۞Mundos Entre Cristales۞ (EunBin)

۞11۞

No pude dormir durante el resto de la noche, ¿Cómo hacerlo cuando te dicen que tus padres fallecieron?

Fui a mi casa a cambiarme de ropa y me encontré con Sanha y Dong Min dormidos en el sofá de la sala, cada uno muy apartado del otro.

—Chicos –tomé sus brazos y los sacudí- despierten, ya son las 8 de la mañana.

—Mmm... -se quejó Sanha pero al poco tiempo abrió los ojos-Bin –los abrió aún más- ¿Qué sucede?, ¿Está bien tu padre?, ¿Estas bien tú?

—Bin... -era la voz soñolienta de Dong Min.

—Mi padré... murió y yo... -sonreí como pude- solo estoy...

—Oh Bin... -los ojos de Sanha se aguaron.

Sabía que a él también le dolía, estaba muy encariñado con mis padres. Desde pequeño se la pasaba metido en la casa, después dejo de venir tan seguido pero aún nos visitaba y mis padres lo trataban como si fuera su hijo también. Lo querían tanto y él a ellos.

—¿Los velaras? –pregunto Dong Min con voz más natural, ya no estaba soñoliento.

—Ellos querían ser cremados... -recordé cuando me lo dijeron, en ese entonces parecía un momento tan lejano y nos reímos después de hablarlo- así que haré eso.

—Comprendo... -En la expresión de Sanha se notaba el gran esfuerzo que hacía por no llorar, abrió más los ojos y apretaba los labios- iré a casa a decirles a mis padres y a bañarme.

—Yo también iré a casa a bañarme –dijo Dong Min mientras tocaba mi hombro- ¿Dónde está Min Hyuk? ¿Te dejo solo?

—No, Min Hyuk nunca haría eso –lo conocía suficiente y jamás haría eso ni nada que me dañará-, solo fue a hacer los trámites para la cremación y aproveche para venir a bañarme y cambiarme la ropa.

—¿Quieres que me quedé contigo? –se ofreció amablemente Sanha.

—No, gracias Sanha –sonreí forzadamente-, me gustaría estar solo por un momento.

Me despedí de ellos y fui a mi cuarto de baño. Cuando salí pasé por la recamara de mis padres y me quede frente a la puerta, mirándola y esperando que al abrirla estuviera ahí mi madre diciéndome que mi papá llegaría más tarde para cenar. Dude en abrirla pero lo hice. Nada. Estaba vacía.

Entre y vi la cama perfectamente tendida, la televisión apagada, los espejos limpios y nada de polvo por ningún lugar. Mi mamá siempre tenía todo perfectamente limpio.

En un buro estaba la foto de los tres juntos. La tome y nos mire a los tres sonriendo tan alegremente. Lagrimas cayeron.

—Estarás bien, me tendrás a mí –era de nuevo esa maldita voz que había estado escuchando últimamente-. Tal vez no vaya a ser eterno y un día te faltaré, como tus padres, pero te aseguro que nunca te abandonaremos.

—Cállate... -apreté el marco de la foto con mi mano- ¿Quién demonios eres? ¿Cómo haces esto?

—Solo confía en mí.

—¿Cómo confiar en alguien a quien no miro y solo me daña psicológicamente haciéndome parecer loco? –retuve mis lágrimas.

—En la próxima luna llena, bajo la luz del halo azul, tú mundo se descubrirá –eran las mismas palabras de mi sueño...- te veré pronto, Bin.

—No te vayas, ¿Quién eres? –no escuche nada- ¡Contéstame! -Grité frustrado.