Capítulo 5

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"Le rompí el corazón y luego le ofrecí refugio para joderla un poco más "


Me senté en la cama de matrimonio de Anais, era bastante cómoda.

-Vamos a investigar sobre los caballos, ¿te parece bien?

Asentí con la cabeza, me daba igual que fuésemos a investigar, sólo quería acabar.

Anais se levantó de su escritorio y se dirigió hasta su estantería y cogió su portátil negro.

Me levanté de esa cama tan cómoda, sentándome al lado de ella. Tecleaba rápidamente la información, entraba en distintas páginas web mientras tanto las dos copiábamos la información.

-Vamos a comer algo, ya acabaremos con esto otro día.

-Por fin, ya me dolían los dedos-dije cerrando y abriendo la mano.

Salimos de su habitación y bajamos las escaleras lentamente, los chicos aún seguían en el salón, solo que ahora estaban viendo la televisión.

-¿Qué quieres de comer?

-Algo que no sea saludable.

Asintió y sonrío.

-¡Pues chocolate se ha dicho! - exclamó enseñándome cupcakes de chocolate y galletitas de chocolate.

Sonreí como el gato Chesire y empecé a comer. Ella me contaba sobre cosas triviales a la vez que me hacía preguntas sobre mi.

-Papá quiere hablar con nosotros - interrumpió Aaron.

Vi como la sonrisa de Anais se transformaba en una mueca de desagrado.

-¿Te encuentras bien? -pregunté con preocupación.

-Si... Me tengo que ir, mañana nos vemos-dijo saliendo deprisa de la cocina.

Subí hacia su habitación y cogí mis pertenencias. Bajé las escaleras, con la esperanza que Logan me llevase a mi casa.
No sabía cómo regresar a mi casa. Busqué con la mirada a Logan pero ya no estaba, sólo estaba Azrael recogiendo sus cosas.

¿Y si se lo pido a él?

No, a él no, seguro ni me va a responder.

¿Entonces?, ¿prefieres perderte y aparecer en un callejón violada?

No, eso tampoco. Creo que lo primero sonaba mejor.

-Azrael -dije acercándome a él -, Azrael- toqué con las yemas de mis dedos su espalda.

Se giró abruptamente y con la mirada fría me miró de arriba hasta abajo.

-¿Qué quieres? -dijo con brusquedad.

-¿Podrías llevarme a mi casa?- puse mi mejor sonrisa de comercial.

-¿No puedes ir tú sola?, ya eres bastante grandecita para eso - me miró con burla.

-No sé cómo ir, ni si quiera sé dónde estamos.

Gruñó y caminó hacia la puerta principal, la abrió.

-¿Vas a venir o te quedarás ahí parada?

Caminé hacia la puerta con una sonrisa de oreja a oreja.
Cogió en sus vaqueros negros las llaves de su jeep negro. Abrí la puerta de copiloto pero negando con la cabeza me envió a los asientos de atrás.

Ni siquiera me deja sentarme delante.

Arranca el coche, sin antes mirarme desde el retrovisor. Se da la vuelta acercándose a mi lentamente, está bastante cerca; tan cerca que puedo sentir su aliento en mi cara.

Escucho un "click" , y veo como Azrael se separa de mi. Posando su vista en frente.

Me había abrochado el cinturón.

Y yo allí como idiota pensando que me iba a besar.
Me estaba riendo a carcajadas de mí misma mentalmente, tenía ganas de reír fuertemente.
Tapé mi boca con las manos para no soltar una carcajada sonora.

Menos mal que Azrael no me gusta, sino sería un gran chasco que no me hubiese besado.

-¿De qué te ríes ahora?- gruñó- sabes qué, da igual. Tú sólo dime dónde vives.

Dije la calle en la que vivía, después condujo hasta ella. Varias veces me miraba desde el retrovisor, y no lo sé; no sé si mira así a todo el mundo o solo a mí. Su mirada es tan intensa, te mira y te recorre un escalofrío por todo el cuerpo.

Esa mirada puede significar 3 cosas:

1. Su mirada siempre es así de intensa.

2. Que no me aguanta, pero no lo quiere decir y por eso me lo dice con los ojos.

3. Siente atracción física hacia mi.

Me quedo con la segunda, pero, yo no he hecho nada. Soy un ángel.

-Ya puedes bajar de mi coche- responde rudo.

Examino el lugar y me doy cuenta que hemos llegado ya.

-Gracias- digo sin esperar ninguna respuesta.

Bajo de su coche y entro al edificio.

-¡Sari, ya he llegado!

-Estoy aquí - se aparece en la entrada con la boca llena de palomitas -¿Qué tal tu día?

-Cuando se mastica no se habla.

-Ahora eres mamá o qué.

-Si fuese mamá te hubiese dado una colleja.

Rueda los ojos y se da la vuelta. Aprovecho para ir a mi habitación y darme una lucha bien larga.

Canción ~ Symphony de Clean Bandit.

Let me love you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora