Capítulo 7

966 82 1
                                    



El lunes en la mañana fue otro día tratando de evitar a Noah, lo cual fue en vano ya que teníamos varias reuniones programadas en pareja para nuestro próximo proyecto. Después de varias miradas desviadas y varios torpes intentos por aparentar normalidad, estaba exhausta.

-¿Todo bien? -me preguntó alcanzádome por el pasillo hacia mi oficina.

-Sí, claro, todo bien.

Noah me observó como si él fuera un científico nominado al premio Nobel y yo un alienígena recién llegado a la tierra.

-¿Segura?

-Sí, estoy segura. Bueno, voy a trabajar, nos vemos... por ahí.

Debo confesar sin avergonzarme, que hui como la cobarde que soy, bajo la mirada de Noah, no entendía ese repentino interés por mi bienestar, me sentía mucho peor que me siguiera como si estuviera agonizando, prefería su ignorancia, ya que antes no me hacía sentir como su patética admiradora a la que le rompió el corazón. La lástima era el último sentimiento que quería despertar en él.

-¿Qué le pasa a Noah? -me preguntó Sienna mientras llegaba a mi escritorio.

Noah, mi karma, ¿es que acaso no podía librarme de él ni un minuto?


-No sé ¿por qué? -pregunté sin levantar la vista de mi monitor; Sienna tenía la capacidad de captar una mentira al vuelo, era infalible.

-Bueno, está rondando tu cubículo como si te fuera a pedir matrimonio o algo así -me dijo cerrándome un ojo.

Aquello me hizo levantar la vista hacia su cara, error, grave error.

-¿Y por qué tienes esa cara? -Sienna inició su interrogatorio versión CIA.

-¿Qué cara Sienna?, me dices que Noah está rondando mi cubículo como si se fuera a declarar, lo cual las dos sabemos que no importa a quién, eso es algo que Noah nunca haría, por lo que... no sé qué le pasa, qué hace rondando y honestamente no tengo tiempo para averiguarlo.

Sienna me miró de la manera que Noah me observó minutos atrás. ¿Qué le pasaba a la gente hoy conmigo?

-Ya, bueno, no te creo, no te creo nada y algo pasa entre ustedes -dijo señalando hacia el corredor donde Noah estaba rondando y hacia mi mesa-. Recuerda quién es Noah, está bien observar y hasta disfrutarlo en tu mente si sabes a lo que me refiero, pero en la vida real Anna, él no es para ti, eso es sufrimiento seguro.

Terminó su monólogo cruzando los brazos y golpeando su pie en el suelo como si esperara mi respuesta.

¿Por qué siguen repitiendo eso, es que tengo escrito en la cara "enamorada de Noah y dispuesta a sufrir"?

-Sienna, gracias por tu preocupación, pero no estoy con Noah, no voy a estar y no sé por qué está rondando mi oficina.


Seguí concentrada en mi trabajo como si mi vida dependiera de eso, aunque para ser honestos en cierto modo dependía, porque Sienna estaba en busca de información y eso era un poco escalofriante.

-Bien, vamos a hacer como lo que estás diciendo es cierto, te voy a dejar tranquila, sólo espero que Noah también lo haga, porque ¿sabes? Noah puede descubrir que puedo ser bastante agresiva.

Y así, sin más, se fue con su ritmo acompasado de sus altísimos tacones. Nunca puede entender cómo podía pasar todo el día caminando de arriba para abajo con esas finísimas agujas. Era bueno saber que Sienna me quería tanto, pero era a la vez inquietante saber que hasta ella se alarmaba ante la posibilidad de que algo pasara entre nosotros, a lo mejor Noah, tenía razón y en una manera muy retorcida, él, me estaba protegiendo de él mismo.

Siete Veces CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora