Elsa tecleaba una y otra vez en el ordenador. El sonido de las teclas cada vez se le hacia más grotesco y se instauraba en cabeza como una taladradora que poco a poco iba colmando su paciencia.
El sonido se hacia más fuerte y sentía como un sudor frío bajaba por su frente.
Un sonido más fuerte que todos le hizo dar un Respingo
—Elsa— aquella voz le hizo alzar la cabeza y observar la sonrisa arrogante del pelirrojo.
Elsa suspiró y pasó una mano por su rostro para después poner una de sus típicas sonrisas falsas.
—¿Si?¿Hans?— preguntó evitando de sonar molesta pero es que realmente odiaba a ese muchacho.
Hans había sido un "compañero" desde muy temprana edad. Su familia era del mismo círculo social que los Arendelle y por tanto (y detestablemente) tenía que verlo a menudo.
Edgar Arendelle le cogió tal cariño al muchacho que lo convirtió en su mano derecha en su trabajo...cosa que hirió bastante el orgullo de Elsa.
—¿Estás bien? Se te ve cansada— dijo él con un cierto tono de burla en su voz — El caso del señor Jones es complicado,si quieres yo puedo...
—Puedo llevar perfectamente el caso del señor Jones,Hans...— dijo Elsa sonriendo,contando internamente hasta 10 para no avalanzarse contra él. —¿Qué es lo que querías?
—Tu padre requiere tu presencia en su despacho. Te lo hubiera dicho por su teléfono,pero se ha estropeado y me he ofrecido encantado de avisarte.
—Que amable eres,gracias Hans— dijo ella sarcástica levantándose de su asiento y yendo en dirección al despacho de su padre "sin darse cuenta" de que el muchacho le miraba todo su trasero.— Cerdo asqueroso...— murmuró al verlo por el reflejo de la puerta de cristal.
Camino con paso suave por los impolutos y bien decorados pasillos de aquel bufete de abogados. Con decoraciones minimalistas,paredes blancas y suelos de mármol negro tan encerados que podían incluso reflejarse en ellos.
Se dirigió hasta unas puertas grises y sin llamar ,pasó.
Un hombre de cabellos castaños claros y ojos de igual color estaba en su despacho tecleando,al igual que ella estaba,con intensidad.
—Padre— dijo ella alto.
El hombre alzó la vista ,sonriéndole de manera cariñosa
—Elsa,cariño. Me alegra que tengas un hueco libre,deseaba hablar contigo— dijo señalando la silla de cuero negra que había delante de su asiento.
—Sí...Hans me avisó — murmuró con amargura para después sonreírle.
—Verás ,cariño. Desde hace tiempo quería hablar contigo de un tema delicado...
—¿Cómo delicado?— preguntó ella confusa.
Edgar suspirando se quitó las gafas y se acarició el puente de la nariz ,iba a abrir la boca pero justo en ese momento entró una joven rubia agarrando una carpeta en sus manos
—Señorita Arendelle, le reclaman en la sala de juntas número 4. Para hablar del caso del señor Guttenberg.
—Gracias Rapunzel, acudiré enseguida— dijo con una dulce sonrisa y la muchacha desapareció —¿Por dónde ibas?
—Déjalo,cariño. Un día que estés menos ocupada,hablaremos. Es un tema delicado y largo de hablar
—De acuerdo. Nos vemos luego padre— dijo ella levantándose y saliendo de aquel despacho.
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Just a bit of color
Hayran Kurgu¿Ella? Pura seriedad ¿Él? Pura diversión Una vida sin vivir experiencias no es vida. Ella está tan metida en su trabajo que no se permite vivir más que eso y él no va a permitirlo. Jack aprovechará aquella oportunidad para hacer que Elsa viva por p...