Capítulo 6

614 88 51
                                    

Elsa movía sus caderas en un suave vaivén mientras daba un trago a su café de camino al despacho de su padre.

Era un viernes normal y corriente. Cuando apenas quedaba una hora para salir del trabajo cosa que ella deseaba con locura, había sido llamada para asistir al despacho del jefe.

Sin llamar entró pues la puerta estaba ligeramente abierta. Su padre miraba unos papeles con sus gafas de monturas negras ligeramente caídas sobre él puente de su nariz y con una cara de concentración

-Cierra la puerta,cariño - le dijo el hombre sin apartar
la mirada de los papeles que sostenía en la mano.

Después de cerrar la puerta, la muchacha se sentó en el sillón que estaba enfrente del escritorio.

-¿De qué querías hablar? - preguntó ella antes de darle otro trago a su café y echar su platinado cabello hacía atrás

Edgar suspiró dejando los papeles para quitarse las gafas y mirar a su hija serio.

-Es sobre...ese tema complicado que te comenté - dijo poniéndose recto.

Ella le escuchaba atentamente observando los gestos de su padre.

El hombre carraspeó antes de alzar la vista y encontrarse con los hermosos ojos azules de su hija.

-Como sabrás cariño... dentro de poco voy a comenzar a buscar a un...sucesor. Tu madre me ha pedido muchas veces que pida ya mi jubilación. Dice que llevo demasiado tiempo al cargo de la empresa y siendo juez y ella supone que no me vendría mal un descanso.

Elsa suspiró imaginándose por donde iban los tiros. Quería inflar su pecho llena de orgullo con solo de pensar que su padre quería dejar la empresa a su cargo. Tanto esfuerzo por fin habría conseguido sus frutos

-A lo que quiero llegar,Elsa es que...

-Papá, me estás poniendo nerviosa- sonrió ella mientras internamente intentaba calmarse

-Quiero que busques un marido. - soltó la bomba sin contemplaciones

El mundo se detuvo para ella

¿Qué coño acababa de soltar la boca de su padre?

¿Un marido?

-Papá...no quiero ser grosera pero...¿Qué coño te has tomado?- dijo alzando un poco la voz. El hombre le miró con el ceño fruncido y se puso aún más recto

-¡Elizabeth!¡Ese lenguaje!- dijo serio

-¡¿Un marido?! ¿Nos hemos vuelto locos?- preguntó demasiado molesta

-No me alces la voz,señorita -dijo con un potente tono de voz haciendo que Elsa se encogiera en su lugar. Al ver el silencio por parte de la muchacha suspiró calmándose. -Elsa, cariño,deseo con todas mis fuerzas que tu seas mi sucesora. Mírate. Eres inteligente. Tienes fuerza, carácter y modales. Eres casi perfecta

-¿Casi?- preguntó ella sintiéndose ofendida. ¿Y cómo no estarlo? Tantos años de lecciones,tantas clases privadas y tantos colegios caros para señoritas solo para ser la perfecta hija como para que ahora viniera su padre y le dijera que necesitaba a un hombre para ser perfecta.

-Un líder debe mostrar seguridad y plenitud. Si no tienes a una pareja a tu lado no demuestras estabilidad en tu casa,en tu vida,y si no tienes estabilidad en tu vida no podrás tenerla en tu empresa. Quiero ayudarte,Elsa pero no eres en la única que he pensado. Hans...

-P-pero...¡Hans también está Soltero!- le interrumpió apunto de explotar

-No,cariño. Hans me presentó a su adorable novia Astrid el otro día. Una gran muchacha,su padre es militar y ella también está en él servicio.

Just a bit of colorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora