Parte 26: El salto a la fama 1ra parte

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El chofer de Hotaru paso a recoger a los chicos, excepto a Yaten y Seiya que llegaban con uno de los choferes de su padre a la disquera, era casi como un día de escuela, se estaban esperando en la entrada, todos llevaban el poleron negro que Hotaru les había dado, habían acordado usarlo todos ese día. Michiru llevaba su cabello suelto, una polera blanca con detalles en encaje bordado blanco y jeans ajustados con unos delicados zapatos de tacón, Hotaru llevaba el pelo desordenado, un vestido corto ajustado morado, con detalles de encaje negro en la parte de la falda, tenía algunas tallas y mangas de encaje negro, llevaba unos botines negros con hebillas, Haruka llevaba jeans y una polera todo completamente negro y zapatillas converse clásicas. Serena tenía el pelo tomado en una cola, llevaba una mini escocesa, pantis de mallas, botines muy parecidos a los de Hotaru y una polera negra escotada manga larga, al igual que el vestido de su amiga, las mangas eran completamente de encaje. Cuando Seiya bajo del auto quedo boquiabierto al ver a su amiga la rubia, realmente se veía hermosa, jamás había visto esa ropa, debía admitirlo, era la chica más hermosa que había visto. Era extraño, pero hoy como pocas veces, Yaten y Seiya parecían hermanos, pues iban vestidos casi iguales, ambos llevaban jeans negros ajustados, zapatillas y polera de mangas cortas, la diferencia era que la de Seiya era a rayas rojas y negras y la de Yaten, gris oscuro con diseños negros.

- ¿preparados para el gran día chicos? – pregunto Haruka muy animado, tomando la mano de Michiru para cruzar la puerta de la disquera

Cuando se decidían a entrar, algún impulso extraño hizo que Serena se acercara a Seiya y le diera un rápido beso en los labios, seguido de eso le dijo muy despacio

- Por favor no me odies y... te ves guapísimo

Dicho esto se apresuro a entrar dejándolo completamente sin palabras.

En su cabeza solo retumbaban las palabras que le acababa de decir y ese beso, algo le decía que no le gustaría para nada lo que se avecinaba.

Llegaron a la salón de reuniones donde todo parecía una locura, gente corría de un lado a otro, sonaban teléfonos por todos lados, el tío de los hermanos Kou hablaba con ellos, mientras respondía el uno de sus tantos teléfonos

- Bien chicos, en 10 minutos más llegara su transporte y se irán al local, allá los estarán esperando, maquillistas, deben hacer pruebas de sonidos, sus instrumentos ya se encuentran allá, la gente comenzara a entrar a las 9 de la noche en punto, tendremos música ambiente, a las 10 de la noche entran a escena, en las pantallas de proyectara su video promocional. No quiero escándalos, preguntas de revistas o de alguien de prensa, se responden sin dar pie a interpretaciones – el hombre hablaba muy rápido, mientras los chicos escuchaban atentos - ¿entendido?

Los chicos se observaron y bajaron rápidamente al sector del estacionamiento donde los esperaba una van de color negro con vidrios polarizados, los chicos subieron muy nerviosos, no quedaban absolutamente nada para llegar, para el gran momento. Seiya se sentó al lado de Serena. Mientras se dirigían al local, Seiya tomo la mano de Serena, ella lo miro a los ojos un instante luego volteo la vista hacia la ventana, veía las luces de los edificios y de toda la ciudad pasando frente a sus ojos, la mano de Seiya el entregaba una calma única, pero a la vez la inquietaba, se supone que no debía sentir esas cosas, acababa de aceptar una segunda oportunidad.

Seiya solo miraba a Serena esperando alguna señal de algo, aun se sentía confundido por lo que le había dicho a la entrada del edificio, pero al tener su mano realmente dejaba de dudar y todos esos miedos de años se esfumaban, se veía tan hermosa.

Los chicos iban inmersos en lo suyo, por lo que no notaron la escena que tenían frente a sus ojos.

Veinte minutos después ya estaban fuera del local, por la entrada trasera, aun que al pasar por el frontis, se veía completamente repleto, había una fila de personas esperando a entrar y otra fila con periodistas autorizados entre otros. No sabían cómo ni en qué momento, pero esto había crecido demasiado, mientras ellos solo seguían con sus vidas como si nada pasara.

En el frontis del local, se podían ver montones de afiches promocionales, una pantalla LED que anunciaba el evento y mostraba partes del video que habían grabado apresuradamente durante la semana.

Los chicos bajaron y se dirigieron por un pasillo a los camarines, escoltados por dos gigantescos guardias, vestidos de trajes negros por completo. Al llegar quedaron boquiabiertos, era enorme, con espejos por todos lados, todo relucía de limpieza, estaba perfectamente bien iluminado, al fondo se veían dos enormes sillones de cuero negro, un frigo bar con bebidas. En cuestión de segundos todo se volvió un caos, con gente que entraba y salía del lugar. Luego de 10 minutos los llamaron para realizar la prueba de sonido, los instrumentos de todos estaban perfectamente acomodados, a simple vista notaban un excelente sistema de sonido, amplificadores caros, el escenario era enorme, tenía espacio suficiente para todos, al centro dos micrófonos, ambos se miraron, ese era su lugar, sabían bien que con su música existía una química que no podían negar, era una conexión especial que no podían negar.

Luego de probar sonido y que todo funcionara perfecto, todos bajaron del escenario, primero fueron Haruka y Michiru, estaba muy preocupada de que alguien arreglara su cabello, era uno de esos días donde no importa lo que hagas, jamás se queda en su lugar. Los seguían Hotaru y Yaten, quienes iban del brazo, nadie sabía cuando esos dos habían dejado de insultarse tan seguido, finalmente Seiya que le extendió la mano a rubia para que pudiera bajar sin problemas.

- Creo que somos grandiosos rubia, somos una excelente pareja – dijo Seiya con esa seductora voz

- No creas que lograras convencerme Seiya Kou, ya conozco tus trucos – le respondía burlonamente la chica

Ambos caminaban por el pasillo bromeando, Seiya había vuelto a tomar su mano, pero en ese momento, apoyado en la muralla cerca a la puerta de los camerinos estaba Darien.

Amigos, engaño, amor y musicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora