<Narra Jimin>
Sentía mi mano fría, para ser exacto, mi mano derecha y había luz. Mucha luz.
Intenté moverme, pero sentía mi cuerpo mucho más pesado de lo normal.
Logré abrir mis ojos con mucho esfuerzo y noté que estaba recostado en una camilla de hospital. Moví un poco mi mano y noté que alguien la sostenía.
-Jimin...
Aquella voz hizo que me sentara de golpe.
Yoongi sostenía mi mano suavemente, tenía los ojos hinchados. Había estado llorando.
Los sucesos comenzaron a llegar a mi de golpe; el beso con Yoongi, la conversación con Taehyung y luego... El caos.
-¿Dónde está?- comencé a alterarme, necesitaba verlo, necesitaba saber que estaba vivo.
-Tranquilizate, Jimin- su tono de voz era demandante y rota a la vez.
-Quiero verlo, le necesito. Dime dónde está.- Me puse de pie rápidamente, provocándome un fuerte mareo, haciéndome caer de la camilla.
-Eres un torpe, Jimin- me dijo Yoongi, con una mirada cargada de reproche. Caminó hasta llegar a mi lado y me ayudó a levantarme del frío suelo.
-Llévame a verlo, Hyung. Por favor...- lágrimas comenzaron a caer de mis ojos. Dios, no sé cuánto he llorado en estas últimas horas.
-Todavía no, Jimin. Debes descansar.
Terminó por recostarme en la camilla. Limpié las molestas lágrimas de mi rostro y le dediqué una mirada cargada de enojo.
-Min Yoongi, me llevas o terminaré yendo por mi cuenta. Sabes que me dará igual si voy arrastrándome o volando.- entrecerré mis ojos, su presencia comenzaba a fastidiarme.
-Jimin, no quiero pelearme contigo.- suspiró cansado.
-Y tú sabes que necesito saber de él, al menos dime como está, necesito saber que está bien.
-Jimin, no creo que...
-Dime, Yoongi- le interrumpí.
-Taehyung...- mi corazón se aceleró. Yoongi había comenzado a llorar.
-Hyung, me estás asustando- me senté de nuevo en mi lugar y lo miré fijamente.
-Taehyung está en coma, Jimin.
...
Dolía.
Me dolía verlo así.
No podía despegar mis ojos de aquella escena.
Tae se encontraba frente a mí con una venda alrededor de su cabeza y varios tubos que iban hacia su cuerpo.
Oh, Tae.
-Te esperaré afuera, Minnie.- escuché decir a Yoongi, supongo que quería darme mi espacio.
Me acerqué lentamente hasta quedar a su lado, intentando de soltar alguna palabra.
-Tae...- Tomé su mano de forma delicada, sentía que con el más ligero roce, podría romperlo, como si estuviese hecho de cristal.
Su mano estaba tan fría como el hielo. Era extraño sentirlo tan frío, cuando sus manos cada vez que apretaban mis mejillas eran tibias.
-No sé si logras escucharme, Taetae.- En ningún momento solté su mano, la cual se estaba entibiando. Al menos sentía que podía brindarle algo de calor.
Por primera vez en mucho tiempo, me sentía verdaderamente útil.
Miré el rostro de Tae, pude ver que su ceja derecha tenía un corte junto a un gran hematoma en su pómulo izquierdo y estaba pálido, muy pálido. No era normal ver esa piel morena en ese estado.
