Capítulo 4

4.2K 713 309
                                    

Yoongi se encontraba sentado frente a la versión del pasado de sus padres. Tragó saliva, nervioso. Era ya la tarde y el señor Min ya había llegado del trabajo. Se encontraban en la sala, debatiendo acerca de si el menor podía o no quedarse.



—Jack... Jack...



Al recordar su nombre ficticio, Yoongi levantó la vista.



—Yo... la verdad no sé, no me entiendo —suspiró—. En otras circunstancias, no habría dejado ni en sueños entrar a un extraño a mi propia casa. Sin embargo, hay algo en ti que hace que quiera confiar. Algo me dice que no mientes, que eres honesto. Por eso, quiero ayudarte.



Yoongi se sintió incómodo. Primero, porque no era un extraño; por otra parte, porque sí les estaba mintiendo. Pero no podía decirles la verdad. Si lo hacía, en vez de dejar que se quedara, lo internarían en un manicomio.



—Espero que aproveches la oportunidad que te estamos dando. Hay ciertas reglas qu--

—¡Las cumpliré! ¡Las cumpliré a todas! ¡Lo prometo!



Ambos mayores lo miraron con una sonrisa, seguramente deseando que esas palabras salieran algún día de la boca de su hijo... el de ocho años.



—¿Escuchaste, Yoonie? Debes seguir los pasos de tu hyung y ser obediente.



El pequeño Yoongi, quien pensaba que estaba pasando desapercibido al robarse unas galletas de la cocina, suspiró y huyó escaleras arriba tras haber escuchado aquellas palabras de la boca de su madre.



—No tienes ningún problema al dormir en su cuarto, ¿No?

—Por supuesto que no. Adoro a los niños.



Y a pesar de la poca paciencia que tenía para tolerar a un menor, o el disgusto que sentía por los más chiquitos, sabía que le convenía cambiar aquello para cuando tuviera hijos con Jim-- cuando tuviera que hablar con el pequeño Yoonie. Sí, para eso.

**************

Ya era de noche. Yoongi entró al cuarto que solía ser el suyo cuando era pequeño, y se vio durmiendo en la cama. A un lado, en el suelo, había un colchón para que él pudiera dormir. Se acercó, pero no se acostó, sino que miró al jovencito que estaba completamente dormido. Sabía que estaba a punto de desatarse una guerra, pero lo que estaba a punto de hacer valía la pena.

—Yoongi... —movió suavemente al niño— oye, despierta.

—¿Qué mier--?

—¿Es ese el vocabulario adecuado, mocoso carente de respeto?



El pequeño se sentó en la cama y frotó sus ojos, molesto.



—A menos que la casa se esté incendiando, no veo razones para que me despiertes.

—Vaya, ¿Era así de insolente cuando era chico?

—¿Eh?

—Escucha, tengo algo muy importante que contarte —se sentó frente a él— ¿No sientes como si me conocieras?

—No lo hago.

—Ya lo sé, sé que nunca nos hemos visto y que esta es nuestra primera vez hablando, pero ¿No luzco familiar?

—Tal vez. Un poco —admitió— ¿Eres el tío Hong? —sus ojitos se iluminaron.

—Supongo que aún no pasó... —suspiró— el tío Hong no existe. Es una excusa que mamá y papá inventaron para decirte que vas a conocerlo y que tiene muchos regalos para ti en su casa ¿Sabes cuál es la verdad?



If we could turn back time [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora