Capítulo 9

1K 84 8
                                    



No puedo decir que dormí mal, definitivamente, tampoco puedo decir que dormí profundamente porque sentir a Noah junto a mí toda la noche era demasiado bueno como para perdérselo, para ser alguien con problemas de compromiso, era muy apegado durmiendo. Me abrazó toda la noche y cuando cambiaba de posición me arrastraba con él sobre su pecho, no es que me quejara, por supuesto, pero sí me llamaba la atención.

-¿No te han dicho las mujeres con las que duermes que eres de los que abrazan? dije mientras tomábamos café en la cocina, Linda había salido a correr mucho antes.

Noah alzó las cejas extrañado mientras se acercaba su taza de café humeante.

-No, nunca.

-¿En serio?, ¿ninguna? -me extrañaba que con tantas mujeres ninguna le hubiera dicho nada.

-Ninguna, en absoluto, no sé por qué te extraña.

-Bueno, porque es como... muy evidente.

-Puede ser porque nunca duermo con ninguna mujer, así que no tendrían cómo saberlo -dijo alzando los hombros como si lo que dijo no tuviera importancia.

Ahora era mi turno de paralizarme con la taza en mi mano,

¿qué es lo que había dicho?


-¿Cómo dijiste? -dije tratando de que no se notara el nervio en mi voz.

Noah me miraba divertido, pero con la decencia de aguantar la risa, lo que le dibujaba una sonrisa que me volvía loca.

-¿Qué es lo extraño?, nunca he dormido con una mujer, porque en el momento que tienes sexo y duermes con ellas se convierte para ellas en hacer el amor, si le sumas eso a cenas y encuentros, se convierte en relación y ya sabes lo que pienso de las relaciones.

Yo volteé los ojos fingiendo aburrimiento, pero realmente lo hacía para esconder mi cara de fascinación, porque a pesar de todas las mujeres hermosas que Noah había conocido, sólo yo había dormido con él.

-Sí, ya sé que no tienes novias y bla bla bla -le dije disimulando-, pero, ¿en serio? ¿ninguna?

-No ninguna. Bueno hubo alguien con quien tuve una especie de relación, pero funcionó porque ambos veíamos a otra gente y al final no hubo dramas, yo dormía con quien quería, ella igual, de todas formas, ella nunca me dijo nada de eso.

Eso sí era completamente nuevo para mí, ¿él tuvo una novia? Debía de ser una mujer increíble si consiguió que Noah tuviera en una relación con ella. Estoy segura de que eso de dormir con otra gente era una manera de retenerlo, no es algo que yo haría, pero podría entender que Noah provocara comportamientos desesperados.

-¿Te molestó que te abrazara? -me preguntó Noah algo molesto interrumpiendo mis pensamientos.

-¿Quién fue? -le pregunté sin hacer caso a su pregunta.


-¿Cómo?

-¿Quién fue? La chica con la que estuviste, me refiero.

-No contestaste mi pregunta, ¿te molestó que te abrazara?

-No, no me molesta, me gusta. Ahora, ¿quién era? ¿La conozco?

Noah me observó divertido y yo me arrepentí al segundo de haber insistido en mi pregunta, había detectado una debilidad la iba hacer parte de su portafolio de bromas. Este hombre era un canino detector de debilidades humanas.

Siete Veces CeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora