If we could turn back time [Yoonmin] ©

Capítulo 19

El auto avanzaba en silencio. El único sonido que se escuchaba era el del motor del vehículo y los golpecitos que Taehyung daba con sus dedos en el borde de la ventanilla. Jungkook suspiró.

—¿Es... muy grave lo que pasó?

Silencio.

Si bien la curiosidad era demasiado grande, el menor no quería forzar a su amigo para que contara sus problemas. Asintió para sí mismo y enfocó su mirada en la carretera. Aún tenían un largo camino por delante, pero no le importaba recorrerlo sin decir ni una palabra si eso hacía que el otro se sintiera mejor.

—¿Alguna vez te conté por qué mamá y yo dejamos nuestro hogar y nos mudamos a Daegu?

—Nunca lo hiciste —presionó juntos sus labios—. Ustedes no son algo así como Norman y Norma Bates de Corea, ¿Verdad?

Si bien había dicho aquello para que el ambiente se sintiera un poco más ligero, un escalofrío recorrió su espalda.

¿¡Y si era cierto!?

¿¡Y si Taehyung terminaba matándolo y tirándolo al río!?

Rió nervioso cuando lo oyó suspirar y tragó saliva dificultosamente.

—Mamá está un poco... delicada. Está teniendo unos problemas de salud, y Daegu es el único lugar en donde tenemos los tratamientos que ella necesita... bueno, no es sólo aquí, pero sí es el lugar más cercano que los tiene. Papá no puede ausentarse a su trabajo, así que se quedó allí con mis hermanitos.

—¿Tienes hermanitos?

—Un hermanito y una hermanita.

—Eso es lindo —mostró una triste sonrisa— ¿Es muy grave lo de tu mamá?

—No tanto si lo trata ahora.

—Ya veo... bueno, espero que pueda recuperarse muy pronto.

—También yo.

Jungkook le dirigió una rápida mirada al joven a su lado.

—¿Sabes? Si tuviera que basarme en lo que muestras en la universidad o con la gente, jamás habría pensado que estabas pasando un momento difícil.

—Lo que pasa es que no le encuentro el sentido a tener que mostrar siempre una mala cara cuando las cosas no están saliendo bien. Entiendo que es normal sentirse mal de vez en cuando, pero si lo hago, estaría enfocándome sólo en lo malo. Eso no hace bien. Solía hacer eso antes, pero mis amigos comenzaron a alejarse de mí.

—Pues... creo que no eran tus amigos. No importa qué cara muestres a los demás, ni cuán malos sean los momentos que estés viviendo. Si alguien se hace llamar tu amigo, tiene que estar ahí para ti siempre.

—Eso... suena como si yo fuera una carga, ¿No?

—Para nada. Si tú fueras una carga, no te estaría llevando en un viaje tan largo, ni estaría escuchándote. Aquellos que sólo están contigo para pasar buenos ratos, no son amigos. Quiero que sepas que, para ti, siempre seré uno. Nunca tengas miedo de pedirme ayuda.