Tus besos como
mi despertador favorito,
como decía Ryan,
besayuname.
Acariciame la piel,
traspasando el alma.
Tengo los sentimientos
a flor de piel,
y tú eres esa flor,
esa piel.
Mi cuerpo desnudo lleno de inseguridades pidiéndote que lo arropes y tú con tus
dudas buscando otras pieles
que no necesitan de ti.
Nunca llegaré a saber si me quisiste o no,
pero espero que si lo hiciste,
aún me extrañes tanto como lo hago yo,
porque si no es así,
me sentiría frágil al saber
que todos mis poemas ahora
van dedicados a nadie,
ese nadie que no para de aparecer
en mi soledad y con la que ahora
comparto el miedo de estar
entre unos brazos con transparencia
que saben a ti
