COUNTING STARS; Uchiha Obito. ✓

Capítulo 9: Declaración.

Las burbujas que realizaba con aquel pequeño sopla burbujas se iban hacia el cielo, el día de hoy era un día tranquilo y es por lo que decidí venir a un lugar bastante apartado para poder realizar aquellas burbujas.

En mi cuello se encontraba aquel collar que Obito me había regalado anoche, este collar lo cuidaría muy bien; debido a que me lo ha regalado él. Anoche con lo feliz que nos encontrábamos viendo las estrellas no pude preguntarle el por qué me regaló este collar, pero no me quejo ante su acto; era un maravilloso presente.

Este collar poseía una pequeña estrella.

—En verdad es sorprendente...

—¿Quién?

Una voz me hizo sobresaltar, cuando me doy vuelta me encuentro con los ojos curiosos de Kakashi; él se mantenía viéndome fijamente esperando una respuesta.

—Creí que nadie vendría por aquí.

—He seguido el rastro de las burbujas.

—¿Qué es lo que haces aquí, Kakashi?

—Tenía algo de lo que hablar contigo. —aclaró su garganta un poco comenzando a acercarse. Una vez se mantenía frente a mí, acercó su mano tomando así el collar que Obito me había entregado. —Así que se dignó a dártelo.

—¿De que hablas?

—No debería de estar diciéndote esto, pero como me importa lo mínimo lo que diga Obito te lo diré. —decía encogiéndose de hombros mientras se separaba dejando mi collar ahí. —Ayer él vino a mi casa a reclamarme. Se le veía muy molesto, pero después comenzó a pedirme consejos.

—¿Eh?

—En verdad ustedes dos son unos idiotas enamorados. —lo miré con confusión ante lo que decía. Kakashi simplemente soltó un suspiro para luego golpear levemente su frente. —¿Aún no te das cuenta?

—Sigo sin entender a lo que te refieres.

—Creí que eras más lista.

—¿Acaso quieres pelear? —pregunté con el ceño levemente fruncido mientras sostengo con firmeza el sopla burbujas decidida a atacarlo.

—Mira. Obito está enamorado de ti.

Sus palabras comenzaron a resonar en mi cabeza. No podía creer que eso sea verdad, Obito está enamorado de mi hermana; era casi imposible el que se enamorará de mí de un día para otro.

—Nadie se enamora de una persona de un día para otro.

—Bueno quizá no esté enamorado, pero si que le gustas.

—¿Estás escuchando lo que dices? —arqueé una ceja. —Obito está enamorado de mi hermana.

—Entonces... ¿Cómo explicas el hecho de que se ha puesto celoso de mí?

—B-Bueno Obito es un idiota. Quizá simplemente se ha confundido.

A pesar de que me hacía feliz lo que oía, yo no quería ilusionarme con lo que me decía Kakashi. Lo más probable es que él se encontraba confundido, en todo el tiempo que hemos compartido juntos yo no notaba ningún cambio.

Él siempre ha estado enamorado de Rin.

—Sea una confusión o no, he tomado una decisión. —habló con seriedad. —Yo lucharé por ti porqué me gustas.

—Vamos Kakashi déjate de bromas. —digo buscando algún indicio de lo que él decía se trataba de una broma, pero estamos hablando de Hatake Kakashi; él nunca hace bromas como estas. —Tú debes de estar mal.

—Hablo en serio.

—Pero tú bien sabes que la persona que me gusta es Obito.

—Con el paso del tiempo eso puede cambiar. Nadie sabe lo que nos depara el futuro. —decía con sabiduría. —Ahora puede que te guste Obito, pero después puede que te guste yo.

A Kakashi se le veía muy seguro y decidido. Simplemente no sabía que decir ante sus palabras, él me acababa de decir que yo le gusto; no puedo negar el hecho del que él sea lindo, pero él no me hacía sentir lo que sentía cuando me encontraba con Obito.

❇❇❇

A pesar de que trataba de concentrarme en mi libro de Ninjutsu, no podía, en mi mente aún seguían las palabras dichas por Kakashi anteriormente.

—Eres un idiota, Kakashi. —murmuré por lo bajo.

Como aún me encontraba en aquel lugar apartado, tomé la decisión de practicar aquel jutsu que me costaba; Inhalé una gran cantidad de aíre en mi boca y comencé a girar creando una pequeña hoja de viento el cual solo hizo unas pequeñas cortadas a los árboles que se encontraban ahí.

—¡Eso es impresionante!

Miré hacia arriba encontrándome con Obito que se encontraba mirándome impresionado desde la rama de un árbol. Lo miré un tanto molesta al verlo ahí, ya que si mi Jutsu hubiera estado mejor; pude matarlo.

—¡¿Acaso eres idiota?! —le grité mientras lo apuntaba. —No, espera. Si lo eres.

—¡Cruel! —exclamó dolido mientras bajaba de aquella rama. —No sabes lo que me costó encontrar este lugar. Rin no me dio muchos detalles.

—¿Qué es lo que quieres, Obito?

—¡Vengo a que salgas conmigo! —exclamó con una gran sonrisa. Le miré sorprendida ante sus palabras, pero luego mi cara cambió a una de confusión al verlo sorprendido. —Digo no a que salgas conmigo. Más bien a que vengas conmigo a comer Ramen.

—Me niego.

—¡¿Eh?! ¿Por qué?

—¿No ves que estoy practicando? No pude entrenar bien debido a que Kakashi me había interrumpido y ahora vienes tú.

—¿Kakashi ha venido? —preguntó un tanto molesto. Asentí sin interés. —¿De que han hablado?

—Eso no te concierne, Obito.

—¡Claro que me concierne! —gritó exaltado. Simplemente lo miré esperando a que continuara. —Me concierne porque tú...tú...me gus...me... ¡Ah no sé cómo decirlo!

—Simplemente dilo, Obito.

—¡Me gustas!

Me sorprendí bastante ante sus palabras, mi corazón latía a mil por hora, mi cara comenzaba levemente a arder; pero simplemente presioné mis puños y aparté la mirada.

—No sabes lo que dices, Obito.

—Sé muy bien lo que estoy diciendo, ___-chan.

—No. No lo sabes. —lo miré lo más sería que pude. —Tú estás enamorado de Rin. Mi hermana.

—Me gusta Rin, pero también estoy sintiendo lo mismo contigo.

—Solo estas confundido.

—__-chan...

—Dime que te gusta de mí. —le miré fijamente. Lo que le había dicho lo dejó sorprendido y no respondió. —¿Ves? Ni siquiera sabes lo que te gusta de mí.

—___-chan yo...

—Basta. —mordí mi labio intentando reprimir las lágrimas que amenazaban con salir. En verdad quería que las palabras que él me había dicho fueran realidad...pero no lo son. —Tú sigue con Rin.

Me di media vuelta, comenzando así a correr para ir a casa.

—¡Espera, ___-chan!

El grito de Obito se escuchó a lo lejos, no le tomé atención y seguí con mi camino.