𝘖𝘶𝘳 𝘩𝘦𝘳𝘥, 𝘰𝘶𝘳 𝘧𝘢𝘮𝘪𝘭𝘺 | ᵀᵉᵉⁿ ᵂᵒˡᶠ | ᴏɴᴇ-ꜱʜᴏᴛꜱ | EN PAUSA

6: "Lo más importante" [Morey]

Era así, entonces, como se sentía pertenecer a una familia. 

Corey llevaba un tiempo ya pensado en lo difícil que siempre sería para él encajar en algún lado. Los Doctores del Miedo jamás supusieron una posibilidad para él, aunque una pequeña parte de sí mismo siempre le susurró que aquello era lo que merecía. Ser solamente parte de un experimento que podrían desechar en cuanto dejase de funcionar. 

La manada de Theo. Vaya, aquel inestable grupo emocional que se dejaba llevar por los impulsos de manera impresionante. No, Corey no puede decir que aquel círculo lo hubiese tratado mal, sin embargo, tampoco puede decir que se sintió cómodo allí junto al imponente omega con sed de venganza. Ellos lo habían convertido en lo que ahora era, tenía bastantes cosas por las cuales estar agradecido. Ese poder que recorría su ADN, que si bien pudo haber puesto su vida en peligro incontables veces, ahora lo hacía sentirse completo. A decir verdad, el castaño creía en el destino, y por más infantil que pudiese sonar, ahora podía estar seguro de que, sin todas las experiencias que le habían tocado sufrir, no podría sentirse parte de la familia de Scott.

"¡Corey!" lo llamó un entusiasmado Stiles, sacándolo de su ensoñación y provocando que diese un ligero salto en su asiento. "Vamos abajo. La cena ya está lista."

"¿Qué?"

"¿Te golpeaste la cabeza?" cuestionó exasperado el de lunares al pensar en la deliciosa tarta que ahora horneaba en la cocina y que, probablemente y por culpa del idiota quimera frente a él, estuviese quemándose. "Te dije que ya está la cena."

"Oh, l-lo siento." se disculpó el más bajo, sonriendo avergonzado. "Estoy algo distraído."

"Eso lo veo." dijo burlón mientras se apresuraba a tomar el brazo del ojiverde. "Mueve el trasero. Si se llega a quemar mi tarta, juro que te despedazo." y aunque Corey fuese una quimera y pudiese matarlo si se lo propusiera, tragó en seco. Stiles podía no poseer ningún poder, pero claramente debían temerle si se enojaba. Es decir, teniendo un bate y un alfa con él como protección podía hacer a cualquiera temblar. 

Salieron de la habitación y se dirigieron rápidamente escaleras abajo. Antes de siquiera darse cuenta, el ojimiel ya había desaparecido por la puerta que daba a la cocina. Su mirada luego se posó en la sala, logrando que un sentimiento cálido lo llenase. Scott y Liam estaban en la esquina del sofá bajo una manta mientras se daban mimos y caricias, Malia y Lydia se lanzaban miradas y sonrisas mientras alistaban la mesa, Aiden y Danny se empeñaban en recalcarle a Ethan lo pésimo que era jugando Call Of Duty, Theo y Jackson cantaban una mala canción de Nickelback mientras Kira moría de risa y, por último, Mason junto a Hayden.

Su hermoso chico que sonreía junto a la pelinegra. Unos meses atrás bien podría haber dicho tener la peor de las suertes al vivir una vida como la que tenía, pero justo ahora, viendo a los subnormales que tenía por manada, al alfa que los protegía, al humano que los regañaba como una madre, al más hermoso novio que jamás había tenido la oportunidad de tener, podía asegurar que era allí donde pertenecía.

"Amor." el ligero llamado de su novio lo sacó de sus pensamientos. Con una seña, Mason indicó a Corey que se acercara, y con una sonrisa en el rostro, lo hizo.