Capitulo 1

31.3K 911 112
                                    

Aún recuerdo aquella mañana, fue tan rutinaria como todas las otras.

La alarma sonó a las 5:00 am en punto avisándome que mis vacaciones de verano se habían terminado y tenía que volver a el edificio lleno de presión social que todos llamábamos escuela.
El levantarme por las mañanas era demasiado pesado, sin contar que me había acostumbrado a dormir y despertar tarde por las vacaciones. En ese instante un vago sentimiento de querer tomar clases por las tardes me inundo, sentimiento que fue interrumpido por la realidad de que mis padres no lo tolerarían y que ciertamente no era algo que quería con franqueza.

—¡Artemisa Despierta! -Escuche gritar a mi madre.

Aquella mujer de pelos castaños y ojos verdes era mi madre; aún tenía su bata de dormir y aunque se suponía que debería de verse horrible por las mañanas era todo lo contrario, aquella mujer era hermosa y elegante aun cuando se levantaba.

—Ya estaba despierta mamá. -La mire sonriendo con ironía.

—¿Nerviosa? -Negué rotundamente– Es el último año -Y aquí íbamos—... Quiero que sepas que decidas lo que decidas te apoyaremos, pero sé que tomarás la decisión correcta.


—Lo se mamá -Sonreí para tranquilizarla– Ahora necesito tomar una ducha y apurarme ya que lo que menos deseo es llegar tarde y atrasar a papá.

Ella asintió y dejo un beso en mi frente antes de irse.

Tomé la toalla y caminé hacia la puerta que se encontraba en el otro extremo de mi habitación, el baño, coloque la lista de música y deje que sonara aleatoriamente mientras me desvestia, abrí el grifo de la tina y me metí sin pensar dejando que el agua tibia cayera por mis hombros.

Necesitaba dormir un poco más.

Cerré un momento mis ojos y deje llevarme por la cálida voz de Gilbert O'Sullivan.

—¡Artemisa son 5:30 am! -Y la cálida voz de mi madre me regreso a la realidad.

Sin pensarlo me levanté rápido y comencé a enjabonarme y lavarme el cabello para salir lo más rápido de la ducha.

6:00 am.

Cepille mi largo cabello castaño, tome mi teléfono, los audífonos, la cosmetiquera y salí corriendo de mi habitación.

Al llegar a el comedor, mi madre, mi padre y mi pequeña hermana ya se encontraban desayunando todos juntos, deje mis cosas a un lado y me senté.

—Buenos Días.

—¡Buenos Días Artemisa! -Mi pequeña hermana fue la primera en responderme dándome un alegre beso en la mejilla.

Noelle era mi hermana menor, tenía el cabello castaño y los ojos color miel como los Sarmiento, ella era la imagen de mi padre en mujer.
Noelle Héléna era su nombre, mi madre los había escogido sin consultar a mi padre, él había tenido mucho poder sobre mi según madre y ahora era su turno.

—¿Desea jugo y hot-cakes? -El ama de llaves se acerco a mi.

—Si Nora, lo mismo que mi hermana. -la joven sirvienta asintió para después alejarse en dirección a la cocina.

El Último AñoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora