Subway ; [TomTord/TordTom]

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Ya era el día, ese día que tanto esperaba el chico de sudadera roja. Estaba tan consumido por la emoción que empacó sus cosas dos semanas antes.

Sus planes consistían en ir a verlo por unos días, a menos que quiera quedarse con Tom por allá, pero sabrá él más adelante la decisión que tomará.

Tord, como no contaba con transporte propio de momento debido a problemas técnicos con su vehículo, debía tomar uno de los transportes que antes como universitario usaba, exactamente, el "metro".

-Bueno, Tord, supongo que nos vemos en unos días, y si vas a quedarte por allá, te veremos dos o tres veces al año. -dice Edd con una sonrisa en su cara, aunque al mismo tiempo estaba algo triste porque quizá no lo vaya a poder ver por un buen tiempo.

-Tranquilo Edd, no pienses en eso por ahora, yo aún ni sé mi decisión, pero claro, te voy a extrañar a ti y a Matt aunque esté sólo unos días. -Responde este abrazando al más bajito. -Cuida a Matt mientras él esté aquí, ¿sí?, es muy tierno para ser lastimado.

-Eso haré. -Contestó el más pequeño con un poco más de ánimos.

-Así se habla Edd. -Sonrió el noruego soltándose poco a poco del abrazo. -Debo irme, el metro debe estar llegando en cualquier momento.

El chico de sudadera verde sólo asintió, se dirigió a subir las escaleras, no sin antes pisar el primer escalón, mover la mano repetidas veces indicando de que estaba despidiéndose.

Tord salió a paso acelerado de casa, se dirigió al subterráneo, por suerte había llegado en el momento justo, ya que apenas el dió el primer paso dentro del lugar, ya estaba el transporte frenando.

Soltó un suspiro, y sólo decidió entrar de una vez.

El metro estaba un poco lleno, por lo que el noruego no pudo encontrar algún asiento, pero no le importaba, iba a ver a Tom, era la única cosa que captaba su atención.

Al rato, habían parado en algún lugar, muchas personas abandonaron el metro, el comunista aprovechó y se sentó en alguno de los asientos libres.

Pasó un par de horas, Tord estaba siendo atrapado por el sueño, estaba apunto de caer dormido, mientras escuchaba música con sus audífonos.

Pero, el hecho de que el transporte finalmente frenó hizo que él se activara de nuevo.

Decidió ver la ventana, había un cartel pegado a la pared a lo lejos que decía el nombre del pueblo y un pequeño mensaje de bienvenida.

-¡Sí, este es el lugar! -Pensó en su propia mente, tomó su maleta y corrió a paso acelerado a la puerta de salida del transporte.

Listo, ya estaba en el subterráneo del pequeño pueblo, salió del lugar no sin antes explorar si había alguna diferencia con el de Londres.

Se consideraba una pequeña ciudad, no contaba con edificios tan altos y era escaso el encuentro con vehículos, sin embargo, abundaba la cantidad de personas que caminaban por las calles.

El noruego había hablado con el británico la noche anterior, habían quedado en verse frente a un motel, que lleva el nombre de "the country's paradise".

Estaba desconcertado, no sabía dónde quedaba el lugar, no tuvo otra opción que acercarse a otro ciudadano y preguntarle sobre la dirección de este.

-Disculpe, ¿sabe dónde queda el motel "The country's paradise"? -Preguntó con un tono de voz neutral, captando la atención de una señora no tan joven.

-¿Hm? -Volteó a ver al noruego confundida. -Disculpe, ¿podría repetir la pregunta por favor?

-¿Sabe donde queda el motel "The country's paradise"? -Repitió el comunista con paciencia.