Uncontrolled Love [OnKey]

CINCO.

Kibum abrió lentamente los ojos, tenues rayos de sol se colaban por la ventana, un suspiro pesado escapó de sus labios y se removió en la cama doliéndose del cuerpo entero, Minho realmente era brusco con él.

Miro el reloj electrónico del buró junto a la cama, mostrando un simple 8:35 am, asustado se reincorporó observando que Onew aún dormía en una no tan cómoda posición. Se levantó de la cama y removió al castaño con suavidad.

— Onew, cariño, ya es tarde y debes de ir a la universidad...

Jinki sólo cambio de posición ignorando por completo lo que su madre le decía.

— Onew... - nuevamente le movió haciendo que por fin su hijo abriera los ojos, aún muy adormilado — Vamos, debes de ir... Es muy tarde ya...

Kibum suspiró soltando una suave risa, su hijo merecía aunque sea un poco de descanso, siempre mantenía excelentes notas por lo cual que un día faltará no creía que fuera a afectarle mucho.

Sin más le cubrió mejor con la frazada colocándole otra extra por si acaso, antes de ir a su recámara para darse un baño, miro la ropa que se había quitado la noche anterior, gotas rojizas adornaban la suave tela, los recuerdos de como estaba ahí la sangre llegó a su memoria, ya no quería pasar por eso nuevamente. Media hora más tarde ya se hallaba en la cocina haciendo el desayuno.

Cerca de las diez de la mañana Onew bajo aún en pijama, sintiendo en el ambiente un dulce sabor que se extendía por toda su casa, sonrió amplio yendo directo a la cocina dónde halló a Kibum.

La mañana transcurrió normal y tranquila, Kibum plática sobre algunos temas con Onew, ignorando o cambiando completamente el tema cuando su hijo quería saber algo sobre su relación con Minho, no quería recordar en ese momento, sólo quería disfrutar de la compañía de su hijo.

— Omma debo de ir a la universidad por unos documentos, ven conmigo... - pidió el castaño a su madre, esperando aceptará su propuesta.

— Onew ve solo, no pasa nada, no tengo ganas de salir - Kibum sólo sonrió tomando los trastes sucios para colocarlos en el fregadero, no iba a negar que tenía miedo de que Minho regresara, pero quería terminar con él estando solos.

— No te pienso dejar solo, omma Minho no es una buena persona, por favor ven conmigo, no te dejare aquí solo. - Onew se levantó de su lugar yendo donde su madre a quien le tomó de la manos, mientras le miraba con suplica en los ojos.

— ¿Y qué se supone que iré a hacer? No tengo nada que hacer allá, Onew ve solo...

— No, mira omma sólo debo ir por un documento será rápido, de ahí podemos pasar a comer algo... O un helado, como antes ¿recuerdas?

Un suspiro largo escapó de los labios de Kibum mostrando un sonrisa de completa resignación — Bien iré contigo...

Onew beso su mejilla y subió corriendo para cambiarse e ir arreglado, algo en su interior le hacía sentir dichoso, se sentía bien al saber que saldría con su madre.

Minutos más tarde ambos ya se hallaban caminando por la acera a paso lento, Kibum miraba a su alrededor como niño pequeño, en ese momento se sentía demasiado bien... Y libre, libre de poder mirar todo lo que pasa a su alrededor, de ver a las personas sin miedo a que alguien le reproche algo.

Kibum se sorprendió de ver que la universidad a la que asistía su hijo era enorme y muy bonita, al menos sabía que Onew tendría una buena educación, de igual forma se sorprendió al darse cuenta que aquel trámite que su hijo iba a hacer había sido demasiado rápido, cuando menos se dio cuenta ya iban de camino al centro por un helado.

Ambos se sentaron en una banca del pequeño y tranquilo parque, observando a los niños que corrían y jugaban, Kibum sonrió al recordar que Onew no había sido muy bueno en ninguna de esas actividades.

La tarde pasó rápida, cuando menos se fueron cuenta el cuelo ya estaba empezando a oscurecerse, las farolas de las calles se encendían iluminando el camino, Kibum platicaba con su hijo de algunos recuerdos que llegaban a su mente, su pequeño Onew había sido su mayor orgullo desde siempre, incluso a pesar de todo lo que había tenido que vivir en esos años, podía decir que a sus 33 años se encontraba conforme con todo, excepto la relación que llevaba con su esposo.

Onew tomó la llave de la puerta y abrió encontrando un gran desorden por todo el lugar, cosas tiradas por doquier, retratos rotos y todos los muebles en otro lugar el cual no le correspondía, era como si un tornado hubiese pasado en el interior de su casa, dejando un total caos por doquier.

Kibum entró lentamente, el miedo rápidamente invadió su cuerpo, sus manos comenzaron temblar y su corazón latía con velocidad, pasó saliva agachándose para tomar un retrato de su "bella" familia, la duda creció en su interior tan pronto notó que su rostro había sido eliminado al ser rasgado, ¿Minho alguno vez lo había amado? Sin respuesta alguna, dejo la foto en el suelo y se levantó para seguir observando el desorden.

A paso lento Onew avanzó por la sala, llegando a la cocina, realmente no podía creer lo que observaba, lo primero que cruzo por su mente fue un sencillo "nos robaron" sin embargo deshecho la idea al notar que todos sus objetos de valor se encontraban ahí, desde el televisor hasta su laptop, nada faltaba, sólo una persona le llegó a la mente al pensar en el responsable.

Onew se entretuvo tomando algunas cosas mientras las ordenaba colocándolas en su lugar correspondiente, un pesado suspiro escapó de sus labios, odiaba a Minho, lo odiaba tanto que incluso le deseaba la muerte, no podía creer que ese tipo que estaba casado con su madre fuese realmente su padre; los celos rápidamente lo invadieron ¿porqué no respetaba y cuidaba a Kibum como debía ser? Él merecía toda la felicidad del mundo, era perfecto, no necesitaba ningún cambio, si tan solo él pudiera demostrarle a Kibum la verdadera felicidad y amor, lo haría.

Un fuerte estruendo lleno la casa sacándolo de sus pensamientos, sin más Onew salió rápido de la cocina sorprendiéndose con lo que observaba.

Sus ojos se abrían en demasía.

Su quijada temblaba.

Se quedó en shock.

No sabía que hacer o decir.

Negó débilmente con la cabeza.

Aquello no podía ser cierto...

Rápido se acercó comprando tuviera pulso, al ser así llamó a una ambulancia, aquello no podía estar sucediendo. Miro sus manos estaban llenas de sangre, cálido líquido rojizo estaba esparcido por el lugar, manchando muebles y el piso.

No quería creer que eso fuera verdad.

No quería perder a Kibum, a su madre.

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Asdfghjklñ lo siento, tarde demasiado en actualizar, tuve algunos problemas 😣😣😣

En fin aquí está el capítulo, espero les guste, tanto como a mi 😘

Gracias por leer, votar y comentar.

Los amodoro. 🙆❤️