Los Deseos Del Jefe

Capítulo 28..!

Después de una noche muy agitada, nos levantamos temprano ya que Matthew me dijo que tenía un viaje de negocios, que para los demás sería la dichosa luna de miel, pero no lo es.

—Un Jet privado, ¡Wow! Cada vez me sorprended más, Hoult—Chiflo y subo las escaleras del jet

—Me gusta darme algunos lujos—susurra en mi oído, una corriente pasa por mi columna al sentir su aliento chocar en mi oreja, lo ignoro

—Bienvenidos señores Hoult, ¿Se les ofrece algo de tomar?—susurra una rubia despampanante, haciéndole ojitos a Hoult

—Traenos una botella de champaña— Él ignora olímpicamente su coqueteo pero aún así ella se va moviendo sus caderas exageradamente, yo me río por la poca dignidad de esa mujer, pero Matthew enarca una ceja

—Actuando posesiva, señora Hoult—declara riéndose

—Pobre iluso, en tu sueños actuaría posesiva contigo, nada más que no me agradaría que me catalogaran de "cuernuda"—sonrio falsamente y me acomodó en mi asiento cerrando un poco los ojos

—¿Acaso no pudo dormir, señora Hoult?—su tono de voz "Soy el rey del mundo" me enoja

—Callate, Imbécil—Murmuro con voz venenosa y el ríe

—Pues claro que no dormiste ayer, ya que andabas de ninfómana—ignoro su comentario, o si no cometo un homicidio

Poco a poco, cuando en avión despega caigo rendida en un sueño profundo

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

—Grace, despierta—abro los ojos lentamente y me topo con el rostro de Matt, que está muy cerca de mi, demasiado cerca

—

¿Ya llegamos?—susurro con voz baja y patosa, tocando las comisuras de mis labios previniendo de que no haya baba

—No, falta bastante, te desperté para que comas ya que el desayuno no lo hiciste —sus ojos tienen un brillo de preocupación pero a la vez hay ternura en ellos

—Gracias por preocuparte por mí —susurro irónica para dejar esa incomodidad que me produce su mirada

_¡Agh! Intento hacer algo bien y así me respondes —rueda los ojos y adopta un semblante de enojo

—No, enserio gracias, fue un impulso responderte así—susurro apenada pero a la vez aliviada de que ya no me mire así

—De nada—susurra pasivo

Después de comer me quede viendo por la venatana del jet, viendo la nubes y en eso llegó un recuerdo de mi madre

–Mami, ¿porque esa nube tiene forma de conejo?

–¿Conejo?–río–Yo más bien veo un perrito

–No, es un conejo–declaré con mi ceño fruncido

-–Está bien mi amor, un conejo

–Pero, ¿Por qué tiene forma de animalito?–pregunté

–Porque a veces a las nubes le gusta contar historias, ¿Ves la nube que está a la par de la nube de conejo?–señaló

–Sí

–¿Qué ves?

–Un dragón -grité y me tapé la boca, mi madre había reído y me había inventado una historia sobre que el conejo siendo amigo del dragón, no me acuerdo muy bien, solo sé que ella siempre me decía, "El cielo cuenta historias por medio de las nubes"

—¡Grace!—me sobresalto

—¿Si?—me volteo para encontrarme a él que está viéndome extrañado, y para ver a la azafata que se riega por Matthew y no lo oculta pero ni un poquito

—¿Que si quieres algún postre?

—Mmm si, lo que sea

Matt ordena y la rubia se va, de nuevo meneando las caderas exageradamente, él se voltea a verme

—¿Qué tienes? —pregunta quitando un mechón de pelo de mi cara y mirándome con esos ojos que tienen una pizca de ternura

¿Qué es esa sensación que mi pecho está sintiendo cada vez que veo ese efecto en sus ojos?

—Nada que te importe —aparto su mano a la ves que aparto mi mirada de la suya

—Intento que nos llevemos bien pero eres una odiosa y repugnante, no creo que pueda aguantarte estos cinco años—se jala el cabello exasperado y yo bufo

—Tu fuiste el que impuso esa condición —le recuerdo y el me manda una mirada asesina

Me lavanto y voy al baño, pero antes de llegar escucho las voz chillante de la rubia hablando con otra azafata

—No puedo creer que la lleve a Brasil de luna de Miel—chilla encolerizada

¡¿Brasil?!

—Se ve que está enamorado—dice la otra azafata con un suspiro soñador

&Callate Cleo, además si estuviera enamorado no me comería con la mirada—raja la rubia estúpida

—¡Ja! Si es es comerse con la mirada a alguien entonces todo mundo me come a mí con la mirada, y eso que estoy un poco cerdita—río por el comentario de la otra azafata, que ahora se que se llama Cleo

Ella ya me cayó bien y eso que no le he hablado

—Callate Cleo—sisea la rubia puta

Después de hacer mis necesidades vuelvo a los asientos y reto a Matt con la mirada

—¿Por qué no diablos no me habías dicho que vamos rumbo a Brasil?—su cara se torna roja

—¿Quien te lo dijo? —sisea enojado

¿Por qué le enoja que yo supiera?
Cada vez lo entiendo menos

—La rubia sobrada—se que entendió—la escuché hablar con la otra azafata, enojada de la vida porque no es a ella que llevan a Brasil de luna de miel—digo lo último imitando su voz chillona

—Era una sorpresa—susurra bajito pero aun así escuché

—Si supiera que es un viaje de negocios—pongo los ojos en blanco y me acomodo en mi asiento, me coloco mis audífonos para escuchar música cuando escucho algo que me deja intrigada

—No, Grace

~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

—Bienvenidos a Brasil, Señores Hoult — tres mujeres piel morena vestidas de garotas[1] nos dan la bienvenida

—Buenos noches señores Hoult, mi nombre es Jaco y el es mi compañero, Connor, seremos sus guardaespaldas todo lo que dure su estadía en Brasil—dos hombre corpulentos, que parecen sacados del ejercito, serán nuestros guardaespaldas

Subimos al Ranger Rover blanco, hermoso, y damos marcha al hotel, pasamos frente al mar delicioso de Río de Janeiro y llegamos a hotel cinco estrellas

Ya la reservación estaba hecha asi que llegamos rápidamente a la suite presidencial, con cocina, desayunador, sala de estar, comedor, balcón, dos habitaciones con baño, un jacusi en la habitación principal, es completamente hermosa

—Buenas noches, Matthew, descansa y nos vemos mañana—me dirijo a la habitación principal cuando siento que me jala fe la cintura y me pega a su pecho

—¿Como que nos vemos mañana, Grace? Eso no va a pasar—empieza a repartir besos en mi hombro hasta que llega a mi oreja, susurrando de manera Seductora—Ya no Grace, ahora que eres mi esposa, mía, dormiras conmigo, y menos cuando ayer te tuve para mí—toca una de mis senos —Cuando estuve dentro de tí