La mañana de aquel día empezó muy diferente a las demás.
Al despertarme un arreglo de magnolias blancas se encontraba en el mueble frente a mi cama.—¡Artemis! -Noelle exclamó entrando a mi habitación- ¡Feliz Cumpleaños!
Sonreí ampliamente abriendo mis brazos para corresponder su cálido abrazó.
—Toma -mi pequeña hermana me ofreció una caja de papel al parecer hecha por ella misma– ¡ábrelo! ¡ábrelo!
Sonreí emocionada abriendo la pequeña caja de papel, el brazalete con la pequeña mariposa me hizo mirarla sorprendida.
—¿Cuanto te ha costado esto hibou? -Cuestione fascinada.
—Las mesadas de un año entero -Respondió ella con una pequeña sonrisa–. ¿Tu gusta?
—Es maravilloso Elle, muchísimas Gracias.
Me abalance sobre ella para repartir besos por su cara.
—¡Pablo ha traído las flores! - la pequeña niña señaló el arreglo de magnolias– Papá no lo ha dejado pasar pero Nora las recibió.
Ambas reímos por lo bajo.
—Sabíamos que eso pasaría. Andando Elle el instituto nos espera - le di un pequeño golpe en sus piernas para que se levantara–. Y gracias.
Mi pequeña hermana soltó una risa y salió corriendo de mi habitación.
Me levanté de la cama después de colocar el brazalete en mi muñeca, tome el ramo de flores blancas y les quite el papel protector.—Espero no las arrojes por la ventana, no creo que el peluche quepa por ahí también -mi padre hizo acto de presencia en mi habitación–, se verán más lindas en un florero.
—Hola a ti también - gire sobre mi propio eje para verlo bien–, ¿Qué es eso?.
—Pablo lo ha traído también -se recargó en el gigantesco delfín de peluche– es lindo ¿No?
—Lo es. -admití.
—Feliz cumpleaños mi pequeño gran amor -papá me abrazo besando mi cabeza–. Por favor, deja de crecer.
Reí ante su comentario: —Te aseguró que yo tengo los mismos deseos que tú.
—No tardes. -Respondió con una risa antes de salir de la habitación.
Lo ví alejarse y me apresure a cerrar la puerta, coloque las flores en agua y rápidamente me adentro en la tina para tener al menos un relajante baño por aquella mañana.
—¡Artemis es tarde! -Noelle grito mi nombre minutos después– ¡Sal del baño!
Reí ante sus reclamos, su carácter era el mismo que el de mi madre. Con cuidado de no resbalar como el día anterior, salí de la bañera colocando una toalla alrededor de mi cuerpo.
El día no pintaba favorable para un vestido, pero contra todos los pronósticos -de mis padres en especial- decidí arriesgarme. Coloqué la tobillera antes de ponerme los botines negros, cepille mi cabello y bajé en dirección a el comedor con las llaves y mi teléfono en mano.—Bon anniversaire mon amour. -mi madre comentó con una sonrisa al sentir mis labios sobre su mejilla dejando una mano en mi cara por varios segundos.
—Merci maman. -Respondí tomando una manzana del cesto de fruta.
—¿Te gustó el peluche? Tardamos mucho en encontrarlo como para que me digas que no.
Mire desaprobatoriamente a mi padre quien sólo se limitó a sonreír y a encoger los hombros tratando de excusarse.
—Es précieux mamá, gracias. -musite con una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
El Último Año
عاطفية¿Qué estarías dispuesto a hacer por amor? Esa era una pregunta que Artemisa se formulaba todos los días al verla. ¿Qué está permitido hacer por amor? Esa pregunta se robaba los pensamientos de Minerva al estar con ella. Dicen que nadie escoje a su...