Amigos, engaño, amor y musica

Parte 17 Impulsos humanos

En la mañana se encontraban Haruka y Hotaru esperando a los demás, aun quedaban 10 minutos para comenzar las clases, hoy Hotaru se sentía extraña, agobiada, ansiosa y feliz

- ¿crees que todo esto saldrá bien? Es lo que queremos desde que comenzamos con esto – le dijo Hotaru a su amigo, con voz preocupada

- ¿Qué pasa vampira? Tu nunca dudas y no eres así, admito que todo esto ha pasado muy rápido, pero debemos tener confianza – le decía Haruka con voz segura – Además si no resulta tal cual esperamos, al menos lo intentamos

- Tienes razón y creo que hemos ganado más de lo que esperábamos, tenemos otro dos buenos amigos

En ese momento los hermanos Kou caminaban en dirección a ellos

- ¿Cómo están chicos? – pregunto Seiya muy animado

- Hola Yaten, hola Seiya ¿listos para el día que se nos viene por delante? – pregunto Hotaru, mucho más confiada que hace unos instantes

- Por supuesto... y ¿Dónde está la Rubia y Michiru?

- Michiru debía dejar unas cosas listas en su casa, su abuela está un poco enferma y su madre últimamente no pasa mucho en su hogar.

Al terminar la frase, apareció Michiru con su hermoso cabello turquesa reluciendo a los rayos del sol, seguida por una desarmada Serena, que corría mirando la hora en su teléfono.

- Creí que venía tarde, me alegro de verlos aquí aun

- Aun queda tiempo Rubia, yo también acabo de llegar – le comento Michiru.

Los 6 entraron al colegio cuando sonó el timbre, todos los estudiantes los observaban por el pasillo, era obvio que su grupo BLACK MOON, estaba consiguiendo fama. Era un excelente indicador.

Seiya y Serena caminaban juntos detrás de los chicos, cuando Serena diviso a una chica pelirroja y crespa, era Molly, Serena la ignoro. Seiya hizo un ademan con la mano y continuo su camino, pero la chica tomo a Seiya del brazo, lo que lo hizo retroceder y voltearse, en ese momento la chica lo beso. Serena se volteo solo para toparse con esa irritante escena frente a ella.

Pero al contrario de lo que se podía imaginar, la chica rubia camino en dirección a los dos, tomo a Seiya del brazo, de un tirón rompió el beso, por otro lado Molly la miraba con ira, Serena solo se dejo llevar por tantos años de odio guardados

- ¿Qué problema tienes niñita estúpida? – mientras Molly protestaba con esa irritante voz, Serena subía sutilmente la manga de su poleron – entiende que nadie se interesa por ti – Serena se acomodaba sutilmente el cabello.

Molly solo protestaba y la insultaba, Serena escuchaba silenciosamente, la observaba. Cuando la pelirroja creyó ganar, al ver que la rubia no le respondía y solo la miraba directamente guardo silencio. Seiya por su parte acaba de tomar conciencia de lo que había pasado y observaba la escena, algo en su interior sabía muy bien lo que pasaría. Serena esbozo una leve sonrisa y con un golpe seco, completamente bien colocado, le dio directamente en la cara.

- Eres patética Molly y ni te atrevas a mover un pelo o a responderme el golpe, porque será peor para ti – le decía Serena seria, pero con una sonrisa casi malvada – gracias por darme la excusa perfecta para hacer lo que hace tantos años quería, entiende, no dañas a nadie, a nadie le importas, eres un mal chiste.

Dicho esto, Serena salió de escena sin siquiera prestarle atención a Seiya, estaba demasiado enfada, claro que había sido la excusa perfecta, pero no podía con esto, parecía que el mundo se confabulaba en su contra para confundirla, quizás esta era la señal para darle otra oportunidad.

Todos en el pasillo quedaron atónitos antes semejante escena, Seiya no sabía qué hacer, solo miraba en ambas direcciones, por un lado estaba Molly que no paraba de maldecir o por el otro solo veía el cabello rubio de su amiga alejándose, ¿en qué dirección se supone que debía ir? No quería ver a Molly, pero de seguro ir tras su amiga le saldría caro. Si se quedaba en ese lugar, tendría que enfrentar a la pelirroja.

Serena llego al salón, al entrar todos sus amigos la quedaron mirando.

- ¿Qué rayos paso rubia? – Yaten sonaba sorprendido

- Eres genial amiga, sabía que algún día esto pasaría – decía Hotaru alegremente sacándole la lengua a Yaten

- Solo tuve una oportunidad y la aproveche – dijo Serena mientras se sentaba calmadamente en su puesto

Unos instantes después entro Seiya cabizbajo al salón, tomo asiento y no dijo una palabra. Serena ni siquiera lo miro

- Creo que estas en problemas hermano – le susurro Yaten al oído

Quedaba solo media hora para correr a la disquera, Haruka miraba impaciente su teléfono, mientras que Michiru le daba golpes en las costillas para que lo guardara, si el profesor los veía, no volvería a ver su teléfono hasta que acabara el año escolar.

"creo que Seiya está en problemas serios y creo que eso nos afectara esta tarde" escribió Haruka en una nota que le paso a su novia, "lo sé, si lo que escuchamos es de verdad, esto se va a poner feo" le respondía su novia.

"Vampira debemos hacer algo, estos dos se mataran" Haruka le mando un nota a su amiga. "Serena, rubia, por favor, trata de separar las cosas, esto no puede afectar lo de hoy, ni lo que viene por favor" Serena leyó la nota "tranquila, lo sé, no estoy enojada :D Seiya solo fue una excusa para hacer lo que siempre quise". Esta era la mentira más grande del universo, odiaba a Seiya Kou, pero debía pensar fríamente, no podía arruinarles la fiesta a todos.

El timbre había sonado, afuera de la escuela la limosina negra de Hotaru estaba esperando.

- Ok chicos pasen por aquí – les decía un señor de terno negro, muy bien vestido, mientras les indicaba una puerta que daba a un gran salón de reuniones.

- Muchas gracias John – le dijeron los hermanos Kou

- Es un placer caballeros – respondió el señor, con una voz gentil

Todos los demás los quedaron mirando.

- Cuando niños solíamos acompañar a mi tío, el siempre ha trabajado aquí, podría decir que incluso conoce mejor este negocio que el propio dueño.

Era un salón enorme, con ventanales desde donde podías ver toda la ciudad, una gran mesa ovalada de madera se encontraba en el centro y un montón de sillas tipo oficina, de cuero negro la rodeaban. Los chicos se acomodaron, Haruka estaba ubicado al lado de Michiru y al otro lado Serena, a su lado estaba Hotaru luego Yaten y finalmente Seiya, quien ni se atrevía a levantar la vista hacia su amiga.

Unos minutos después la puerta se abrió, dos hombres de traje formal entraron y tomaron asiento en la cabecilla de la mesa, uno de los hombres era el tío de los Kou.

- Buenas tardes jóvenes – hablo el otro hombre en tono formal – es un agrado conocerlos al fin, ya que han estado dando mucho que hablar.

- Bueno chicos ustedes saben para que estamos aquí, debemos afinar detalles sobre el gran lanzamiento – hablo el tío de los hermanos Kou.

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