Una Del Moral

Capítulo 14 | Primer partido

 Luego del llamado de Zoe le digo que voy en camino. Tomo mis llaves y me voy en moto directo hasta su casa.

 Si yo fuera Zoe, en este momento no tendría idea de qué hacer. Veamos, por el momento es simplemente un retraso, no sabemos si está embarazada o no, pero yo estaría sumamente nerviosa desde ya.
 Kevin hizo una copia de las llaves de su casa y me las dio a mí para que pueda visitarlos cuando yo lo desee. Abro la puerta y me encuentro con Zoe sentada en el sofá. Ella me ve e inmediatamente se levanta.

-¿Y? ¿Cuál es el resultado? -le pregunto desesperadamente.

-No lo sé, te he esperado a ti -me responde preocupada.

-Vamos al baño, camina.

 Zoe se dirige al baño y deja la puerta a medio abrir, yo del otro lado la espero.

-No usaron protección, ¿verdad?

-Pues no, hubo un día en el que no usamos...me siento la persona más estúpida del mundo.

-Ahí tienes tus consecuencias. Vamos, sal para ver qué dice la porquería esa.

 Zoe sale del baño con el test en la mano.

-Es una sola rayita, eso significa...

-No, no estás embarazada -la interrumpo. Zoe larga un suspiro lento y relajante- ya sabes para la próxima.

-Oye, cambiemos de tema por favor, esto me puso los nervios de punta. Lo que acaba de suceder no sale de aquí, ¿okey? -asiento- dime, ¿irás al juego de Kevin esta noche, verdad?

-Claro, no me lo pienso perder por nada en el mundo, será la primera vez que lo vea jugar. Tú dime, ¿son buenos?

-Muy buenos, practican demasiado, ya verás. 

-Perfecto, iremos esta noche a alentarlos. Oh, no tienes idea de los músculos que ha conseguido sacar mi primo Aaron desde que entró al equipo. También será su primer juego. Ahora que lo verán jugar, sé que tendrá a varias tontas por detrás.

-Esperemos que sea así, es un buen chico, pero sobre todo espero que se encuentre a una buena muchacha. No una de esas que sólo quieren andar buscando popularidad con los jugadores del equipo.

-Exactamente, opino lo mismo. Cualquier estúpida que le rompa el corazón a mi primo se las verá conmigo.

-¿Contigo o con tus pequeños brazitos?

-Tú cállate, cuando me enojo me transformo en la furia misma -le digo a Zoe y se empieza a reír fuertemente- sí, tú ríe, ya verás.

Zoe y yo tomamos un café y nos quedamos charlando. Luego de media hora me vuelvo a mi casa, nos han dado tarea y debemos estudiar, pero primero y principal debo hablar con Madisson.

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 Llego a mi apartamento, entro en mi habitación y enciendo mi computadora. Llamo a Madisson en Skype hasta que contesta.

-Hola mi linda, ¿cómo estás? -me llama la atención que la habitación en donde se encuentra está pintada de negro, en casa no había ninguna habitación pintada de ése color. Madisson también lleva puesta ropa negra, claramente las cosas han cambiado.

-Pues aquí ando, no sabría qué decirte.

-¿Por qué Maddi? ¿Qué sucede?

-Primero que nada te pido por favor que ya no me llames Maddi. Soy Madisson, así que respetemos eso. Segundo, mamá me está llevando al psicólogo a causa de todos los malditos problemas que me ha causado esta familia, y tercero, ya casi nunca hablas conmigo, así que muchas gracias por haber cumplido tu promesa, "hermana".