Acto seguido, Vitality me señaló con la barbilla la bajada de las ruinas, pidiendo que la siguiera.- ¿no vamos con Milenium?- pregunté.
- no, vamos andando esta vez- dijo con una sonrisa- los guardianes siempre serán tus fieles protectores, pero, nunca está de mal dejarlos un poco libres, ya que no son tuyos. Ahora Mile se irá a volar por ahí con su manada.
El Extarida asintió, y en un segundo, agitó sus alas y se fue alejando de nosotras.
Nos pusimos en marcha, y Vitality no parecía tener muchas ganas de hablar. ¿en serio? ¿vuestro mundo está en peligro y no tienes nada más que contarme?
Entonces, decidí romper el hielo preguntando una cosa que hasta el momento no me había atrevido a mencionar.- ¿podré conocer a Lyle?
Ella torció un poco el labio inferior, pero no dijo palabra.
- ¿pertenece al otro lado?- pregunté.
Ella negó con la cabeza.
- él vá con nosotros.
Yo decidí callarme al detectar el tono molesto de su voz. Definitivamente algo pasaba con Lyle. Algo importante y que al parecer, nos afectaba a todos.
Continuamos caminando hasta llegar a esa acera acompañada de una carretera de cristal.
- es allí- dijo ella señalando a un edificio que estaba delante de nosotras.
Era el edificio más alto de la ciudad, y también el más verdoso. Entonces lo reconocí: era el edificio sobre el que me había posado cuando conocí a Milenium.
Andamos de forma rápida hacia la puerta del edificio, la cual se abría por escáner de rostro y cabello. Un láser te identíficaba la cara, y una especie de analizador conseguía descifrar tu A.D.N. observando un mechón de tu pelo.
Vitality se puso frente a la puerta y esperó a que la luz roja del laser se posara sobre ella. Acto seguido, la puerta se abrío, y ella me guiñó el ojo.
- solo tenemos acceso aquí Lyle, tú, los científicos y yo.- explicó.
Entramos en el enorme lugar, dejando a nuestras espaldas el fuerte sonido de un portazo.
Dentro del edificio, había incontables plantas, y aún más salas.
Ella se dirijió hacia un cartel de indicaciones.- nosotros buscamos este: el 147.
Yo busqué el número que enunció. Coincidía con el siguiente nombre:
PLANTA 13
NÚMERO 147.
"PROYECTO DEL GRÁN GUARDIÁN"Verdaderamente, ese título impactaba. ¿tan fuerte y valioso era mi protector?
Vitality me indicó con su mano que la siguiera.
Utilizamos para subir los trece pisos, un ascensor en forma de tubo: un tubo transparente en el que solo cojía una persona y en el que subías mediante aire a presión.- sube tú primero- me dijo ella.- llévate las manos a los hombros como si estubieras en un ataúd; yo subiré detrás de tí.
Ella tocó el tubo, y este se abrió en forma de cápsula al sentir la huella dactilar; después la chica de armadura roja se apartó para dejarme paso.
Yo me metí en el artefacto y seguí las indicaciones de Vitality. Suspiré y pensé: "esta vez no mires abajo, por el amor de Dios".El airé a presión empezó a fluír debajo de mis pies, hasta que cojió fuerza y logró elevarme a gran velocidad. Yo, dejando a un lado mi auto-súplica, no pude evitar mirarme los zapatos.
- ¡HAY MADRE!- solté al fin.
Desee luego, estaba a más de 50 m. ¡volando en un tubo transparente!
De repente, el aire se paró y me soltó, perfectamente de pié, en mi destino: la puerta 147.
A mis espaldas, apareció mi guía, de forma rápida.- ¿preparada?
Yo asentí, y agité ligeramente todo mi cuerpo, intentando relajarme.
Ella abrió la puerta despacio, y dejó que entrara yo sola.
Después de que yo entrara, cerró el portón detrás de mí.
Miré a todas partes, en medio de una profunda oscuridad, ligeramente alumbrada por una ténue luz azul que venía de lejos; hasta que encontré un único pasillo, del cual venía la iluminación.
El corredor me llevó a una enorme sala, en la cual solo había una cosa: una cápsula gigantesca iluminada por rayos uva (de ahí provenía el brillo azul/ morado).
Yo me acerqué al complejo artefacto y toqué el cristal con el dedo índice. Dentró había una nube de humo únicamente alumbrada por los rayos, en otro caso, no se la vería.- ¿LENA?- pregunté con los labios cerca de la cámara.
*sí*- se escuchó en mi mente en forma de susurro.
Yo sonreí.
- me han dicho que has esperado mucho. Seremos grandes amigas.
*te protegeré hasta el fin de los tiempos, estaré siempre ahí, Brianda.*
Yo intenté forzar lo que creía que era la abertura de la cápsula. Quería sacar a LENA de ahí, ya, justo en ese momento.
*yo puedo abrirlo*- me tranquilizó.
El humo que flotaba en el artefacto, se arrejuntó rápidamente. Esperé un par de segundos, y el gruesísimo cristal de la cámara reventó cayendo al suelo, sin apenas rozarme.
- ¿has podido escaparte y no lo has hecho?- la pregunté.
*valía la pena la espera. Vámonos, tranquila, no me separaré de tí JAMÁS.*
Yo, en ese momento, sentí una ráfaga sobre mi rostro y que me hizo poner los ojos en blanco de forma involuntaria. Pude notar como la habitación se quedaba en silencio, mientras mi cuerpo era invadido por otra fuerza espiritual que no era la mía. Dejé de sentir que podía manejar mis brazos. Ya no tenía mi propia fuerza. Entonces lo entendí: LENA podía meterse en mi cuerpo, pero... No para nada malo.
-* te voy a enseñar algo*.- dijo LENA a través de mí.
Entonces, dirijió mi cuerpo hacia la cápsula cuyo cristal estaba roto, y una vez frente a ella, colocó mis puños de forma estirada, delante de mis hombros. Con ellos, comenzó a golpear lo único que quedaba en pié de la máquina, hasta que acabó destrozado e iluminado por las chispas que producía un cable que mis manos dejaron fuera de su sitio.
Poco después, noté como mis brazos caían, y la invasión terminaba.
*ya está. Mi cárcel destrozada*
Yo reí.
- me siento... Fuerte.- dije con un gran entusiasmo interno.
Acto seguido, salí de la sala con una gran sonrisa y con mi guardiana a mis espaldas.
ESTÁS LEYENDO
MENTAL: THE WORLD © #2doPuestocienciaficciónUpAwards
Science-FictionMi respiración no me hacía mejorar, la calma que mi cerebro intentaba hacer reinar no ablandaba mi rigidez; mi cuerpo estaba tan extremadamente tenso que me hacía pensar que eran los latidos de mi corazón los que producían esos golpes metálicos que...