–¡Tord, justo a tiempo! –Gritó desde lejos un rubio fresa que estaba con un castaño.
–¡Hola Matt, Hola Edd! –El noruego hizo un gesto con la mano, saludando a sus dos amigos.
Matt llevaba en él una sudadera color morada, encima un chaleco aguamarina, unos blue jeans y zapatos deportivos morados.
Edd tenía puesta una camiseta blanca, su sudadera verde, jeans marrones y deportivas verdes.
–Vaya, qué raro, has llegado un poco tarde –Rió leve el castaño.
–Venir en metro no es fácil, Edward –Al decir el verdadero nombre del amante de la cola, rió un poco.
–Chicos, tengo que ir a mi clase, nos vemos –Dijo el de sudadera verde y salió corriendo, despidiéndose con un gesto de mano.
–La clase de contabilidad empieza ahora, tengo que irme –El noruego se despidió del británico narcisista y se dirigió a su aula.
Los asientos estaban llenos pero por suerte encontró un lugar. Tiró su bolso a la silla y se sentó en ella.
La verdad le aburrían las clases, pero tenía qué prestar atención si quería ser un hombre rico y exitoso, ha sido su sueño desde muy pequeño.
El profesor llegó y empezó a explicar su materia. Tord estaba tan aburrido que decidió hacer garabatos en uno de sus cuadernos, dibujó aquel chico que vió en el metro esta mañana, sin él mismo darse cuenta.
Avergonzado sólo arrugó el papel y lo tiró a la basura, encestando exitosamente, provocando ruido y llamando la atención del tutor.
–¿Estás prestando atención señor Larsson? –Preguntó aquel señor mientras miraba seriamente al mencionado, todo el mundo volteó a ver al noruego.
–S-sí Profesor
–Eso espero –Al decir eso, sólo volvió a fijar la vista en la pizarra y seguir explicando su asignatura.
Salio de clase y se encontró con Edd, Matt salía un poco más tarde, por lo que no acompañaba al castaño.
–¡Tord, en mi clase hay un nuevo compañero! –Exclamó Edd con alegria, pero sólo fue audible a los oídos de Tord.
Edd parece a veces un niño pequeño ¿Quién necesita hijos? Tienes a un amigo que se comporta cómo uno, Tord estaba agradecido de ese privilegio.
–¿Ah si? ¿Cómo se llama? –Preguntó el amante del hentai, mirando fijamente al alegre adicto de la cola.
–Thomas, pero él prefiere que lo llamen Tom
–¿Cómo es?
–Se ve que no tiene ojos, lleva una sudadera como nosotros, pero azul, tiene el pelo algo raro, pero eso que importa –Contestó con la misma alegría el castaño.
Describió perfectamente al muchacho que el de sudadera roja vió en el transporte.
–Oh, vaya –Dijo.
–¿Pasa algo Tord? –Preguntó con preocupación el muchacho.
–N-no, estoy bien –Rió leve el noruego, después se percató de una voz gritando su nombre y el de su amigo.
–¡Chicos! –Exclamó Matt de alegria, como si pasaran mil años en el salón de clases. Pero en realidad sólo fueron cuatro horas.
–Bueno, tengo que ir a almorzar –Dijo el británico de sudadera verde, viendo el reloj de su muñeca –¿Quieren venir conmigo? Yo pago.
Los dos restantes asistieron con alegria, la verdad, ellos también estaban hambrientos.
–¡Deberías invitar a tu nuevo amigo Edd! –Sugirió el narcisista dando pequeños brincos.
–¡Tienes razón, ya lo llamo! –Edd desbloqueó su celular dibujando un patrón y llamó al número del mencionado, colocó la llamada en altavoz.
–¿Hola? –Se escuchó una voz desde la otra línea.
Esa voz volvió loco al comunista, era tan melodiosa y usaba un tono tranquilo.
–¡Hola Tom! –Edd saludó al británico de sudadera azul –¿Quieres venir a almorzar? Te presentaría a mis nuevos amigos.
–Oh, Edd, me encantaría pero no puedo, tengo que estudiar para el exámen –Tom solamente pidió disculpas, se despidió de Edd y la llamada finalizó
–Lo siento chicos, él tiene que estudiar y todo eso –El británico castaño no parecía triste, seguro estaba acostumbrado a tantas excusas que recibía de parte de las personas que invitaba.
–No hay problema Edd, pero vámonos, tengo hambre –Dijo el rubio fresa dándose ligeras palmadas en su estómago.
Caminaron mientras hablaban a una cafetería cercana de la Universidad, los chicos comían allí mínimo una vez a la semana.
Ordenaron su comida y se sentaron en una mesa para cuatro personas.
–¿Tom estudia contigo? –Preguntó Tord a Edd mirándolo con una ceja levantada.
–Pues, sí, desde hace un año, el también viaja en metro –Rió bajo el rubio fresa –¿Qué? ¿Nunca lo has visto?
–¿Entonces por qué dices que es nuevo?–Respondió el noruego con otra pregunta, dándole un sorbo a su refresco.
–Pues, es que justo ahora acabo de hablar con él y... –Iba a contestar Edd pero Tord lo interrumpió
–Que raro, nunca lo he visto en el metro.
–Vaya, debe ser que se cambió al vagón dónde tú vas –Comentó Matt entrando a la conversación.
El mesero llevó la comida a la mesa. Matt había pedido unas papas fritas, Tord una hamburguesa, y Edd un hot dog.
–Buen provecho –Dijo el amante de la cola con la boca llena.
–Gracias, igual –Respondieron los dos restantes dándoles el primer mordisco a su almuerzo.
Luego de unos minutos, terminaron.
–Bueno Edd, gracias por invitarme, tengo que ir a casa, es algo tarde –El noruego vió el reloj de su celular y la hora marcaba las seis de la tarde.
–No hay problema Tord –Edd se despidió con la mano y se fue junto con Matt a un edificio cercano.
El noruego tomó el metro.
Una parte de él esperaba ver a "Thomas".
–¿Donde estará? –Pensó el de sudadera roja.
Llegó a su destino.
Bajó del metro, subió en el ascensor del edificio, abrió su departamento, tiró su bolso y se fue a acostar a su cuarto.
Estaba a punto de reconciliar el sueño hasta que...
–Mierda, la tarea –Tord se levantó rápidamente de su cama y se dispuso a investigar lo que debía.
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Subway ; [TomTord/TordTom]
Fanfiction«Quién diría que un chico que conociste por total casualidad, en un metro común, te atraería tanto, ¿y quien diría que terminó siendo una persona importante para ti?» ▶Los personajes no me pertenecen, créditos a Edd Gould (1988-2012).◀ ▶No habrá lem...