Parte 1: El comienzo

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Todo esto daría paso a una nueva vida, una nueva etapa, en la que realmente ya muchas cosas habían cambiado. La preparatoria estaba a la vuelta de la esquina, dando sus gritos de alerta, advirtiendo que la universidad estaba cerca y que este era su tiempo para comenzar a ver la vida de otra manera. Recuerdan a Serena, bueno este cambio de vida, alteraría todo su mundo.

Todavía quedaban dos semanas de vacaciones, era un día lunes el reloj marcaba las 10:30 de la mañana, Serena abrió los ojos y solo 5 segundos después sonó su celular. Mensaje de mina

"Serena, hoy en la tarde vamos de compras avísame... a ver si vienes"

La chica ignoro el mensaje, no pretendía perder el tiempo en eso, ya no era necesario. Luego otro mensaje.

"Buenos días mi amor, paso por ti a las 12:00 para ir a almorzar"

Era Darien, su novio que ya estaba en segundo año de universidad, con todo un mundo nuevo a su alrededor. Un mundo que Serena odiaba, pero debía aceptar, por una simple razón, amaba a ese chico.

Mientras se duchaba escucho como su madre le gritaba por la hora y aun no bajaba a desayunar, cosa que ignoro por completo como de costumbre, pues ya estaba aburrida de su tonta vida.

La explicación de esto era sencilla, hacia un año su abuela había muerto, ella era una parte muy importante de su vida, básicamente la única que la entendía tal y como era, más importante que eso la quería. Por otro lado sus padres la ignoraban por completo, Sammy se había vuelto en un deportista y estudiante de excelencia. Su padre trabaja todo el día, se la pasaba en sus negocios y manejando la empresa. Su madre pasaba ocupada controlando otra parte de la empresa, pero desde la casa, de todas formas casi ni la hablaba, excepto para regañarla por algo sin sentido. A todo este delirante torbellino de cotidianeidad debíamos sumar a sus incondicionales amigas, que solo se burlaban de ella, más ahora con el radical cambio que había tenido, no es hacerse la víctima, pero era la realidad y ya se lo habían hecho notar otras personas, parecía que esperaban que ella fuera igual, pero como no lo era se veían en el lugar de humillarla, la seguían llamando, pero el buen trato no duraba mucho.

Pero no todo puede ser tan malo, siempre hay algo que revierte las cosas, y esto no significa que Serena se allá quedado sola.

A las 11:30 Serena estaba lista, su cabello atado en una cola, unos pantalones camuflados de color gris, una polera negra y zapatillas. Espero a que dieran las 12:00, vio el auto de negro estacionado en la entrada, un aviso a su madre y salió antes de que empezará alguna especie de sermón.

Una vez afuera y expuesta a los ojos del perfecto Darien, su reacción no fue la esperada como siempre. De verdad parecía molestarle el look de su novia, pero no era por llamar la atención, si no que eso era ella ahora, sin aparentar nada con nadie. Incluso era capaz de ponerse a la altura del contexto para no avergonzar a Darien frente a sus amigos como solía hacerlo antes. Pero al parecer, no era suficiente. Durante el almuerzo su celular volvió a sonar como lo había hecho toda la mañana. Mensaje de Hotaru

"Hola rubia, oye te espero a las 5 en mi casa, será divertido, tengo una gran sorpresa, recuerdas eso de mi padre, está listo. Te espero"

Serena había conocido a esta chica desde niña, pero nunca habían sido muy cercanas, hasta hace un tiempo en que ya había conocido bien a Hotaru Tomoe, tenían la misma edad. 16 años. Una vida algo complicada, pero muy acomodada, amante de la música, la pintura y más. Pero no era esto no era del agrado de Darien, según él, Serena ahora era influenciada por su nueva amiga, aunque la realidad no era así, Serena siempre había sentido pasión por esas cosas, solo que le avergonzaba mencionarlo en público, además tenía que aparentar frente a sus amigas. Todo ese talento Hotaru había logrado sacarlo a la luz, pues ella sabía cómo hacer eso, sin duda el canto le daba bien a la rubia.

Ya a las 4:30 de la tarde estaba demasiado aburrida de la conversación con los amigos de Darien, 2 horas eran suficiente tortura de buen comportamiento y evitar dar una opinión sobre lo que ella pensaba, además ella sabía muy bien que los amigos de su novio luchaban por no reírse de ella en su cara.

- Darien ya me voy, tengo algo que hacer

- ¿vas donde Hotaru? Te voy a dejar – eso sono más como una afirmación que como una pregunta, seguro pretendía persuadirla para no ir.

- No te preocupes.

Y eso fue todo, sin más insistencia y salió, ya ni sabía que le pasaba a Darien no era el mismo, pero no se atrevía a dejarlo, era una de las pocas personas que le quedaban, que conocía desde antes, además lo amaba.

Tomo un taxi, pocos minutos después pudo divisar la mansión de Hotaru.

Cuando llego una de las empleadas abrió la puerta, era Sara, una señora de unos 50 años, era como una madre para Hotaru. Serena pasó a la sala. Cuando su amiga apareció vistiendo un vestido cortó negro, unas medias y zapatos negros, su cara estaba reluciente, señal de que sería una genial noticia la que se avecinaba.

- Vamos Serena esto te encantara, es genial.

Tomo a Serena del brazo y la arrastro hacia el jardín trasero, luego de recorrer un camino de cemento rodeado de árboles llegaron a una especie de pequeña casa, como las de los cuentos, en medio de un bosque. Abrió la puerta y entro, sus ojos casi se salieron de la sorpresa, era enorme, de tres pisos, especialmente ambientada para ella, sala de ensayo, un estudio de grabación, un salón para baile, una pieza especial para dedicar a la pintura, tenía hasta habitaciones y cocina.

- ¿te gusta? Este es el regalo que me tenía mi padre, es para nosotras

- Hotaru es genial y demasiado grande. Así que esta era la razón por la cual no podíamos acercarnos acá.

- Ahora podremos ponerse en marcha lo que queremos.

La emoción de todo esto se debía a algo muy simple, Serena hace un tiempo tocaba guitarra y cantaba, Hotaru por su parte tocaba guitarra y batería. Generalmente tocaban en las tardes, junto al amigo de Hotaru y su novia. Tenían planeado hacer una banda y ahora era posible. El padre de la chica solía estar ocupado en las tardes y no les gustaba molestarlo. Así que o tocaban afuera o hacían otra cosa.

Claro que todo este tipo de pasatiempo, como lo llamaba Darien, no era de su agrado, era solo otra niñería de Serena, la cual conllevaba a muchas discusiones, pero ella solo decidía ignorarlo, no quería que las cosas se agravaran aún más.

Aunque Serena y su amiga no tenían idea de que era lo que les tenía preparado un futuro no muy légano en la secundaria y durante el transcurso de esta. Muchas cosas nuevas, que no las dejarían ser las mismas.


Amigos, engaño, amor y musicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora