de espaldas hacia el suelo. Esto no puede estar pasando Jungkook nunca durmió conmigo ¿verdad? Quiero creer que es así. —¿qué haces aquí? Vete de mi habitación ¡fuera! —le chillo, tomo uno de mis peluches y se lo lanzo en la cabeza.

—No grites, estoy durmiendo, ten más respeto por las personas que quieren descansar —se queja con su voz ronca y soñolienta.

—¡claro que les tengo respeto! Pero lo que pasa es que ¡tú estás durmiendo en mi cama! ¿y sabes qué hora es? —le sigo reprendiendo destápandolo pero vuelve a abrigarse con mis sabanas. Ni siquiera me responde la pregunta —ni yo sé cómo terminó aquí... —me susurro mirando como se ha cubierto hasta la cabeza para que no le llegue la luz del sol en su cara.

—dame cinco minutos más, por favor —me pide pero su celular suena, gruñe molesto y maldice en voz baja. —¿qué quieres? —dice de mala gana.

—¿Jungkook? —escucho la voz de...

—Rosé, lo siento creía que eras Jimin —bufo molesta y me pongo a recoger todos mis peluches que se han caído al suelo por culpa de él quizás. —sí claro, pero... Tal vez... No lo sé estoy ocupad... No tranquila estoy libre todo el día —le dice levantándose de la cama. Me doy vuelta para no verlo sin camisa, ¡Dios mío esto es tan humillante! —Bien, entonces nos vemos —le ordena algo frío como si le diera lo mismo o tal vez es porque yo estoy presente. —¿Qué haremos hoy? —me pregunta volviendo a sentarse en la cama.

—Pues... Yo iré a ver a EunBi y si no puedo... Pues me quedaré aquí —le digo.

—Iré a ducharme —se pone de pie otra vez y antes de salir se detiene en seco. —Así tn____, estuviste genial anoche —lo miro perpleja, se gira y me hace un gesto que para mí es muy humillante.

—¿Qué? —replico.

—Me gustan las chicas con entusiasmo, como tú anoche—me giña el ojo derecho y se relame los labios lentamente.

—¿Qué? —me levanto del suelo y me acerco a él para más explicaciones. —¿Qué ocurrió ayer? ¿cómo es que amaneciste en mi cama? —le interrogo molesta

—pues... Anoche tu y yo nos encerramos aquí y tuvimos sexo, solo que te desmayaste y no recuerdas nada aunque una tonta niña como tu va creer todo lo que le dicen —camina hacia su cuarto pero lo detengo poniéndome en la puerta.

—¿es mentira entonces? —insisto asustada con el temor en mis manos. Él ríe muy arrogante se está burlando de mí.

—en serio, eres más tonta de lo que creí ¡claro que no hicimos nada! ¡ni yo sé cómo llegué a tu habitación! —me admite más serio.

—Ah... —musito más tranquila. Me quedo analizando la situación pero no puedo disculparme por ser tan dramática a veces... Me cierra la puerta en la cara sobresaltándome repentinamente, su actitud así me irrita ni yo sé cómo Rosé lo puede aguantar tanto... es que también ella es su novia y yo soy simplemente una extraña que es hija del mejor amigo de su padre, no somos absolutamente nada y tampoco me gustaría ser algo más de él, me estresaría tener a un amigo como él. Me doy la vuelta lentamente pero su puerta se abre.

—tn____ lava esto —me ordena lanzándome una camiseta de él. Tampoco alcanzo a protestarle ya que vuelve a cerrar la puerta en mi espalda. me gustaría pisar su cara y aplanarla como un rodillo de madera o mejor aún, uno de metal. Le lanzó nuevamente la polera hacia su puerta ignorando su orden para luego bajar a la cocina.

La puerta suena tres veces seguidas sin prisa, como si unos nudillos frágiles estuvieran golpeando la puerta, me acerco a la puerta pero no quiero abrirla, sé perfectamente quien es y estoy segura que de tan solo ver su rostro me voy a sentir mal, ella es muy perfecta, en nada podría ganarle, es demasiado perfecta para poder compararme con ella, porque ella es... un ángel, alguien especial y yo soy muy ordinaria, demasiado.