Una Del Moral

Capítulo 1 | Empieza la tortura

 Está oscuro y estoy  viendo una película con Madisson, mi hermana, lo típico de todas las noches. Siempre vemos películas de terror. Madisson siempre fue una niña que no le temía a nada. Lo que me sorprende es que sólo tiene trece años, y yo a su edad no podía ni siquiera ver la película  "IT, EL PAYASO DIABÓLICO" la cual volví a ver unos cuantos años después - bueno, hace poco- y siendo más madura, me di cuenta de que es una porquería. Pero bueno, en mis tiempos de niña, asustaba en serio. 

 En fin. Las dos estamos algo deprimidas y contentas a la vez. Estamos deprimidas porque mañana volvemos a la escuela, y vamos a tener que ponernos a estudiar, a hacer tareas, soportar a los malditos profesores, etc. Pero por el lado bueno vamos a ver a nuestros amigos, y la verdad que yo los extraño demasiado. En mis vacaciones, sólo los pude ver dos semanas después de haber terminado las clases, ya que estuvimos todo el verano en España, que es en donde está toda mi familia -paterna como materna- y la verdad que no me quejo, España es hermosa.

 Volviendo al tema de la escuela, repetí tercer y cuarto año. Es por eso que yo, con 20 años, sigo asistiendo a ese lugar tan detestable, y la verdad no es nada lindo cambiar de compañeros dos años seguidos. Me quería morir. Además me pasó lo típico: no me aceptaban, me veían como una fracasada sin futuro, me criticaban, etc. De todas formas por suerte y honestamente, me importaba una mierda. Y es más, no me quedé de año por ser una ignorante o no tener nada de inteligencia, sino que me había quedado libre. Había excedido mis faltas; soy una persona muy vaga, en muchas ocasiones también admito que ni me preocupaba en hacer mis tareas o ponerme a estudiar, y es algo que me gustaría cambiar. Pero eso sí, yo habría tenido un buen año si me lo hubiese propuesto.

 Toda esa situación desagradable de no tener amigos, de pasarla mal, estar deprimida y toda es porquería la sufrí más que nada cuando me quedé en tercero. Cuando me quedé en cuarto, que fue el año pasado, no fue así. Mi curso actualmente es uno más agradable, así que hice bastantes amigos. En cuanto a los que ya habían pasado a quinto, que fueron los fracasados sin vida que me arruinaban cada día de mi existencia, tuvieron un accidente en su viaje de egresados, así que lo tomé como una dulce venganza.

 Pero bueno, ya estoy en quinto así que no me importa si me llevo alguna materia, o si repruebo. Estoy en mi último año y ya todo va a acabar. 

  Ya son las 12 de la noche. Siempre me duermo tarde pero teniendo que volver a la rutina, ya debo volver a empezar a dormir un poco más temprano.

 Me cepillo los dientes, me pongo mi piyama y me voy a dormir bien cómoda.

  

 Empiezo a escuchar un ruido insoportable y me doy cuenta de que es mi alarma. Este preciso momento de todos los días es el que más detesto. En muchas ocasiones tengo sueños que no quiero que acaben jamás, y la puta alarma arruina todo. También hubo veces en las que pegué saltos tan altos a causa del aturdimiento que me caí de la cama.

 En fin, es ahora cundo empieza mi rutina de todos los días. Me levanto después de 3 gritos de mamá, y uno de papá. Me visto súper simple como siempre, con el cabello suelto. Bajo a desayunar y luego me cepillo los dientes. Finalmente agarro las llaves de casa junto con las de de mi moto, y me voy a mi primer día de clases.

 Estoy súper ansiosa de ver a Dafne y Helen -mis mejores amigas desde el año pasado, pero siento que las conozco de toda la vida-. Dafne es más parecida a mí. Nos gusta la misma música y vestimos parecido. Escuchamos rock, heavy metal, y esas hermosas cosas. En cambio, Helen es muy dulce, es puro paz y amor, pero juro que la amo, ella es la que siempre me da consejos.

No hay ni un alma en el estacionamiento, no hay nadie llegando excepto yo.

-Llegué tarde. Genial. Será mejor que me de prisa, porque quedaría como una ridícula entrando al salón mientras el profesor está explicando las boberías de todos los años.