Capítulo 7: Quédate conmigo.

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____.

Me encuentro fuera del lugar donde anteriormente habíamos realizado los exámenes, estábamos esperando a Kakashi para ver si había pasado o no. La puerta principal fue abierta mostrando a un Kakashi inexpresivo mientras nos mostraba su chaleco y aquel papel que decía que se convirtió en Chuunin.

—¡Superaste el examen de chuunin en un solo intento, eres increíble, Kakashi! —exclamó Rin mientras se acercaba. Entonces se giró a vernos con una sonrisa. —¿Verdad, Obito, ___-chan?

—No puedo creer que haya perdido contra ti. —digo fastidiada mientras me cruzo de brazos. —Solo fue suerte el que me ganarás.

—Si no te hubieras distraído puede que me hayas ganado.

—No es mi culpa. —murmuré avergonzada al recordar el por qué me distraje. Obito me había llamado con tanta emoción que me hizo distraer y eso lo aprovechó Kakashi para golpearme. —¡Eres un idiota, Bakakashi!

—¿Obito? —preguntó Rin confundida. Miré a Obito que se estaba yendo solitariamente. —¿Dónde vas?

—¿Irás tras él? —me preguntó Kakashi. Simplemente sonreí mientras asentía, haciendo que él soltara un bufido. —Siempre tan pendiente de él.

—Lo siento, Kakashi. —me disculpo gentilmente mientras comienzo a correr, pero antes de irme me detuve para ver a Rin. —Llegaré un poco tarde, Rin.

—Buena suerte, ___-chan.

Me despedí de mis dos compañeros para comenzar a ir tras Obito.

❇❇❇

Me encuentro sobre la rama de un árbol viendo como Obito estaba recostado en el suelo mirando el cielo, me lancé sobre él haciendo que se quejara.

—¡¿Qué crees que haces?!

—Animándote. —digo con una gran sonrisa. Me encuentro sentada sobre su estómago y no tenía intenciones de levantarme. —Kakashi solo pasó por suerte, nosotros también lograremos pasar el próximo año. Así que anímate, Obito.

—Pero apenas veo a Kakashi, se me quitan las ganas...

—¿Qué estás diciendo? —pregunté mirándolo mientras fruncía el ceño. —Quieres ser Hokage, ¿verdad?

—Sí, pero...

—Pero nada. —digo levantando para mirarlo con una sonrisa, extiendo mi mano para que él la tome. —Estoy segura de que lograrás convertirte en Hokage, Obito. Además, yo estaré observándote.

—Gracias, ___-chan. —decía tomando mi mano para levantarse. Lo noté con un sonrojo en su cara, algo que me hizo sonreír. —Espero que me observes bien. Me convertiré en Hokage y te protegeré a ti y a los demás.

Me sorprendí ante sus palabras.

—Sabes, Obito. —le llamé avergonzada sin soltar su mano. Le miré fijamente, lo más probable de que ahora mismo me encuentre sonrojada. —Tú me...tú me gus...

—¡Hey! —exclamó nuestro sensei apareciendo de nuestro lado, haciendo que nosotros gritáramos del susto. —Lamento asustarlos.

—Casi me muero del susto, Minato-sensei. —habló Obito algo molesto. —¿Por qué apareció así?

—Los vi mientras venía de compras y no pude evitar sorprenderlos. —rio. —Vi lo que hicieron en los exámenes. Felicidades.

—Pero no hemos aprobado. —digo con un suspiro.

—Se han esforzado bastante. —sonrió. —¿Les gustaría venir a cenar a casa?

—¿Eh?

—Será como una recompensa por haberse esforzado. ¿Qué dicen?

Con Obito nos miramos unos segundos y enseguida dijimos que sí. Minato-sensei nos dijo que su esposa cocinaba de maravilla, quiero conocerla para ver el tipo de mujer que le gusta a nuestro sensei.

Llegamos a una casa bastante linda, Minato-sensei abrió la puerta de su casa y nos hizo pasar. Me quité mis zapatos dejándolos acomodados en el suelo, antes de poder entrar a la sala, se había aparecido una mujer pelirroja; ella nos miró sorprendida, pero inmediatamente soltó un grito de alegría y nos fue a abrazar.

—¡No puedo creer que hayas traído a tus alumnos! —exclamaba emocionada poniendo más presión en el abrazo. Con Obito estaremos muertos si nos sigue abrazando de esa manera. —¡Prepararé una exquisita cena!

—Deberías dejar que respiren, Kushina. —reía nerviosamente nuestro sensei.

—Lo siento, lo siento. —se disculpaba su esposa mientras nos dejaba. —Solo me emocioné un poco.

—Un gusto conocerla. —digo haciendo una reverencia. —Mi nombre es Nohara ____.

—¡Yo soy Uchiha Obito!

—¡Son tan lindos!

Volvió a abrazarnos de la misma manera, Minato-sensei tuvo que separarla de nosotros. Con Obito soltamos un gran suspiro y simplemente nos adentramos a la sala.

—¿Y qué les pareció? —preguntaba nuestro sensei. Su esposa se había ido a la cocina a preparar su exquisito plato, como decía ella. —Es linda, ¿verdad?

—Es una linda esposa, Minato-sensei. —decía sonriente Obito. —Aunque su fuerza me da un poco de miedo.

—Ella tiene una gran fuerza. —rio. —Saben, ustedes dos me recuerdan a como éramos nosotros en la juventud.

Me sonrojé bastante al oír eso, no quise ver el tipo de expresión que ponía Obito. Me quedé viendo a mi sensei con una sonrisa.

❇❇❇

Ya era de noche, me había despedido de Obito hace un rato y ahora me encuentro dirigiéndome a casa. En el camino iba recordando las palabras de mi sensei.

¿Será posible que Obito y yo...?

Ante ese pensamiento sentí mi cara arder por lo que simplemente negué constantemente; cuando iba a saltar a un techo logré ver a Kakashi. Él se mantenía sentado en una banca mirando el suelo, en sus manos tenía una bolsa.

—¿Kakashi? —le llamé, pero no obtuve respuesta y entonces comencé acercarme, él seguía de la misma manera por lo que toqué su rostro haciendo que reaccionara y me viera sorprendido. —¿Estás bien?

—No...—murmuró.

Me sorprendí al verlo triste, él no suele demostrar sus emociones por lo que ahora mismo me encontraba sorprendida al verlo de esa manera y no me gustaba.

—¿Qué te sucedió? —pregunté incitándolo a que me mirara nuevamente. —¿Hay algo que pueda hacer por ti?

—Tan solo son recuerdos. —decía levantándose de aquella banca. —Olvida todo lo que has visto.

Él comenzó a caminar, yo simplemente no podía dejarlo así; me acerqué rápidamente tomándolo del brazo y haciendo que me mirara a los ojos.

—No pienso dejarte de esa manera, Kakashi. —digo firmemente. —Si hay algo de lo que pueda hacer, dímelo. Lo haré sin problema.

—Hay algo...—decía neutro, yo asentí esperando a que hablara. —¿Te quedarías conmigo esta noche?

—Lo haré. —le muestro una sonrisa. —No te dejaré solo, Kakashi.

Kakashi simplemente cerró sus ojos por un momento, tomó mi brazo para comenzar a caminar.

—Está un poco desordenada.

Él había dicho eso, pero cuando entré a su casa me encontré con todo perfectamente ordenado.


COUNTING STARS; Uchiha Obito. ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora