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Una luz tenue inundaba el cuarto. Todas las paredes eran de un rojizo oscuro. Me removí y sentí mi piel desnuda. Me sobre salté y me senté de inmediato en la cama.

—Bin –era Brondum-, ¿te sientes bien? –se acercó a mi lado. Su voz delataba una clara preocupación y su mirada desesperación.

—Si... -noté que EunWoo estaba recargado en la pared con los brazos cruzados- ¿Qué es esté lugar?

—La habitación de Gian –comenzó a caminar en mi dirección.

—¿Quién es él? –miré a uno y a otro aleatoriamente.

—Ahora no es momento para que preguntes tú, -EunWoo se sentó a la orilla de la cama- ¿seguro estás bien?

—Si –recordé el dolor punzante y el ardor abrazador-. ¿Qué fue lo que me paso?

—Algo maravilloso y extraño –Brondum contestó antes que EunWoo, este le dedico una mirada severa.

—Efectivamente, -repuso EunWoo- algo muy extraño.

—¿Qué es lo que...?

Mi pregunta fue interrumpida a la mitad cuando vi entrar por la puerta a Aitor. Se supone se había ido por asuntos importantes pero ahora lo tenía frente a mí de nuevo.

—Veo que despertaste –trato de sonreír pero solo consiguió una mueca. Su expresión era confusa, al igual que la de todos.

—¿Qué pasa? –EunWoo intercambió miradas con los demás- ¿Por qué se miran así?, ¿Es que tengo algo malo?

—No es eso. –Aitor se detuvo justo frente a la cama- ¿crees poder levantarte?

Quite la sabana sobre mí, solo traía un short negro puesto. Aitor tomo mi brazo y me guío, se detuvo frente a un espejo y entonces vi mi reflejo.

—¿Lo ves? –Aitor se puso tras de mi tomándome de los hombros.

En mi reflejo había un chico con la misma complexión que yo, pero este tenía algo que el yo real no.

Marcas.

Eran solo dos. Una en mi brazo izquierdo, era una flor de loto con pequeñas cadenas debajo. La otra estaba en mi brazo derecho, pero estas solo eran dos líneas tribales alrededor de todo mi brazo, justo debajo del deltoide. Cuando baje un poco más mi vista, noté que del lado de mi costilla izquierda había una especie de mancha azul, pero no tenía alguna forma exacta ya que era minúscula.

—¿Por qué me hicieron esto? –Me aparte con brusquedad de Aitor-, ¿Por qué no me preguntaron antes de hacerme estas marcas? –señalé la del brazo izquierdo.

—Nosotros no las hicimos –Aitor habla de un modo tranquilizador.

—¿Entonces quien las hizo? –Miré a EunWoo y después a Brondum, se limitaron a mirarme-. Sé que este es su planeta, que estoy dentro del equipo de EunWoo aun que jamás lo pedí, acepte que me entrenaran pero ¿marcas? –Me sentía indignado, aunque no tenía nada en contra de que el resto las tuviera, me molestaba que me hicieran esto sin consultármelo.

—Nosotros no...

—Se aprovecharon de que estaba inconsciente –interrumpí a Aitor-, ¿para qué?, ¿para qué hicieron esto?

—Es que nosotros no lo hicimos, Bin –por fin se dignó a hablar de nuevo Brondum.

—¿Entonces como las explicas?

—Eso es lo que queremos saber, -comenzó a explicarme EunWoo- cuando te trajimos a este cuarto ya estaban, le preguntamos a Gian y dijo que fue debido a que esas marcas han estado ocultas en tu piel que ahora que vuelven a surgir te ardieron y dolieron a tal punto de dejarte inconsciente.

۞Mundos Entre Cristales۞ (EunBin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora