Capítulo 42

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Nada estaba saliendo de acuerdo a sus planes aquella noche para Park Jimin. Su idea de asistir solo a la fiesta escolar para invitar a su mejor amigo, pedirle ser su acompañante durante el evento y poder confesar sus sentimientos estaba fracasando. Había llegado un poco tarde, pues su madre había arreglado una y mil veces su atuendo para que luciera perfecto. Además, el auto se había averiado a mitad del camino. Aunque el lugar en el que se habían detenido no quedara muy lejos, sabía que su padre necesitaba ayuda... e incluso tuvo que volver, pues la señora Park no le había permitido asistir a la fiesta con la ropa arruinada —aunque sólo se habían formado un par de arrugas— luego de haber arreglado el vehículo con su papá.

Una vez en el colegio, las cosas no parecieron ser mejores. Cada rincón estaba atiborrado de adolescentes y maestros ¿Cómo podría encontrar así a un solo chico? Sería casi imposible hallarlo dentro de una multitud tan grande. De todas formas, sabía que era aún más imposible si no empezaba a buscar. Así, empezó por el frente, siguiendo por los pisos de arriba. A medida que iba bajando y su misión seguía sin ser un éxito, la inseguridad se hizo presente ¿Y si Yoongi no había ido? ¿Y si había escogido una pareja? ¿Y si no aceptaba su invitación? Porque era consciente de que el mayor lo adoraba. Sin embargo, a veces solía ser un poco duro con él y dichas actitudes lo hacían dudar. De todas formas, sin importar lo que pudiera decir o pensar su tosco amigo, estaba decidido a avanzar.

Afortunadamente, al llegar a la planta baja y luego de vanos intentos de encontrar a su amigo con la ayuda de uno de sus compañeros, se topó con un joven que le indicó el lugar correcto en donde Yoongi estaba... y que también le dio unos consejos. Su alocado corazón de quince años latió con todas sus fuerzas luego de haber ido al sitio que le habían indicado, y de haber visto al mayor sentado en el piso. Uno de sus brazos estaba apoyado sobre sus rodillas, y su mejilla izquierda sobre el mismo, mientras miraba hacia abajo. Con su otra mano, arrancaba hojitas de césped y las arrojaba a una corta distancia, cosa que solía hacer cuando no se sentía bien y quería ocultarlo.

Jimin se acercó a él a pasos lentos y se sentó a su lado. Al haber volteado para ver quién osaba molestarlo, Yoongi se sorprendió al ver a su amigo allí. Sorbió por la nariz, aunque —aún— no estuviera llorando.



—J--Jimin...

—Te he buscado por todas partes, hyung ¿Qué estás haciendo aquí solo?



Jimin siempre supo todo acerca de él ¿Pero qué le iba a responder? ¿Que no lo había encontrado y que se había ido a llorar a un rincón porque, cuando por fin lo vio, lo vio con otro chico como su pareja? ¡Ni en sueños!



—Es la fiesta más aburrida del mundo. No quería estar con todos esos idiotas.



Gritos y carcajadas podían escucharse desde su lugar. Jimin supo que aquello había sido una mentira, e hizo una mueca de preocupación con sus labios.



—¿Estás bien?

—Sí, ¿Por qué no lo estaría?

—Entonces... —jugó con sus dedos— ¿Te quieres ir a tu casa?



Yoongi lo miró a los ojos. Estaba ahí, lo tenía a su lado. Podía aprovechar y pedirle ser su pareja de la fiesta, pero el miedo se apoderó de él... como también sus pensamientos que le recordaban que Jimin ya estaba con alguien. Él había visto eso mismo con sus propios ojos.

If we could turn back time [Yoonmin] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora