Parte 8 Perdida de control.

384 59 4
                                    

Viéndolo desde el punto del ex novio de Serena se veía una situación bastante comprometedora, el chico se enfureció con lo que veía no por podía creer como Serena lo había cambiado por ese niñito con aspecto de rock-star.

- ¡Oye niñito!, ¿Qué rayos crees que haces? – le dijo Darien poniéndole una mano en el hombro y girándolo hacia él

- ¿y tú quien te crees? El imbécil que no es capaz de valorar a una chica como se debe

- ¿Qué hacías con Serena? Ella...

- Darien ¡ya basta! Nosotros no tenemos nada que ver, deja a Seiya tranquilo, él es mi... - Serena lo pensó por un segundo, quizás sería buena idea y no sería mentira por mucho tiempo – él es mi novio

Darien al oír esto se enfureció tanto que golpeo a Seiya en la cara, haciendo que este cayera al suelo. Se limpió el labio y se puso de pie enseguida, mientras Serena observada atónita la escena que sus ojos presenciaban

- Eres un idiota Darien, no sé porque te crees gran cosa, eres capaz de golpear a un chico menor que tu... ahora veo que lo mejor que hice fue terminar contigo y entiende de una vez ¡NOSOTROS – NO – TENEMOS - NADA- QUE - VER! – le dijo remarcando cada palabra

Seiya se incorporó a la "conversación" comiéndose todas las ganas de destrozarle la cara al engreído. Pudo haber detenido el golpe, pudo haberlo golpeado mucho más fuerte, sabia como hacerlo.

- No me rebajare a tu nivel respondiéndote el golpe, créeme que sería peor de lo que crees, pero sabes la diferencia entre tú y yo, es que se solucionar las cosas con palabras

- Tu niñito, solo tienes miedo, ya verás Serena va a volver conmigo, no va a soportar a un niñito como tú para siempre

- Si lo quieras, pero ya veremos imbécil

- ¡Darien ándate! Yo no te quiero ver, ni menos hablarte... eres un idiota, vete con tus amigas

Darien sin decir más se dio media vuelta y se fue. Sin poder entender que era lo que había pasado, Serena lo había cambiado por el hermanito menor de Taiki, sabía muy bien como era él, ya se lo había dicho Taiki, en parte quería protegerla, sabía que ese niñito solo haría sufrir.

- Seiya, tu labio estás sangrando – le dijo Serena preocupada

- Eso no me importa, somos novios, eso cura todo... pero si quieres saber a qué sabe mi sangre

- Seiya por favor, idiota, sabes que era solo para hacerlo enojar... aunque me siento mal porque te allá golpeado, tendré que hacer algo para compensarlo

- Dame un beso y estamos a mano, quizás así se me pase el dolor – le dijo Seiya, pero más a tono de broma. Como solía decir todo

- Ven vamos a dentro, vamos a ponerte hielo en eso

Serena tomo a Seiya de la mano y lo llevo adentro, saco el hielo de la nevera, Seiya estaba en el sillón, Serena se arrodillo en el sillón, mientras le ponía hielo en el labio. En ese momento entraron todos, con bolsas repletas en las manos.

- Disculpen chicos nos ayudan, no queremos molestar pero... - le dijo Yaten burlándose

Serena se volteó dejando a la vista el estado de Seiya

- ¿Qué demonios le hiciste Rubia? Te dije que no lo mordieras

- Hotaru cállate, no fui yo

- ¿Qué es lo que paso entonces? – pregunto Michiru preocupada, como siempre era ella

- Fue Darien, vino aquí a molestar y le dije que yo y Seiya éramos novios, al parecer se molestó más de lo que esperaba

- ¿novios? ¿ustedes dos? Jajá que cosa más ridícula – se burló Yaten – no veo cosa más extraña que esa – ahora el tono era irónico

- Para la próxima no sale bien de aquí – dijo Haruka – que demonios se cree ese imbécil, siempre da problemas.

El mal rato pasó después de descargar todo lo que sentían. El labio de Seiya se veía mejor.

En la noche se pusieron a ver películas terror, estaban todos en la sala de estar, Michiru y Haruka estaban sentados juntos, Seiya estaba sentado al lado de Serena y ella tenía su cabeza apoyada en su pecho, todos observaban la situación, pero los aludidos eran los menos consientes de la situación la parecer. Yaten estaba sentado casi a dos metros de distancia de Hotaru, ellos sí que se llevaban mal, tenían que hacerlos callar constantemente, pues a cada momento comenzaban a discutir por alguna cosa sin razón


Amigos, engaño, amor y musicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora