If we could turn back time [Yoonmin] ©

Capítulo 20

Dos y media de la tarde. Nuevamente, lo único que podía escucharse era el sonido del motor del auto. Jungkook conducía con la mirada enfocada en la carretera, mientras que Yoongi y Jimin iban atrás. El menor dormía con su cabeza apoyada sobre las piernas de su amigo, tapado con una manta. El pelirrubio suspiró al haber sentido el calor de su frente y lo arropó.

—Sigue con fiebre, ¿Eh?

Asintió con la cabeza.

—Oye... sé que preocupa el hecho de que Jimin esté enfermo, ¿Pero por qué te afecta tanto? Es decir, en otras ocasiones como esta, estarías gruñendo y maldiciendo mientras repites lo idiota que fue al haberse expuesto al frío del agua cuando sabe que es tan delicado.

Yoongi lo miró, alzando una ceja. Obviamente, el estado gripal de su amigo no era nada grave, pero por ese instante hizo lo que no le gustaba —pero solía— hacer: comparó el amor que él sentía, con el del menor. No importaba qué tan estúpido fuera el problema. Si Jimin sufría, también Yoongi. Incluso si se rompía una uña, para el mayor era el fin del mundo ¿Por qué para Jungkook no era igual? ¿No estaba, acaso, enamorado de Jimin? Hasta había llegado a pensar que sus sentimientos ya habían cruzado esa línea, dibujando una de un nivel mucho más avanzado, pero no estaba seguro de que eso existiera.

De todas formas, no era por esa razón que el muchacho lucía tan apagado. Lo sucedido la noche anterior aún daba vueltas en su cabeza, y no podía hallar la manera de detenerlo. Un par de veces había llegado a doler tanto, que había vuelto a considerar el hecho de tener que pedirle de rodillas a Seokjin que lo devolviera al pasado para nunca conocer a Jimin, pero no podría. Además, considerando el curso de las cosas, podía evitarlo, pero toparse con él de todas formas más adelante.

Yoongi ni siquiera notó cuándo fue que el auto se detuvo frente a la casa de Jimin. Sin decir palabra alguna, bajó, lo tomó en sus brazos y, con la ayuda de Jungkook, lo entró hasta su habitación, lo recostó en su cama y se sentó a su lado.

—¿Te quedarás con él, hyung?

—¿Tú no?

—Bueno... la mamá de Tae no estaba nada bien. Él aún debe estar en el hospital y está solo, así que iré a ver cómo está todo —presionó juntos sus labios—. Llámame por cualquier cosa, ¿Sí?

El menor esperó por una respuesta, pero se encontró con su amigo, quien tenía su mirada clavada en el suelo, sin decir nada, al igual que en todo el viaje de regreso.

—¿Estás bien?

—Ve a hacer lo que tengas que hacer. No te preocupes.

—Luego hablamos, hyung.

Dicho aquello, se marchó, dejando al otro solo. Yoongi se recostó junto a Jimin y acomodó un par de mechones que caían sobre sus ojos.

—Por favor, recupérate pronto —susurró y besó su frente de manera casi imperceptible.