Capítulo dedicado a VanHoolms. Gracias por tus votos, tu historia también es fantástica!!!!
Doblamos la esquina y se vió un gran edificio, como la mayoría, color verde esmeralda. Desde sus vidriosos cristales, se extendían estelas de luz y unas bellas hondas de música que acariciaban los oídos incluso a distancia.
- ¡les dije que no empezaran sin nosotros!- dijo Vitality.
Entonces, la chica aceleró el paso, y nosotros, por inercia, la seguimos al mismo ritmo. Al cabo de 10 minutos, la larga calle cristalizada que daba lugar al edificio principal, terminó, y Vitality, Lobo y yo nos quedamos a sus puertas.
Yo, con el dedo corazón y el dedo índice, acaricié el vidrio de la enorme construcción. Entonces, al verlo tan de cerca, me percaté de que no era cristal, era una lámina de piedra preciosa tan fina que se podía ver a través de ella.- ¿de dónde sacáis tanta esmeralda?- pregunté.
- no es esmeralda. Si lo fuera, las láminas serían cuatro veces más gruesas.- explicó Vitality.- son láminas de Aurathy, la piedra más resistente de Auritumland; lo mejor de esta piedra, es que además de ser muy sólida, es transparente, y le dá más belleza a las construcciones.
- si los científicos de mi mundo vinieran aquí...
- se volverían locos por tan poca lógica y tanta cantidad de magia e inventos.- dijo Lobo.- es un lugar genial. Deberías quedarte aquí para siempre.
Yo negué con la cabeza, pero aún así, sin borrar mi expresión de felicidad.
- no.- dije riendo.- pero, a vosotros os encantaría mi mundo. No es como este, ni siquiera la mitad. Pero, supongo que es tan poco, que a mí me parece mucho; más que nada, porque ni yo ni nadie conocemos si quiera la mitad, y es por eso que me encanta vivir en un mundo pequeño y lento a comparación con este.
Lobo sacudió la cabeza.
- tu mundo no es tan lento. ¿cuánto tiempo llevas aquí, Bri? ¿un día, no?
Yo asentí, borrando poco a poco mi sonrisa.
- ¡ha! ¿no te notas cansada?- dijo irónico.- aún te faltan seis días para marcharte, cuando vuelvas, te habrán dado por perdida desde hace un mes.
- un... ¿un mes?
En ese momento me planteé el marcharme, rendirme, y actúar como si tanta masacre no fuera asunto mío. Un día en Auritumland, era equivalente a más de tres días en la Tierra.
- ¿y si...? Vitality, ¿me destruirías si quisiera marcharme?
Su piel, de por sí blanca, perdió tanto color que por un momento temí que la chica se evaporara.
- no...- se aclaró la garganta.- No puedes marcharte, te necesitamos aquí.
- esto, no puede ser así.- estallé- esto es un secuestro. ¡yo no quiero estar aquí!
Una sola lágrima resbaló por la mejilla de mi amiga.
- siento decirte que no puedes irte, todos correrán peligro.
- ¡si no vuelvo a casa en un mes me darán por desaparecida!
- no. Yo... Yo te ayudaré a que todo vuelva a la normalidad.
- ¡¿a sí?! ¿cómo?- dije sonrojándome.- no todo es posible, Vitality.
- no te lo he dicho antes, porque no quería que lo malgastaras, pero, creo que así te calmarás...- dijo, algo más apacible.- la gema violeta que te he regalado, posee la capacidad de darte un deseo. Solamente uno. A todos nos dan una a lo largo de nuestra vida, ni dos ni tres, solo una piedra, hasta que nuestra vida acabe. Asi que, si lo malgastas, no habrá vuelta atrás. Yo todavía tengo la mía. Dentro de seis días, podrás utilizar la tuya y desear que todo quedase como si nada haya pasado.
Yo me llevé la mano al pecho.
- pero, ten en cuenta de que si lo gastas en eso, la próxima vez que vuelvas, no podrás hacer lo mismo.
Yo asentí.
- lograré acabar las cosas, solucionaré todo, os ayudaré en la batalla. Antes de mi ida, Auritumland quedará tan en paz que no hará falta mi regreso.
Una media sonrisa, que ocultaba tristeza, se dibujó en los rostros de Vitality y Lobo.
- bueno... ¿entramos?
Lobo tensó sus musculosos brazos al empujar la pesada puerta, por la cual, escapó toda la luz y una honda de sonido aún más potente que antes.
Sospeché que el edificio principal era el más antiguo de la dimensión, ya que sus puertas no eran fortificadas por tecnología, como las demás.Al oír la puerta abrirse, todo el mundo se quedó callado.
*si quieres entro a tu lado*- me transmitió Lobo para no romper el silencio.
Yo asentí, con las comisuras de la boca tensas y las cejas arqueadas.
*-por favor... No creo que pueda hacer esto sola*
Él dió un paso adelante yo me puse a su altura y me agarré sofisticadamente a su antebrazo, pellizcando con nerviosismo la doblez que hacía su chaqueta en la parte posterior de su codo.
Empezamos a caminar, y la gente formó un pasillo, dejándonos espacio, hasta llegar a una mesa enorme. Supuse que debía sentarme allí en la cena.Comenzamos a caminar dentro del pasillo que había formado la multitud. Mi mirada solo se posaba en mujeres hermosas, la mayoría con vestido en lugar de armadura; y en los hombres que las acompañaban, la mayoría fuertes y de rostro cuidado.
Entonces, mi campo visual logró mirar mucho más al fondo de la gente; entre los huecos de hombros y cuellos desordenados, ví a un solo chico que no seguía a la demás gente, que estaba solo en una esquina, oliendo con delicadeza una abierta y perfecta rosa blanca, con un tallo muy largo y brillante.
El chico era parecido a Lobo, tenía la misma melena negra como el carbón, pero este tenía la piel blanca como la flor que sostenía en su mano izquierda. Además sus ojos eran impecablemente azules, con unas pestañas tan largas que incluso parecían estar flotando sobre su perfecta mirada.
Iba vestido con una camisa y unos pantalones vaqueros, ambos del color de su pelo.Seguimos caminando, y la imagen del joven, desapareció entre los rígidos cuerpos de la gente que me observaba.
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MENTAL: THE WORLD © #2doPuestocienciaficciónUpAwards
Science-FictionMi respiración no me hacía mejorar, la calma que mi cerebro intentaba hacer reinar no ablandaba mi rigidez; mi cuerpo estaba tan extremadamente tenso que me hacía pensar que eran los latidos de mi corazón los que producían esos golpes metálicos que...