Navegabas por mi cuerpo,
Echándole un pulso al tiempo,
Y yo todavía no zarpo
Me he quedado inundada
Entre tantas mentiras
Que ocultabas entre mis mares para dejarme olvidada.
Pero a mí siempre se me dio bien remar
En medio de tormentos.
Y a ti siempre se te dio bien lastimar
a cada una de mis inseguridades.
Y dejarme sin mis propios armamentos.
Pero yo siempre supe reconstruirme,
Y de tantas batallas entre las mareas,
Acabé conociéndome sus olas y ahora solo hago reírme,
Porque siempre que ocultas una nueva mentira,
Yo ya sé dónde se encuentra,
Entonces ella me mira,
Y se convierte en nuestra.