Uncontrolled Love [OnKey]

DIEZ.

"— No es normal, Jinki debemos detenernos... - su voz salía suave, sintiendo que que más besos eran dejados en su cuello y caricias a su cuerpo.

— No me importa, yo lo quiero y se que tu igual..."

Poco a poco los besos y las caricias comenzaron a subir de intensidad, las manos de Jinki se paseaban con delicadeza por la blanca piel, esa piel que ya no mostraba marcas de golpes, esa piel que nuevamente estaba pulcra y suave.

La ropa dejó de cubrir sus cuerpos, quedando únicamente rozando piel con piel. Kibum cerro los ojos, no sabía porque, pero estaba disfrutando bastante lo que Jinki hacia con su cuerpo y piel, esos dulces besos que eran repartidos en su cuello y pecho, esas manos paseándose con delicadeza, todo el momento era único y especial, su mente dejo de pensar, dedicándose únicamente a dejarse llevar por el momento íntimo.

Jinki se posó entre los lechos muslos ajenos, sintiendo la tibieza de éstos, poco a poco fue dejando que la excitación del momento le saturara la mente.

La movimientos eran lentos y tortuosos, excitantes y placenteros para ambos, los gemidos poco a poco llenaban la habitación, dejando en el ambiente un aroma erótico, sus cuerpos de movían al mismo ritmo, haciendo del acto algo único.

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Por la mañana siguiente Kibum despertó primero, abrió lentamente los ojos encontrándose con la luz del sol que entraba entre los pliegues de la entreabierta cortina, bostezo perezosamente y sintió una mano acariciar su cintura dejando figuras amorfas en su piel con la yema de sus dedos, asustado se giró en la cama, cubriendo su desnudo cuerpo con las sábanas, Jinki, su único hijo se hallaba en la cama junto a él.

Los recuerdos de los ocurrido en la madrugada llenaron su mente, la saturaron de imágenes e información, Kibum negó débilmente con la cabeza, él... Él había tenido relaciones con su hijo.

— Jinki... Yo... - las palabras se atoraron en su garganta, no sabía que decir, ni siquiera sabía cómo seguir viendo a su hijo, no después de lo que habían hecho.

— Kibum... - el mayor se quedó en silencioso, su hijo nunca le hablaba por su nombre — Solo paso lo que debía de pasar...

— ¡No! "Eso" nunca debió de pasar, entiende, eres mi hijo, no es normal...

— No me importa, yo te quiero... No, en realidad yo te amo, te amo como se aman las parejas, te amo de una manera irracional, mi amor no es el que debe de sentir un hijo por su madre, yo te amo...

— Lo siento... - Kibum mordió su labio inferior con suavidad, aún podía sentir sobre éstos los besos que Jinki le había dando en toda la madrugada, aún podía sentir sobre su piel las manos ajenas, aún recordaba como se sentía tenerlo dentro, llenándolo y dándole un inmenso placer, placer que hacía bastante años no sentía.

— ¿Es por lo que dirán las personas no? - interrogó notando que el mayor no mostraba ninguna reacción, por lo entendió que era esa la razón de todo — No me importa lo que la gente a nuestro alrededor​ diga, nosotros no decidimos a quien amar, solo sucede, esto es algo que yo no planeé, solo sucedió... De un momento a otro deje de verte como mi madre, como la persona que me dio la vida, como esa persona que cuido de mi desde siempre... Cada que te veo, pienso en ti como si fuéramos una pareja... Pienso en un nosotros.

— Jinki, yo no puedo, esto es demasiado para mi...

— Solo piensa... - el menor se acercó tomando con sus manos las de su madre, acariciando éstas al momento — Recuerda lo de anoche, fue diferente, lo sé, sé que no era el único que disfruto.