𝘖𝘶𝘳 𝘩𝘦𝘳𝘥, 𝘰𝘶𝘳 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘺 | ᵀᵉᵉⁿ ᵂᵒˡᶠ | ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ | EN PAUSA

8: "Siente la adrenalina" [Briam]

Aquel estaba siendo un día totalmente increíble sin excepción alguna, Liam podía dar crédito de ello.

Ya se había resignado hace bastante a una monótona vida de beta en la cual no le permitiesen hacer nada, pues, aunque odiase aceptarlo, siempre sería el "bebé" de la manada. No importaba cuan maduro se intentase ver, Scott siempre pondría su bienestar antes que el de nadie, y aunque en verdad apreciaba el rol de hermano mayor que desarrollaba el de rasgos latinos, no le gustaba que lo hiciesen sentir un inútil. Él para nada lo era, pero cuando no lo dejaban participar de cacerías y demás, se sentía algo excluido, si debía ser sincero. Así que cuando la oportunidad de salir con su novio, Brett, se había presentado, no tuvo que pensarlo dos veces antes de decir que sí. 

Así que, henos aquí; un hermoso paisaje pintaba el fondo de la escena y la entera manada de Satomi Ito jugando con él y aceptándolo como uno más de la familia. Era ya tan regular ver a ambos ojiazules juntos en cualquiera de las dos manadas, que todos podían asegurar que el día que no se viesen sería el fin del mundo. 

Hablar con Demarco era simplemente genial; era bastante impredecible a la hora de entablar una conversación, pues podía simplemente iniciar hablando del odioso clima de Beacon Hills y terminar hablando de la teoría de relatividad. Saber que Satomi no era la única madura de la manada realmente era reconfortante, pues aquel omega en verdad dejaba mucho que decir y aunque Satomi siempre encontrase la forma de controlar a los alborotados adolescentes, eso no quitaba el hecho de que, entre más ayuda, mejor. 

Carrie era genial a su manera, aunque realmente le asustaba el hecho de que siempre pareciese tener una convulsión en cuanto los veía besarse con Brett. Esa chica era bastante extraña y, aquí entre nos, no le impresionaba el hecho de que no tuviese pareja. Es decir, sí, Carrie era una chica linda ―hermosa, de hecho―, pero cada vez que algún chico intentaba coquetearle, ella simplemente lo espantaba al preguntar si prefería dar o recibir porque, "Obviamente eres gay hasta la médula."

"Lori, ¿puedes pasarme el queso?" pidió el adolescente mayor con Liam entre sus piernas mientras intentaba armar su sándwich. Por fin habían encontrado el mejor lugar para reposar ―en medio de las ramas y raíces torcidas de un árbol que crecía aislado― y tenían una manta encima, porque, claramente, "Hace frío y, si cae algo del sándwich, nuestra ropa no se manchará." 

"El lugar es bonito." mencionó la alfa del grupo a la par que sonreía levemente. Su expresión jamás se había visto tan relajada, y aunque intentase negarlo, el nuevo beta de la manada podía asegurar que Satomi en realidad necesitaba un respiro.

"Podemos jugar Lacrosse." animó Demarco con la comida en su boca.

"No." respondió la apodada pareja "Briam" al unísono. Ellos no querían jugar, querían estar juntos sin tener presente a la escuela durante unas horas. 

"Bien, bien." alzó las manos en señal de rendición el hombre mayor. "Entonces... ¿Qué les parece si jugamos con el disco?"

"Esa es una buena idea." apoyó la rubia, sin dejar de apuntar su cámara fijamente hacia las manos unidas de los incómodos chicos frente a ella.

"Carrie, deberías dejarlos respirar un momento. Estás encima de ellos todo el tiempo." intentó ayudar la hermana menor de Brett al divisar la súplica de ayuda en la mirada de Dunbar. Estaba de acuerdo con que Carrie exageraba un poco a veces, pero no dudaría en pedirle las fotos recién tomadas.

"Vamos a jugar." repitió el mayor, mientras terminaba de tragar el último pedazo de sándwich y alistaba el disco. Incluso Satomi se vio emocionada con la idea, así que, al ver a todos de pie, Liam posó sus manos sobre los muslos de Brett para impulsarse, más unas fuertes manos en su cintura no se lo permitieron.