52. Corriendo peligros.

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Yo? Actualizando seguido?

-the old cande can't come to the phone right now. Why? Oh, cause she's in the bathroom.

HUNTER.

—Jenna, ¿ya has terminado? —pregunto irritado. Esta hace quince minutos desinfectando, poniendo cremas y cubriendo heridas. O es muy lenta o me esta haciendo perder el tiempo. Tengo el labio y una ceja rota nada mas. ¿Qué tanto podía tardar?

—Sí —responde para mi sorpresa.

—Al fin —suspiro levantandome de la silla en la que me habian puesto.

—¿Qué se dice, Hunter? —gruñe Tanner a mi lado. Odio cuando toma el papel de padre sobreprotector.

—Gracias, Jenna —mi tono se suaviza.

Ella asiente y se gira a tirar a la papelera todos los residuos cubiertos de sangre.

—¿A donde vas? —interroga Tanner apenas ve mis intenciones de abrir la puerta y largarme de esta incómoda habitación de hotel.

—A ver a Becky —contesto con rapidez. No me gusta dar explicaciones y menos a Tanner que esta sobre mi culo todo el rato pero es la única forma de que me deje ser.

No espero su respuesta y estrello la puerta con fuerza para cruzar a la de Becky.

Mi día iba bien. Fui a la playa, saque a relucir mis habilidades en la tabla de surf luego de un largo tiempo sin hacerlo, me reí con Tanner, recordando los momentos cuando todo estaba bien y no sé si considerarlo bueno pero conseguí el numero de siete chicas. Los tiré a todos, claro esta.

Si no es Julie no es nadie.

Toco la puerta dos veces. No sé siquiera porque estoy aquí, por mi me iría a tomar por culo a cualquier lado pero Becky hoy fue a un obstetra para ver como iban las cosas con el bebé, consecuencia de la caída de que sufrió hace dos días.

Me abre la puerta. Su rostro esta pálido, sus ojos rojos como si hubiese estado llorando y dos grandes bolsas oscuras descansan bajo sus ojos. Tiene una blusa color rosa y unos jeans claros.

—¿Esta todo bien? —es lo primero que pregunto. Las ojeras y la palidez son algo común en ella. ¿Llorando? Otro nivel.

—Sí —responde tomando una larga respiración. Se hace a un lado y me deja pasar a la habitación vacía. Sabia que Julie no estaría aquí, no soporta a Becky bajo ningún termino y honestamente, yo tampoco.

—¿Cómo te fue en el doctor?

—Hunter, tienes que sentarte —indica y señala su cama. Lo dice diferente, hay algo distinto en ella esta vez. No me grita, no esta histérica, no actúa como una perra. Esta neutral, tranquila. Nada propio de ella.

Y es por eso que le hago caso y me siento en el borde de su cama. No digo nada, simplemente espero a que ella hable.

—Felicidades —dice finalmente—. El bebé tiene altos riesgos de... morir.

Parpadeo con sorpresa. Me levanto de la cama sintiendo como la noticia me quiere tirar abajo.

—¿Felicidades? —es lo primero que pregunto. Lo digo tanto odio que me sorprende—. ¿Cómo puedes decirme "felicidades"?

—Al fin tendrás lo que siempre quisiste.  A mí fuera del plano y a Juliette en tus brazos.

—¡Rebecca esto es serio! —exclamo sintiendo como mi pecho se oprime—. ¿Es verdad?

—Sí —responde—. Me lo han confirmado. Tiene grandes posibilidades de... no sobrevivir.

—¿Hay... Hay algo que se pueda hacer? —pregunto.

La Tregua Perfecta (Completa) (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora