Antes de leer aclaro: << >> lo escrito entre estos signos es un sueño.
Carcajeando como tontos, jugueteamos un poco más sobre el suelo. En unos minutos más, Kiba se unió a nuestro juego. La molestia se vio reflejada en los ojos de Sasuke. Temí lo peor, no sabía si unirme a él o defender al idiota que nos interrumpió.
- ¡Ya estuvo bien! Tanto amor acaramelado es empalagoso. – exclamo, haciendo una cara de asco.
Los demás rieron con el comentario. El ceño fruncido en la frente de Sasuke desapareció. Eran nuestros amigos, sabía cómo eran, no en vano tantos años de conocernos.
La tarde prosiguió. Terminamos por ir a cenar ramen en un restaurante cercano. Entrando al local, tomamos la mesa al fondo, aquella donde solíamos estar dos tardes a la semana. Cada uno realizo su pedido.
Sasuke no había dejado de sonreír, era extraño en él. Reía, bromeaba, se carcajeaba de las idioteces de Kiba, pero, sobre todo, no se había alejado de mí en ningún momento. Su mano se posicionaba sobre mi hombro, la cintura o simplemente tomaba mi mano entrelazando nuestros dedos. Cada una de sus acciones me tomaba desprevenido haciéndome sonrojar una más que otra.
Terminamos la cena. Sasuke insistió en acompañarme a casa, solo por querer pasar más tiempo a mi lado. Lo cursi parecía haber brotado y desbordado de su ser. No era desagradable, todo lo contrario, pero al no estar acostumbrado, podría sentirse extraño.
En silencio echamos a andar por la calle. No había mucho de qué hablar, en realidad no había la necesidad de hacerlo. Era cómoda aquella tranquilidad que emanaba de ambos. La noche parecía algo fría, el aliento convertido en vapor podía verse salir por las fosas nasales de Sasuke. Pronto sería navidad, era lógico que hiciera frio y muy pronto habría nieve cubriendo aquella calle.
-Bueno, hemos llegado. – habló sacándome de mis pensamientos. -Te veré mañana.
-Aunque no lo quieras, me seguirás viendo por el resto de tu vida jajaja
-Oh, eso suena a amenaza. Me gusta. - contesto al tiempo que se acercaba para besarme. -Solo recuerda tus palabras, porque a partir de ahora no te libraras de mi.
Correspondí gustoso al roce de sus labios. Aquella sensación que provocaba a mi cuerpo era nueva, como si un escalofrió me recorriera de arriba abajo sin sentirse incomodo, un poco más, quería más, mucho más.
Acerque mi cuerpo al de él, tirando de su chaqueta para extender el beso por más tiempo. Sus manos se posicionaron en mi cintura atrayéndome hacia él. Su sabor, olor, calor... todo ello comenzaba a descolocar mi razón. Si las cosas continuaban de la misma manera estaba muy seguro que alguno de los dos terminaría mordiendo la almohada esta noche. Por mí no habría problema alguno, sin embargo, se me hace muy pronto para que podamos pasar a esa etapa.
El contacto termino, las respiraciones de ambos eran agitadas.
-Te... te veo mañana. - dije aun con falta de aire.
-Si. – respondió. Dando un rose más a mis labios. Sonreí ante la acción. La altura entre ambos nos hacía encajar perfectamente.
Entre a casa. ¡POR DIOS SANTO! Grite a todo pulmón por lo feliz que me encontraba. Estaba muy seguro que Sasuke escucharía mis gritos de felicidad al igual que mis padres. No importaba, en este mismo momento nada importaba.
Mis padres se encontraban en la cocina. Mi madre cocinaba y mi padre le ayudaba.
-Bienvenido Naru- dijo mi madre. – parece que te ha ido bien.
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Besos
Hayran KurguNaruto ama a Sasuke, Sasuke ama a Naruto pero ambos son tan idiotas que no lo dicen. El Uchiha se arma de valor y hacer suyo aquel preciado corazón. Aclaración: la historia me pertenece pero los personajes no, son propiedad de kishimoto.